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Español
Entonces, tuve uno de mis peores días este año.
Uno pensaría que un mal día es cuando las cosas te salen mal, o cuando ocurre algún suceso que te impacta negativamente y te hace sentir triste, pero no, este caso es diferente. La tristeza es rara, pienso yo, pues a veces solo se planta sin avisar, mientras haces tu día normal.
Siento que es como una tormenta: primero me sucedió algo que no era necesariamente triste, pero despertó esa emoción negativa en mí, como si fuera apenas una gota, y fue entonces cuando mi mente se encargó de traer recuerdos y situaciones a mi mente, evocando una llovizna, luego la lluvia más y más fuerte de pensamientos sin parar (a lo que solemos llamar “sobrepensar”), hasta que me encontré en medio de una tormenta, una que solo se estaba librando dentro de mi ser.
Nunca he sido alguien que tiene confianza en sí misma; aunque lo intento siempre, termino decayendo porque me falta “algo”. Una de mis mayores limitaciones, ha sido ser introvertida.
Está bien ser una persona reservada, silenciosa y calmada, el problema surge cuando esa introversión se convierte en un obstáculo al momento de desenvolverme en mi vida diaria, y vaya tropiezos que me hace dar a menudo.
Sin embargo, cuando me encuentro a mí misma teniendo que tener una interacción con otra persona que no conozco, para hacer alguna diligencia u obtener información sobre algo importante, es cuando vienen los problemas. Sentir la voz atrapada en lo profundo de mi garganta, el conocido temblor del nerviosismo e incluso olvidar lo que ya había planeado una y otra vez que debía decir, son sensaciones que ya conozco de memoria, pero que cada vez que me atacan me siento inútil ante ellas.
Ser introvertida me ha privado de oportunidades que resultaban muy valiosas para mí, pero nunca me sentí lo suficientemente valiente como para plantar cara y dar aquel salto tan importante.
Últimamente, he intentado poco a poco hacer esfuerzos pequeños para enfrentar aquella timidez tan extrema, siempre intento aprovechar cada pequeño empujón que me da mi cerebro, pues suele desvanecerse tan rápido como apareció. Sin embargo, eso es todo lo que tengo, pequeños pasos que parecen invisibles, y si soy sincera, tengo miedo de que sea algo con lo que tenga que cargar durante el resto de mi vida…
Entonces sucedió, ese día que estuve tan triste, cuando por fin sentí que había liberado el peso que cargaba por tantas lágrimas acumuladas: yo quería cambiar.
Ya no quiero vivir pensando demasiado en lo que piensan los demás de mí, sentir que todo el mundo me ve y se ríe, sentirme excluida y dejada de lado, ya no quiero que hablar con otra persona desconocida sea una tortura. No más.
Justo el día siguiente a eso, me tocó ir a la universidad, pues debía resolver cierta situación que requería tener que hablar y preguntar cosas a personas desconocidas: quizá esta fuera la oportunidad perfecta. En retrospectiva, siento que fue un día corto, pero un gran paso para mí.
En la mañana, decidí intentar un nuevo estilo de cabello que no hubiera usado antes, pues siento mucha inseguridad acerca del tamaño de mi frente y mis orejas. También elegí la ropa con la que me sintiera más cómoda, y salí caminando con la frente en alto y con una sonrisa.
Al llegar y ver tanta gente, sentí que me tambaleaba, pero me di cuenta de una cosa: no me estaban viendo, y quizá nunca lo habían hecho. Darme cuenta de eso fue como si la nube negra que siempre sentí sobre mi cabeza, se desvanecía (o quizá nunca estuvo ahí, solo yo lo sentí así). Entonces, la primera cosa que aprendí para impulsar mi confianza fue: la gente nunca te está mirando. Las personas normalmente solo están preocupadas por sí mismas, y quizá no piensen en ti más de un segundo. Yo misma me pregunté: “¿cuántas veces me he parado a pensar acerca de una persona por más de un par de segundos?”.
Es cierto que en la ciudad donde vivo, es muy difícil ser tú mismo sin recibir críticas, pero también terminé por pensar que las críticas de alguien son algo más suyo, que tuyo. Aunque suene simple ignorar esos comentarios o críticas, sé que no lo es, pero uno nunca va a tener contento a todo el mundo, y ni siquiera importa que ellos estén contentos si tú no lo estás, pues la vida es tuya, ¿no?
Otra cosa que aprendí, fue que el miedo de hablar con alguien desconocido solo dura dos segundos. Se necesitan solo dos segundos de valentía. Entonces me aventuré, y lo hice, hablé con las personas que necesitaba para obtener la información que necesitaba… y me trataron con indiferencia. Pero entonces volví a recordar que eso se trata más de ellos que de mí, quizá no estaban teniendo el mejor de los días, o quizá esa es solo su forma de ser, ¿para qué darle tantas vueltas si es asunto de ellos, no?
El camino de vuelta fue una de las cosas más gratificantes de mi día, pues seguí intentando más y más ser más expresiva y sonreír. Algunas personas, sobre todo señores mayores, me deseaban los buenos días y yo hacía lo mismo con una sonrisa, o a veces era yo quien saludaba y sonreía. Ayer, como dije en mi post de Liketu brevemente, descubrí la importancia de sonreír. Es algo que no puedo explicar, pero que siempre escuché decir: la alegría es contagiosa. Es algo que no deberíamos guardar para nosotros mismos, una palabra o un gesto pueden cambiar el día de las personas para mejor; siempre se ha dicho que las palabras tienen mucho peso, pero nunca se habla de las sonrisas, de esa amabilidad silenciosa que te conmueve el corazón y te inspira a no solo tener un buen día, sino también compartir ese brillo con otros. A pesar del calor que hacía y del sol abrasador, de los problemas en la universidad que no pude resolver, y del bullicio de la calle: hubo personas que se tomaron el tiempo de hacer el día de otra persona más agradable, es algo que me hizo pensar que la vida no es tan dura después de todo.
Recordé cuando dicen “Después de la tormenta, viene la calma”, aunque esta frase puede ser usada en varios contextos, creo que en este aplica también. Me parece un contraste tan grande entre estar un día sintiéndome tan mal conmigo misma, y al siguiente dando ese primer paso, porque sé que no es tan fácil como parece, pero tampoco es algo imposible como pensaba yo. Creo que el mayor obstáculo es pensar que las cosas son invariables, y más bien yo reflexiono que algo nunca se queda igual, todo en esta vida se va moviendo, incluso si está quieto.
Por otro lado, también es importante recordar que la confianza en uno mismo y el amor propio no es algo incondicional, digamos. Pero también aprendí que no debemos castigarnos por nuestros defectos. En este caso, el autoconocimiento juega un papel muy significativo, pues se trata de reconocer nuestras limitaciones, así como nuestras virtudes, teniendo muy presente que somos seres humanos que pueden equivocarse: no todos los días estaremos brillando, y está bien no estar bien. Es válido tener sentimientos negativos y no sentirse bien con el mundo incluso, pero también hay que recordar que es importante levantarse y aprender de los errores. Lo que quiero decir con todo esto es que aunque esté aprendiendo a tener confianza en mí misma, reconozco mis defectos y entiendo que no se trata de pensar que eres “el mejor”, sino de ser mejor cada día.
Finalmente… Entendí que lo que tenemos dentro es el reflejo que damos fuera, y la confianza en uno mismo es una de las cosas más importantes para empezar; quizá todo el negativismo que vi afuera estuvo solo en mi mente, aunque no niego que existan personas que se dediquen a esparcir negativismo también; pero lo que importa es que yo quiero cambiar, y eso lo decido hoy, un miércoles. No la semana, ni el año, ni el mes que viene. Porque si realmente quieres cambiar, lo haces hoy, tan pronto como la idea se planta en tu cabeza.
Sin nada mas que añadir, un saludo a los amigos de la comunidad de Holos&Lotus, estoy muy agradecida de este espacio donde he podido compartir mis vivencias y reflexiones; así como la oportunidad de disfrutar y ser inspirada por los posts de otros acá, son muy bonitos, espero que lo que estoy compartiendo hoy también los inspire a ustedes. Espero que tengan (o hayan tenido un lindo día), que no se olviden de sonreír y les mando un abrazo. 🌻✨
English
You would think that a bad day is when things go wrong for you, or when some event happens that impacts you negatively and makes you feel sad, but no, this case is different. Sadness is rare, I think, because sometimes it just sits there without warning, while you go about your normal day.
I feel like it's like a storm: first something happened to me that wasn't necessarily sad, but it awakened that negative emotion in me, as if it was just a droplet, and that's when my mind took over bringing memories and situations to my mind, evoking a drizzle, then the rain went harder and harder with non-stop thoughts (what we usually call “overthinking”), until I found myself in the middle of a storm, one that was just raging inside my being.
I have never been someone who is self-confident; even though I always try, I always end up falling apart because I lack “something”. One of my biggest limitations, has been being introverted.
It's good to be a reserved, quiet and calm person, the problem arises when that introversion becomes an obstacle when it comes to my daily life, and what a stumbling block it often becomes.
However, when I find myself needing to have an interaction with another person I don't know, to run an errand or get information about something important, that's when the problems come. Feeling my voice caught deep in my throat, the familiar tremor of nervousness, and even forgetting what I had already planned over and over again that I should say, are sensations that I already know by heart, but every time they attack me I feel helpless in the face of them.
Being introverted has deprived me of opportunities that were very valuable to me, but I never felt brave enough to stand up and take that important leap.
Lately, I have tried little by little to make small efforts to face that extreme shyness, I always try to take advantage of every little push my brain gives me, because it usually fades away as fast as it appeared. However, that's all I have, small steps that seem invisible, and if I'm honest, I'm afraid that it's something I have to carry for the rest of my life....
Then it happened, that day I was so sad, when I finally felt that I had released the weight I was carrying from so many accumulated tears: I wanted to change.
I no longer want to live thinking too much about what others think of me, to feel that everyone sees me and laughs, to feel excluded and left out, I no longer want talking to another unknown person to be torture. No more.
Just the day after that, I had to go to college, as I had to solve a certain situation that required having to talk and ask things to strangers: maybe this was the perfect opportunity. In retrospect, I feel it was a short day, but a big step for me.
In the morning, I decided to try a new hairstyle that I hadn't worn before, as I feel very insecure about the size of my forehead and ears. I also chose the clothes I felt most comfortable in, and walked out with my forehead held high and a smile on my face.
As I arrived and saw so many people, I felt like I was staggering, but I realized one thing: they weren't looking at me, and maybe they never had. Realizing that was like the black cloud that I always felt over my head, vanished (or maybe it was never there, it just felt that way to me). So, the first thing I learned to boost my confidence was: people are never looking at you. People are usually only concerned about themselves, and may not think about you for more than a second. I asked myself, “how many times have I stopped to think about a person for more than a couple of seconds?”.
It's true that in the city where I live, it's very difficult to be yourself without receiving criticism, but I also ended up thinking that someone's criticism is something more theirs, than yours. Although it sounds simple to ignore those comments or criticisms, I know it is not, but you are never going to make everyone happy, and it doesn't even matter if they are happy if you are not, because your life is yours, isn't it?
Another thing I learned, was that the fear of talking to someone you don't know only lasts two seconds. It only takes two seconds of courage. So I ventured out, and I did, I talked to the people I needed to get the information I needed... and they treated me with indifference. But then I remembered again that this is more about them than me, maybe they weren't having the best of days, or maybe that's just the way they are, why make a big deal out of it if it's their business, right?
The walk back was one of the most rewarding things of my day, as I kept trying more and more to be more expressive and smile. Some people, mostly older gentlemen, told me "Good morning" and I replied the same with a smile, or sometimes I waved and smiled. Yesterday, as I said in my Liketu post briefly, I discovered the importance of smiling. It's something I can't explain, but I've always heard it said: joy is contagious. It's something we shouldn't keep to ourselves, a word or a gesture can change people's day for the better; it's always been said that words carry a lot of weight, but smiles are never talked about, that silent kindness that touches your heart and inspires you to not only have a good day, but also share that brightness with others. Despite the hot weather and the scorching sun, the problems at the university that I couldn't solve, and the hustle and bustle of the street: there were people who took the time to make someone else's day more pleasant, it's something that made me think that life isn't so harsh after all.
I remembered when they say “After the storm, comes the calm”, although this phrase can be used in several contexts, I think it applies in this one too. It is such a contrast between one day feeling so bad about myself, and the next day taking that first step, because I know it's not as easy as it seems, but it's not something impossible as I thought it was. I think the biggest obstacle is to think that things are invariable, and rather I reflect that something never stays the same, everything in this life is moving, even if it is still.
On the other hand, it is also important to remember that self-confidence and self-love is not something unconditional, let's say. But I also learned that we should not punish ourselves for our shortcomings. In this case, self-awareness plays a very significant role, because it is about recognizing our limitations, as well as our virtues, keeping in mind that we are human beings who can make mistakes: not every day we will be shining, and it is okay to not be okay. It is valid to have negative feelings and not feel good about the world even, but we must also remember that it is important to pick ourselves up and learn from our mistakes. What I mean by all of this is that even though I am learning to be confident in myself, I recognize my flaws and understand that it's not about thinking you are “the best”, it's about being better every day.
Finally... I understood that what we have inside is the reflection we give outside, and self-confidence is one of the most important things to start with; maybe all the negativism I saw outside was only in my mind, although I do not deny that there are people who are dedicated to spread negativism too; but what matters is that I want to change, and that I decided today, on a Wednesday. Not next week, not next year, not next month. Because if you really want to change, you do it today, as soon as the idea is planted in your head.
Without anything else to add, greetings to the friends of the Holos&Lotus community, I am very grateful for this space where I have been able to share my experiences and reflections; as well as the opportunity to enjoy and be inspired by the posts of others here, they are very nice, I hope that what I am sharing today also inspires you. I hope you have (or had) a nice day, don't forget to smile and I send you a hug. 🌻✨
Créditos | Credits
- Cover and banners created in Canva
- Fotos tomadas por mí con un celular Blu Studio G5
- Photos taken by me with a Blu Studio G5 smartphone
- Separadores dibujados por mí
- Dividers drawn by me
Pues a mí me inspiró 🥰 tu historia me hice recordar la mía misma, así era yo, bueno aún soy introvertida pero no dejo que me límite, me alegra mucho que estés haciendo el esfuerzo por cambiar eso ahora cuando estás en tu veitena, yo lo hice llegando a los 30 y bajo circunstancias críticas de mi vida, tuve que tocar fondo para reaccionar. Por eso te felicito y te ánimo a seguir adelante. Tú puedes! 👏🏻♥️🫂
Owww, me alegra que te haya inspirado. Y bueno, es muy admirable que hayas podido dar ese paso, independientemente de la edad: siempre hay oportunidad. Creo que todos los cambios vienen cuando uno llega a su punto de ruptura, de cierta forma es algo positivo que hayas llegado a él en vez de quedarte atrapada. Y muchas gracias por los animos, tqm Sarangcita
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