Al despertar no se da cuenta si es de día o de noche, solo puede ver una tenue luz gris a lo lejos de un gran pasillo que parece no tener fin.
Se levanta del piso y mira a un costado una foto de si mismo, sintendo mucha intriga toma la foto en sus manos y ve claramente como llego a es sombrío lugar, como una especie de FlashBack.
<<Una tarde iba caminando normalmente por la calle cuando escucha un repentino silbido, cuando vuelve la cabeza para averiguar de donde viene se ve envuelto en una nube de fuego que acaba con su vida casi de inmediato, el silbido provenía de un restaurante de comida casera, una fuga de gas y la pequeña chispa de un fósforo fue necesario para desatar el infierno y acabar con una vida>>.
Cuando se da cuenta que ese lugar oscuro podria ser el limbo entra en pánico moviendo los ojos de un lado a otro hasta que se percata de la presencia de una chica de largo cabello rojo y una mirada extrañamente perdida, en sus manos estaba la fotografía de si misma, el se dio cuenta que estaba viendo como llego allí.
<<Ella vivia en una pequeña y sucia habitación, viéndose en un gran espejo ata una soga con lágrimas en los ojos. Se levanta mientras las lágrimas siguen cayendo por sus mejillas; coloca la cuerda en una viga del techo, la pone en su cuello, sube a una silla y salta>>.
Ella recobra la consiencia y asustada ve la cara del chico a su lado.
-¿Que es este lugar? ¿donde estoy? - pregunta muy preocupada.
~Estamos en el limbo... Eso creo.
-¿Limbo? Ehmm ¿existe el limbo?.
El sin saber como responderle le dice no muy seguro ~Tal vez deberíamos caminar un poco a ver que encontramos.
-Buena idea - se levanta del suelo y limpia las lágrimas de su rostro - soy Alessapor cierto.
~Soy Cesar... ~Se hace un pequeño silencio algo incómodo hasta que Cesar vuelve a hablar.
~¿Como llegaste aquí?.
-Me suicide - contestó con una boba sonrisa en sus labios - y tu, ¿como llegaste aquí?.
~La verdad no recuerdo bien pero, hubo una explosión y desperté aquí.
Tras caminar un largo rato en un pasillo solitario probémente iluminado por una tenue luz gris, no habían llegado a ninguna parte, creían estar caminando en círculos, se sentian agotados a pesar de estar muertos, lo que les resultaba extraño que cando empesaban a desesperarse por no llegar a ningún lado se hiperventilban, ¿por que lo hacian?, ¿por que sentian agotamiento? ¿por que incluso sentian temor? Sus corazones no latian y no necesitaban respirar, tal vez, todo sea mera costumbre pero era lo que menos les importaba saber, asi que después de caminar sin rumbo se sentaron en el suelo a "descansar" sólo les quedaba hablar y hablar.
~¿Por que te suicidaste? ¿que tan mala era tu vida?~ pregunto Cesar algo apenado.
-No tenia razón por la cual seguir con vida, no tenía familia, no tenia amigos, no tenia nada y puede que suene raro pero lo que unico que tenia en mi vida era solo una pequeña caja de música que un chico me regalo cuando lloraba en una banca, ese día estaba dispuesta a acabar con mi sufrimiento pero que alguien de la nada me diera eso porque me vio triste significó mucho para mi y... Aahh... la musica de esa pequeña caja me hizo pensar, reir, soñar e incuso amar y no pude hacerlo me dije a mi misma, si ese chico pudo pensar en mi, tal vez debería buscarlo y hablar con el... No se... En mi mente era una buena idea, el podría levantar mi ánimo... Jaja...¿suena tonto verdad? Pero jamas lo encontré, así que decidi dejar de posponer lo inevitable y deje de vivir... -Brotan algunas lágrimas de sus ojos pero las limpia y sonríe débilmente. Esa sonrisa hizo que cesar recordara un día lluvioso, el caminaba buscando donde taparse de la lluvia pero en el camino consiguió a una chica sentada en una banca mojándose, con las muñecas cortadas y lágrimas en sus ojos que facilmente se conundian entre las gotas de lluvia, recuerda sentarse junto a ella sin importarle seguirse mojando y poner en sus manos una pequeña caja de musica abierta, mientras suena la hermosa melodía le dice con una sonrisa. ~"Esta melodía me da tranquilidad espero que a ti también"~Esa chica solo le responde con una sonrisa entre sollozos respiros. Se levanta del banco y sigue su camino.
El era el chico que hizo que ella viviera por un día mas, que sonriera en su dolor, estaba totalmente sorprendido y sin esperar ni un minuto mas se lo dice a ella secando las lágrimas de sus ojos.
~¡Yo soy ese chico! O lo era... Yo te di esa caja ese día en aquella banca...~La mirada de Cesar era calida y agradable; La cara de Alessa se ilumina, sus ojos parecen tener vida de nuevo.
-Yo... Yo te busque pero jamas te encontré, ese día ni siquiera me dijiste tu nombre y ahora te tengo aquí... No sabes lo feliz que me siento, o creo sentirme porque... Estamos muertos.
~Bueno no creo que nos vayamos de aquí ~ responde cesar sonriendo.
-¡Ahora no te dejare ir! - dice Alessa soltando una carcajada. Cesar se ríe y le dice ~Tranquila esta vez estaré contigo, te lo prometo, estamos en un lugar muy solitario pero estamos jun... Se oye un ruido muy fuerte acompañado de un temblor casi un terremoto, ambos se asustan y ven hacia arriba, hay una luz terriblemente brillante, ven bajando una figura femenina con lo que parecen ser unas hermosas alas saliendo de sus omóplatos y un vestido blanco, ni siquera llega al suelo cuando de inmediato toma a Cesar de las manos apartándolo bruscamente de los bazos de Alessa que lentamente veía cadenas aparecer en sus muñecas y cuello, ambos asustado se mirar con terror en los ojos, Alessa siente mucho calor en sus pies cuando voltea a verlos ve que están pasando a través del suelo mientras que cesar es llevado arriba a la fuerza,en menos de lo que pueden darse cuenta están terriblemente separados.
Tal vez pasan minutos, horas o podrian ser solo segundos pero Cesar despierta nuevamemte en un lugar desconocido; Ve a su alrededor y ve hermoso prado con arboles viejos y altos pero llenos de vida y personas con hermosas alas y vestimentas blancas, todo parece sacado de una pintura en una iglesia, ¿será un sueño? o quizás una alucinación, voltea su mirada hacia atrás y descubre que tiene alas también, asustado da un salto hacia delante y intenta quitárselas pero es inútil, son parte de el.
~¿Donde estoy? ~ Le pregunta a la chica que lo llevo allí - Este es lo que llamamos el cielo hermano mio- Le contestó con una insoportable serenidad.
~¿El... El cielo? Pe...pero ¿por que?
-Se estaba juzgando tu vida y nuestro padre y creador llego a la conclusión que te merecias la salvación, bueno no exactamente jaja... Las personas son jusgadas por una lista de angeles que funcionan como moderadores, escogidos personalmente por nuestro señor, el esta bastante ocupado diariamente y por eso les encargó a los mas estrictos que se ocuparan de las nuevas almas que ingresan asi que...¡Bienvenido al paraíso!- sigue hablando con una voz insoportablemente positiva.
~Pero...¿y Alessa donde esta?.
-Esa horrible pecadora sera bien castigada en el infierno.
~¡¿QUE?! no, yo le dije que no la dejaría sola, ¡SE LO PROMETI! ~ Dice cesar con lágrimas en sus ojos.
-¿La...lágrimas... De... Dolor?, es primera vez que las veo aqui... Esto nunca había pasado, ¿por que no estas feliz?.
~¿Por que debería estarlo? Abandone, no, me hiciste abandonar a Alessa~ Dice Cesar muy molesto mientras señala al angel directo en la cara. Es increible el cariño y afecto que le pudo obtener a Alessa luego de solo un rato de haber estado juntos, pero, era mas por ese pequeño momento emocional en sus pasados.
Pasando al otro lado Alessa esta en el suelo, encadenada, extrañamente sintiendo mucho calor, preguntándose que esta pasando, sin poder mover mas que sus ojos no le queda otra cosa que gritar aterrada. -¡CESAR!... ¿donde estas? - con el poco rango visual que tiene logra ver a lo lejos un pequeño ser acercándose con un aspecto muy desagradable que la mira directamente a los ojos y con voz ronca le dice.
-¡Bienvenida a tu nuevo hogar! - Alessa muy confundida y tratando de mamtenerse serena le pregunta. -¿Donde estoy?
-Estás en lo que ustedes los humanos y sus húmedas almas llaman el infierno mi niña, iras al circulo de los suicidas.- Dice la criatura soltando carcajadas típicas de un villano de televisión.
-Pero... yo creí que me quedaría en el limbo.
-Sólo estabas ahí mientras se juzgaba tu vida, idiota.
-Y... ¿Cesar donde esta?
-En el paraíso - contesta la criatura con una voz aguda y burlona tomando la cadena del cuello de Alessa y halandola para llevarla al circulo suicida. Alessa aun esta algo desconcertada y no logra entender mucho lo que esta pasando a su al rededor, cuando logra retomar un poco la conciencia queda perpleja al ver el sufrimiento que hay en ese lugar, mucha gente llora y grita mientras seres iguales al que la lleva de una cadena cual perro, puede ver que llegan a un lugar, al circulo suicida y ve que hay personas unidas a las paredes por grandes trozos de hielo que solo dejan libre sus extremidades y su cabeza, para que los seres repugnantes puedan arrancárselos y hacerlos sufrir, pero no solo eso cada extremidad arrancada vuele a crecer para seguir con el sufrimiento y divertimento de lo que podriamos llamar demonios, Alessa es unida a la pared juntos a otros suicidas, el demonio no se hace esperar y rápidamente le arranca una pierna, mientras rie a carcajadas, un grito horrendo de dolor escapa de la boca de Alessa, es imposible contener el llanto y los gemidos de dolor.
-¿Por que gritas? Cuando ataste esa soga a tu cuello no parecía importarte el dolor, ¿no te gusta?- pregunta la criatura riéndose de su dolor.
-¡No me gusta! Por eso me suicide, no quería mas dolor en mi vida, no creí que este lugar existiera...- dice Alessa entre llanto y gritos de dolor; la tortura continua, pierna a pierna, mano a mano, incluso sus ojos son arrancados, no importaba cuantas veces siempre volvían a crecer, tratar de concentrarse para hallar la manera de librarse era imposible, queria ir en busca de Cesar ya que sabia donde estaba pero obvio no tenia idea de como llegar al dichoso paraíso, el dolor le dificulta mantenerse centrada.
Cesar por otro lado pide hablar con el que ellos llaman padre, pero no se lo permiten, dicen que aun sus ojos no están aptos para ver al creador del mundo.
~¡No me importa quien sea, dejenme hablar con el!... Tiene que traer a Alessa, ella no merece estar en el infierno... - dice Cesar con desesperación.
-Padre quiere verte- le dice la chica que lo llevó ahí.
~¡Perfecto! Llevame adonde este - la chica lo guía en el camino, aunque no caminan mucho cuando llegan a unas escaleras que parecen ser de oro con detalles de ruby.
~"Y dicen que dios es solidario"~piensa Cesar con odio en su mirada- Al terminar de subir ven en el medio de un salon de suelo de nubes en un trono enorme que parece ser también de oro pero no hay nadie allí sentado.
-Espera aquí en silencio- le dice la chica; pasan unos minutos y nada pasa, Cesar se molesta cada vez mas hasta que escucha una voz bastante grave.
-¿Que te aqueja? - Pregunta la voz misteriosa.
~Necesito que Alessa este aquí conmigo, no quiero que sufra y se sienta sola, se que puedes traerla.
-No puedo traerla aunque quisiera, ella le pertenece al infierno, debiste haber previsto que eso pasaría.
-Entonces llevame con ella...
-¡NO! No dejare que un hijo mio vaya a ese lugar, aprende a estar sin ella, no hay nada que puedas hacer.
~¡SI! Si hay algo que puedo hacer, me iré de aquí, ¡quieras o no!
-No lo harás, no te dejare - no termina de decir eso cuando Cesar sale corriendo hacia el prado que vio cuando llego allí.
~"Tal vez si llego a esa parte del prado volveré al limbo, no tiene sentido pero lo intentare" - piensa Cesar decidido a irse y buscar a Alessa, pero alguien se atraviesa en su camino y no lo deja llegar.
-Te dijo que no iras a ninguna parte- dice el ángel.
~Dejame pasar, o tendré que apartarte.
-No puedes salir, no debes salir de aquí, aquí lo tienes todo, todo lo que deseas.
~No lo tengo todo, no tengo a Alessa ¡APARTATE! ~ dice Cesar tras empujarla bruscamente y lograr llegar a esa parte del prado, escucha una voz muy lejana que dice.
-¡No dejen que encuentre a la chica!.
Cesar solo sigue corriendo, se encuentra perdido en la nada, es un lugar extraño solo hay un suelo blanco y no se logra ver nada mas que una larga y profunda nada, la confusión y la desesperación se hacen presentes, lo único que resta por hacer es correr. Después de minutos o quizás horas ya no escucha ni ve a nadie siguiéndolo, no sabes que es adelante o atrás, no sabe por donde vino ni a donde va, se deja caer al suelo no queda nada. ~¡NO!... ¡¿POR QUE?!...~ grita desesperado ~¿por que no llego al limbo? No se como llegar... ~ Toma fuerzas y se levanta del suelo y continúa caminando, algo puede lograr, lo intenta por Alessa.
Por el otro lado Alessa sigue sufriendo en el hielo a causo del dolor provocado por las criaturas que por cada extremidad formada y arrancada el dolor aumenta mas y mas, pasan las horas o los días o las semanas pero Alessa no sabe nada de Cesar ni el mundo real, solo esta pensando en el dolor y el frío del hielo que la mantiene en la pared, ya no logra ver nada sus lágrimas se congelaron y no le permiten abrir los ojos, pero claramente puede escuchar los gritos y llantos de dolor de los otros suicidas en el circulo.
Cesar aún esta en la nada, caminando y caminando, no sabe si es de día o de noche pero a unos pocos segundos del desespero total logra ver algo familiar, es aquella luz debil y gris, Cesar sorprendido y tomando un hipotético respiro corrió rápidamente hasta llegar a la opaca luz y realmente esta en el limbo de nuevo, logro escapar de ese paraíso egoísta, pero ahora su nuevo dilema es como llegar a Alessa, si le costo llegar hasta el limbo, aunque eso no lo sabe ya que en esa nada se pierde la noción del tiempo, mientras el estaba perdido Alessa sufría cada hora mas, cesar no se detiene a pesar de no saber como llegar al infierno pero asume que como llego al limbo puede llegar al infierno, solo caminando, como dice aquel dicho, preguntando se llega a Roma, en este caso, al infierno.
Por la otra parte Alessa se harta de sufrir y de las carcajadas burlonas de las criaturas, sin pensarlo pero con mucho dolor abre los ojos rompiendo el hielo que los mantenía cerrados, con los parpados rotos y las pestañas arrancadas ella gira la mirada a su al rededor y ve que tiene sus extremidades y no ve demonios cerca, es extraño pero parece que se tomaron un descanso, intenta liberarse pero esta muy débil, pero por su mente pasa la voz de Cesar diciendo -"No te dejare sola", y con ánimos saca la fuerza que tenía escondida y logra romper el hielo que la apresaba, cae al suelo muy agotada sin parar de llorar y algo mareada pero no le da importancia y se levanta decidida a salir de ese lugar, pero ella no sabe si Cesar la esta buscando, ella no sabe si podrá salir, esta perdiendo energía con tan solo pensar en quedarse sola de nuevo, algo en su cabeza le dice que Cesar esta buscándola, en su corazon sin vida lo sabe, tal vez ya no palpite pero lo siente. Escucha un ruido extraño al voltear ve que es el hielo que se esta extendiendo para alcanzarla y atarla de nuevo pero ella no lo permite y empieza a correr y los demonios la siguen, ella esta decidida a irse y corre con todas sus fuerzas pero los demonios logran tomar las cadenas de su cuello y muñecas.
-¡DEJAME IR! - grita Alessa desesperada.
-¿Y a donde planeas ir?.
-¡Lejos!.- dice finalmente librándose de las cadenas y acercándose a algo que parece una puerta muy maltratada y llena de cadenas, ella no sabe que hacer y la única idea que se le ocurre es atravesar esa puerta, pero no puede abrirla y al ver que se acercan los demonios le da una fuerte patada y logra pasar la puerta, se da vuelta y la cierra dandole la espalda y recostandose, ahora se encuentra en un lugar vacío, totalmente desolado, sin saber que hacer cae al piso de rodillas aguantando las lágrimas. Una pequeña voz en su cabeza, tal vez su consiencia le dice que camine, que encontrara lo que busca, ella hace caso así que camina sin importarle lo agotada que se siente.
Por otra parte Cesar esta cansado y esta perdiendo la esperanza, se recuesta de la pared y se desliza hasta el suelo agachando la cabeza y poniendo sus manos en sus ojos.
~Alessa.. Perdoname~ dice con un nudo en la garganta.
Alessa sigue caminando y se estresa un poco a no llegar a ningún lado, se detiene y mira hacia arriba, a los lados y por ultimo el suelo con una mirada triste ya no sabe que hacer lo único que se le puede ocurrir es seguir caminando, pero lo hace con la mirada baja. Nuevamente no sabe si pasan horas o segundos pero algo si esta claro, ya nadie la esta siguiendo. Después de caminar hasta no poder mas levanta la mirada y logra ver a lo lejos aquella luz débil y gris, asombrada corre hacia ella, esta llegando de nuevo al lugar inicial, el lugar donde finalmente conocio a aquel chico amable que le devolvió la sonrisa, esta se nuevo en el limbo, pero hay un problema, no sabe como llegar a donde esta Cesar, sin embargo, la solución que la ha ayudado a sido caminar, así que lo hace por otro largo rato; sus pupilas se dilata al ver una silueta a la lejania sentada en el suelo, no esta segura de lo que es así que arriesgándose a cualquier cosa corre y logra verlo bien... es Cesar, la alegría y el alivio que siente es maravilloso, corre de nuevo y se lanza sobre el. Cesar no sabe que lo golpeo, pero al voltear y ver se da cuenta que es Alessa aquella chica de cabello rojo, ambos se abrazan con mucha fuerza y alegría, lágrimas brotan y recorren sus rostros.
-Me alegra verte- dice Alessa con una gran sonrisa.
~También me alegra verte, pero... Te lastimaron ¿cierto?- pregunta Cesar muy preocupado, a ver las heridas de sus párpados que no sanaron ya que salio del circulo antes que lo hicieran; Antes de que Alessa pueda responder sienten un temblor de nuevo, otro terremoto en el limbo, notan que algo sale del piso, parece cristal, cada vez sale mas y mas, Cesar esta estático, no puede moverse en lo absoluto y Alessa es arrojada por el aire quedando del otro lado, finalmente se forma una gran pared de cristal entre ellos separándolos, ellos no sabían que realmente no se podían unir un pecador y un angel, no era que los angeles fueran egoístas, hubo siempre una razon y nunca se la dijeron por las precipitaciones de Cesar, para Alessa era diferente ya que a los demonios no les importaba nada lo que ella pudiera sentir solo querían lastimarla y ya esta, por eso cuando atravesó la puerta no hicieron el intento de buscarla; al llegar de nuevo al limbo y unirse un pecador y un ángel después se ser juzgados se encontraría la manera de separarlos, asi las cosas deben ser después de la muerte,el limbo se separa y cada uno queda en lados opuestos, encerrados en un cubo se cristal que parece dicelado con formas para evitar que se vean y evita que se oigan también, tratan de romperlo pero es inútil, no pueden verse ni oírse sólo sienten los golpes que da cada uno en un inutil intento de romperlo y así entre llanto y decepcion caen de rodillas al suelo, colocando sus manos en el muro de cristal, esperando que sus almas sean olvidadas.