nada entraba en lo cotidiano,
fue un tiempo de pura libertad
perfecto para crecer y amar.
un nombre hermoso, Holly,
de esta forma te hacías llamar,
y yo intentando no todo arruinar,
ya que me sentía un niño tonto
corriendo y jugando con todos.
llamo la atención de este miope,
mis anteojos, todos empapados,
solo me hacían ver más atontado.
te reíste un poco, sin disimular,
tu voz, tan melodiosa y pícara,
logro poner mi alma a saltar.
y me contaste de ti por Europa,
yo asombrado, solo balbuceaba,
mientras te sostenía la mirada.
vamos por otro vino de moras,
la charla se hacía más intensa
y eran sino las dos y cincuenta.
y decidí jugar con tus reglas,
dejaríamos a la pasión guiar,
sin ninguna relación iniciar,
para despedirnos al amanecer,
cuando la luna osé desaparecer.
que no fue una absoluta victoria,
al amanecer ella había partido,
con el crédito de la habitación vencido...
