Todo es difícil al principio

in #spanish6 years ago (edited)

Buenas días hermanos y amigos de steemit , agradecido a Dios por todo lo que me da y por sostenerme en su mano. Quiero compartir este pequeño estudio con ustedes titulado "TODO ES DIFÍCIL AL PRINCIPIO". Espero que sea de su agrado y de bendición para su vida.

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Gen 26:1 “Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre”. Ahora bien, si ud es un granjero y todo su sustento depende de la cosecha, no va a querer oír que hay hambre en la tierra. Tampoco quisiera oír: “…además de la primera hambre”.

Esto es lo que Isaac enfrentaba. Su padre había pasado hambruna y ahora él estaba atravesando una segunda hambre. Probablemente él recordaba lo duro que fue la primera vez y tenía mucha preocupación en su corazón.

La Biblia dice algo interesante: Gen 26:1-5 “…y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. 2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. 3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. 4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, 5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”.

Una palabra clave en el V5 es “oyó”. Abraham obedeció al Señor y también lo hizo Isaac. De hecho, Isaac fue gloriosamente obediente a Dios. Cuando obedeces a Dios, el resultado es Su bendición. Eres salvo por gracia y aun así, eres llamado por Dios para ser un pueblo obediente. Cuando das un paso de fe y dices: “Dios, esto es difícil, no estoy seguro de poder hacerlo, pero obedeceré”, entonces las ventanas del cielo se abrirán para ti.

No importa lo que Dios te pida que hagas, obedécele. Si Él te pide que des, obedécele, Si Él te pide que vayas, obedécele. No vivas en base a lo que tú quieras hacer, vive en base a lo que Dios quiere que hagas, y Él te bendecirá.
Cuando Dios dice a la humanidad, “Cree,” Él requiere algo que está completamente más allá de la razón. La fe es totalmente ilógica, su misma definición tiene que ver con algo irrazonable. Piense un poco: Heb 11:1 dice: “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Nos está diciendo: “No hay algo tangible, no hay en absoluto ninguna evidencia”. Pero Dios aun así, nos pide que creamos.

¿Puede pensar en alguna demanda más irracional que esta? Está diciendo simplemente; “Acepta esto sin evidencia, confía en lo invisible.” Esto va más allá de la lógica. Escuche, ahora mismo, por todo el mundo, multitudes de creyentes están cayendo en desaliento. El pueblo de Dios está pasando por pruebas, luchas, sufrimientos, confusiones de todo tipo. El hecho es que todos vamos a seguir enfrentando el desaliento en esta vida. Pero si nosotros entendemos la naturaleza bíblica de la fe, podremos encontrar la ayuda que necesitamos para llegar.

Piense en Noé. Él vivió en una generación que estaba fuera de control. Este hombre vivió en tiempos donde la violencia y el asesinato estaban desenfrenados. Los gigantes dieron a luz a hombres poderosos, se había extendido una increíble maldad. La condición de los hombres se había vuelto tan horrible que Dios no podía soportarlo más. Finalmente, Dios dijo, “¡Basta! El hombre está enfocado en auto destruirse. Esto debe terminar”. Y dijo a Noé, “Yo destruiré toda carne, pero te preservaré a ti y a tu familia. Así que quiero que construyas un arca, Noé, quiero que reúnas en ella todas las especies de animales, de dos en dos. Mientras tú haces esto, yo daré a los habitantes de la tierra, 120 años de misericordia. Entonces enviaré una lluvia que no se detendrá por 40 días y noches. Habrá un gran diluvio y eliminaré toda cosa viviente”. Dios entonces, comenzó a darle a Noé las dimensiones del arca, el largo, el ancho y profundidad.
Imagine al contrariado Noé tratando de asimilar esto. Dios enviaría un cataclismo que destruiría toda la tierra. Y todo lo que se le dijo a Noé desde el cielo sobre el tema, fueron estas breves palabras. Él debía aceptarlo por fe sin recibir ninguna otra dirección, por 120 años. Piense en la fe que se requirió de Noé. Se le dio la tarea colosal de construir una gran arca. Y entre tanto, debía vivir en un mundo violento y peligroso, rodeado por gigantes, asesinos, escépticos. Seguro que ellos se burlaron de Noé mientras él trabajaba en el arca a través de los años. Y probablemente amenazaron con matarlo. Pero la fe demandaba que Noé guardara su corazón “con temor”, como dice: Heb 11:7. Él tenía que seguir creyendo, mientras el mundo entero a su alrededor danzaba, se divertía y se revolcaba en sensualidad.
En esencia, Dios le había dicho a Noé, “Tú debes creer mi Palabra. Te estoy pidiendo que me obedezcas, sin excusas. Si alguna vez comienzas a dudar, o sentirte rendido, debes confiar en lo que te he dicho.
Yo no te voy a dar ninguna otra evidencia, solo mi promesa. Debes actuar en ella solamente.”
Seguramente a veces, Noé se frustró, exterior e interiormente. ¿Cuántos días habrá pasado desalentado? Cuán a menudo se dijo: “Esto es tan absurdo. ¿Cómo puedo saber que esa era la voz de Dios?” Pero Noé hizo como Dios le dijo. Él siguió confiando en la palabra que le fue dada, por más de un siglo. Y por esta obediencia, las Escrituras dicen; Noé “fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe” Heb 11:7.

Piense en Abram. Dios dijo a este hombre; Gen 12:1: “…Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”. Seguramente Abrahán preguntó; Pero. ¿Dónde Señor?” Dios simplemente le habría contestado, “No te lo voy a decir, solo vete.” Esto no era lógico.
Ilustración: esposas cristianas: si tu marido llega a casa un día y dice “Hacé las valijas, amor, nos mudamos.” Por supuesto, tú querrías saber por qué, o dónde, o de qué modo. Pero la única respuesta que te ofrece es; “No lo sé, solo sé que Dios lo dijo”. No hay ninguna pizca de razón en este tipo de demanda. Simplemente no es lógico.
Ésta es, precisamente, la ilógica dirección que siguió Abrahán. Heb 11:8 dice: “Por la fe Abrahán, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.”. Abraham levantó a su familia, sin saber dónde iba a terminar. Todo lo que él sabía eran las breves palabras que Dios le había dado; “Ve, Abram, y yo estaré contigo, no te sobrevendrá ningún mal.”
La fe demandaba que Abram actuara sin nada más que esta promesa. Una noche estrellada, Dios dijo a Abrahán: Gen 15:5: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: así será tu descendencia”. Abram debió haber movido su cabeza con esto. Él ahora era viejo como su esposa Sara, estaban muy pasados del tiempo donde es posible tener un hijo. Aun así, se le da una promesa de que sería el padre de muchas naciones. Y toda la evidencia que él debía seguir era una palabra del cielo: “Yo soy Jehová” Gen 15:7. Abrahán obedeció y la Biblia dice lo mismo de él, que se dice de Noé: Gen 15:6: “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”. Una vez más vemos una escena ilógica. Sin embargo, la fe de un hombre se transforma en justicia.

Piense en los hijos de Israel. En las condiciones difíciles en que Dios los llevó. Él los libró de las garras del Faraón en Egipto, solo para ser cercados frente al Mar Rojo. Los israelitas estaban rodeados por montañas de ambos lados, y el ejército de Faraón descendía rápidamente hacia ellos por detrás. Era una situación desesperada, sin salida humana. Sus corazones debieron haber saltado cuando oyeron el retumbar de los carros de Faraón y vieron el polvo que levantaban sus caballos. Qué situación traumática para esas familias y sus niños. Ellos están atrapados allí, sin balsas ni botes, preguntándose que iban a hacer. Alguien pudo haber pensado: “Señor, en una noche tu mataste a todos los primogénitos de Egipto ¿Por qué no mataste a todos estos soldados en el desierto? ¿Cuál es la diferencia si los ahogas o los matas en el desierto? Es irrazonable, con todos esos niños llorando, todos los hombres y mujeres temblando de miedo. Ellos te obedecieron, y tú permites que esto venga sobre ellos. ¿Porque tuvieron que atravesar esto?”.
La realidad es irrefutable, Dios los llevó a ésta situación. Y la escena entera es totalmente ilógica, absolutamente irrazonable. Dios simplemente esperó que creyeran en la Palabra que Él les había dado: “Yo te tomaré en mis brazos y te llevaré a través del desierto. Ningún enemigo prosperará contra ti, porque yo estaré contigo. Tu simplemente estate quieto y ve la salvación del Señor.”

¿Cuántos de nosotros hubiéramos estado allí temerosos y gritando, como hicieron los israelitas? Si somos honestos, sabemos que es justo así como reaccionamos ahora, en la mayoría de nuestras crisis. ¿No es la condición de nuestro corazón similar a la de ellos? La fe es muy exigente. Exige que una vez que oímos la Palabra de Dios, la obedezcamos sin otra evidencia que nos dirija. No importa cuán grandes puedan ser nuestros obstáculos, cuán imposibles nuestras circunstancias. Debemos creer en su Palabra y actuar en ella, sin más comprobación para seguir. Dios dice; “Mi promesa es todo lo que necesitas.”

¿Y en el tiempo de hoy?

Gracias por leer y comentar , seguiremos con este estudio en el siguiente post. Dios les bendiga.

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Por eso uno se levanta y sigue batallando siempre, saludos y mis respetos mi amigo. Mi voto.

Así es, pero lo bueno es que tenemos la opción de hacerlo solos o acompañado con Dios, y le puedo asegurar que hay una diferencia increíble. Dios le bendiga y gracias por leer mi post y comentar.