La película está dirigida por Marc Webb, quien debutó (en el cine, porque antes había dirigido videos musicales para muchos cantantes) con (500) Days of Summer y también dirigió el par de películas de The amazing Spider-man; sin embargo, todos los trabajos posteriores (incluida la película de este post) están uno o varios escalones por debajo de su gran debut. En este caso, Webb logró reunir a dos figuras de Hollywood, Chris Evans (The Avengers, Snowpiercer) y Octavia Spencer (The help, Hidden figures) además de otros nombres, alrededor de la jovensísima Mckenna Grace, la protagonista de la cinta.
Se trata de la historia de Mary, una niña prodigio de apenas siete años, con un talento super dotado para las matemáticas. Frank Adler (Evans) es su tío y debió encargarse de la crianza de la niña desde la muerte de Diane, la hermana de Frank (otra prodigio de las matemáticas), intentando que Mary llevase una vida normal, como la de cualquier otra niña, lo que se complica un poco cuando la lleva a la escuela a cursar primer grado. Tras esto, pronto aparece Evelyn, la abuela de la niña, quien entabla una demanda por la custodia de Mary, arguyendo que su talento se desaprovecha en las condiciones en que Frank la cría. A partir de allí se desprende el resto de la película, un drama con algunas escenas conmovedoras, tiernas, tristes, divertidas, toda la mezcla que normalmente tienen este tipo de películas, así que en ese plano es bastante predecible y un poco melodramática. Destaco el guión porque contiene muy buenas frases, como la que, en una charla sobre la existencia de dios ante un atardecer de postal, Frank responde a Mary:
"Tengo una opinión. Pero esa es mi opinión y yo podría estar equivocado. Entonces ¿por qué voy a arruinar la tuya? Usa tu cabeza. Pero tampoco tengas miedo de creer en las cosas".
Lo que me pareció interesante de la película es toda la discusión en torno a lo que representa una vida normal para una persona, en esta caso para Mary, la niña prodigio. La mayoría de las historias que tratan esa normalidad la hacen desde las carencias, el deseo de superación y de ser reconocidos como una persona normal, ya sea por voluntad propia o por deseo de sus padres o familiares (Forrest Gump, Wonder); pero en este caso, es al revés. Se trata de una niña por encima de la normalidad para quien, según su tío, lo mejor sería una vida normal. En una frase simple, se trata de encajar, de encontrar un lugar dentro de la sociedad, según lo que la sociedad ha establecido. En cualquiera de los casos, esa normalidad es una utopía.
Mary no es normal. Nunca lo será. Lo que sí puede hacer es llevar una vida que en algunos aspectos se parezca a una vida normal, entendiendo la normalidad como lo que es: lo común. Hay quienes confunden lo normal con lo correcto o el deber ser y de allí es donde surgen los problemas. El mejor enfoque para este tipo de situaciones es aceptar esa anormalidad, abrazarla como algo positivo y actuar a partir de ella, sin rehuirla ni condenarla. En un mundo con tantas y tantas personas únicas que acaban por parecerse, ser diferente es un plus. La decisión de Frank atiende un poco a la culpa que siente respecto al suicidio de su hermana y en parte a la presión que significó para ella entregarse de forma exclusiva a esa pasión por la ciencia. No quiere que Mary acabe igual que su madre y por eso la alejó de Evelyn y de todo lo que pudiera relacionarse con un destino así. Sin embargo, es cierto que intenta imponer un futuro que suprime una parte relevante de la personalidad de la niña. Así que se trata de un tema algo delicado y difícil, pero la salida está en encontrar un arreglo que no perjudique ninguna de las condiciones de Mary, niña por un lado y genio precoz por el otro, porque no son características excluyentes, lo que afortunadamente sucede en la resolución de la cinta.Más allá de las reflexiones a las que invita con esto de la normalidad, la película no tiene mayor cosa. Un buen reparto con buenas actuaciones, sobre todo las principales, muy buena química en pantalla entre Frank y su sobrina Mary, un muy buen guión, con líneas reflexivas, duras, tiernas; una inteligente, aunque de manual, alternancia entre momentos alegres, divertidos, con escenas tristes y dramáticas; todo eso es positivo. Pero resulta una película más, predecible, que cumple, pero no sorprende o sobresale en ninguno de sus aspectos. Doy entonces una puntuación de 6/10 para una película que entretiene y no requiere tanta concentración ni desafío, lo que la hace ideal para todo tipo de público.