Saying goodbye to the people and pets we love involves getting rid of or not getting rid of their belongings. Two and a half months since the departure of Miñe, our cat, I had to get rid of the cat food I had bought for her. Which of all the suggestions did I decide to execute? Please let me tell you.
Just a few days before Miñe got sick to the point of death I had bought two kilos of cat food. The coincidence with her illness made me suspect that there was something wrong with this batch of food. In fact, in those days I had a conversation with an acquaintance who has several cats. She had recently purchased a food that had affected her pets' urinary systems. When she stopped feeding it to her, the symptoms stopped. Her recommendation was also to stop giving her the food. Yes, I had already done that, but the problem was that he didn't want to eat that food or any other food.
With that in mind, I debated between throwing all that food away, giving it to the dog or giving it away at other expenses, with the doubt of nursing more animals. I didn't like the first option, because I had invested that money and I felt I would throw it all away. Besides, I would be left with the doubt: what if there was nothing wrong with the food and I just threw it all away?
I didn't like the option of giving it to the dog either, because I felt it was not the purpose for which I had purchased the product. I know that the dog, called ‘Bear’, would eat it with no problem - he eats it all and very quickly! But I was thinking about the possibility that there might be other cats who would miss it, who didn't try that kind of food very often.
So, after a few days of thinking, the day came when I decided to get rid of all that food. I decided to give it away to other cats. I think it served the purpose I had bought it for, it could make other owners and pets happy, and it would remove the doubt if there was something wrong with it that had harmed Miñe.
So I took some small transparent bags and filled them with this food. As I know cats and their owners, I took some small pieces of paper and wrote the name of the animal, with a cat cartoon, and then proceeded with the delivery.
The first cat is called ‘Mando’, and it belongs to one of my brothers. I have seen him personally only once, but he is a very nice cat. I have pictures of him on my mobile phone. My mother served as a delivery on an afternoon when I was going to visit my brother. It was nice to know that his response was positive, he liked it and didn't get sick. That afternoon I went out to deliver the other three portions walking to the other houses.
Another cat was ‘Tigger’, a crazy young male tabby who lives a short distance from my house. He is a very funny and playful cat. A few days ago his owner had told me that he didn't like that kind of food, but I insisted that I would bring him some for him to try, because maybe it was just the brand she got that day, and he didn't try it again.
The third one I prepared a portion for is an adult cat called ‘Plutarch’. Of the four, he is the thinnest, as his owner doesn't usually feed him as much as he would like. He is very surly and I know of only one person who has petted him without him protesting.
And the last one was an older cat called ‘Lambi’. Despite her age she still hunts and shares it with her owners. She is very well fed and is not very fussy about her diet. She is very gentle and docile. Every time we visit that house she perches on our legs and falls asleep.
The reports I got from the four felines were positive. They liked her and had no negative reactions. That has cleared my doubts about the provenance and quality of that batch of food, making me think that our cat simply died of old age. In addition, I am happy that I was able to contribute to four pets having a significant variation in their diet those days. Their owners were also very grateful, knowing the reason I was bringing them this gift.
I wish it had been in other circumstances, but doing this act made me happy in the midst of a sad situation. But these are gifts that are well worth giving. See you next time!
Despedirse de las personas y mascotas que amamos implica deshacerse o no de sus pertenencias. A dos meses y medio desde la partida de Miñe, nuestra gata, tenía que deshacerme de la comida para gatos que le había comprado. ¿Cuál de todas las sugerencias decidí ejecutar? Por favor, deja que te lo cuente.
Justo unos días antes de que Miñe enfermara hasta el punto de morir yo había comprado dos kilos de alimento para gatos. La coincidencia con su enfermedad me hizo sospechar que había algo de malo en éste lote de alimento. De hecho, en esos días había conversado con una conocida que tiene varias gatas. Recientemente había comprado un alimento que había afectado el sistema urinario de sus mascotas. Al interrumpirle su ingesta se detuvieron los síntomas. Su recomendación fue también dejar de darle ese alimento. Sí, ya lo había hecho, pero el problema era que no quería comer ni esa ni ninguna otra comida.
Con eso en la cabeza, me debatía entre botar todo ese alimento, dárselo al perro o regalarlo a otros gastos, con la duda si enfermería a más animales. La primera opción no me gustaba, porque había invertido ese dinero y sentía que lo echaría todo a la basura. Además, quedaría con la duda: ¿y si no había nada de malo en el alimento y sencillamente lo boté todo?
La opción de dársela al perro tampoco me gustaba, porque sentía que no era el propósito con el que había adquirido el producto. Sé que el perro, llamado "Oso", se lo comería sin problemas. ¡Se lo come todo y muy rápido! Pero pensaba en la posibilidad de que hubieran otros gatos que les haría falta, que no probaban ese tipo de alimento con frecuencia.
Así que, luego de unos días pensando, llegó el día en que decidí deshacerme de toda esa comida. Decidí regalárselo a otros gatos. Creo que cumplía con el propósito que lo había comprado, podría hacer feliz a otros dueños y mascotas, y despejaría la duda si había algo de malo en ella que había perjudicado a Miñe.
Así que tomé unas pequeñas bolsas transparentes y las llené con éste alimento. Como conozco a los gatos y sus dueños, tomé unos pedacitos de hoja de papel y escribí el nombre del animal, con una caricatura de gato, y entonces procedí a la entrega.
El primer gato se llama "Mando", y pertenece a uno de mis hermanos. Lo he visto personalmente sólo una vez, pero es un gato muy bonito. Tengo fotos de él en mi celular. Mi madre sirvió de delivery en una tarde en que visitaría a mi hermano. Fue agradable saber que su respuesta fue positiva, le gustó y no enfermó. Esa tarde yo salí a entregar las otras tres porciones caminando a las demás casas.
Otro gato era "Tigger", un alocado macho joven atigrado que vive a poca distancia de mi casa. Es un gato muy gracioso y juguetón. Hace unos días su dueña me había dicho de que no le gustaba ése tipo de alimento, pero insistí que le llevaría un poco para que la probara, porque quizás era sólo la marca que ella consiguió ese día, y no volvió a intentarlo de nuevo.
Al tercero que le preparé una porción es un gato adulto llamado "Plutarco". De los cuatro, es el que más delgado es, puesto que su dueña no suele alimentarlo tanto como él quisiera. Es muy arisco y sólo conozco una persona que lo ha acariciado sin que él haya protestado.
Y a la última fue una gata mayor llamada "Lambi". A pesar de su edad aún caza y lo comparte con sus dueños. Está muy bien alimentada y es poco exigente con su dieta. Es muy tierna y dócil. Cada vez que visitamos esa casa se posa sobre nuestras piernas y se queda dormida.
Los informes que obtuve de los cuatro felinos fueron positivos. Les gustó y no tuvieron reacciones negativas. Eso ha despejado mis dudas con respecto a la procedencia y calidad de ese lote de alimento, haciéndome pensar que nuestra gata sencillamente murió de viejita. Además, estoy contento de que pude contribuir a que cuatro mascotas tuvieran una significativa variación en su dieta esos días. Sus dueños también fueron muy agradecidos, sabiendo la razón por la que estaba llevándoles ese regalo.
Ojalá hubiese sido en otras circunstancias, pero hacer éste acto me hizo feliz en medio de una triste situación. Pero son regalos que bien valen la pena hacer. ¡Hasta la próxima!
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FUENTES / SOURCES
Cover: Made with the free version of CANVAS || Portada: Hecho con la versión gratuita de CANVAS
Images: Shot with my Xiaomi Redmi Note 8 phone / Canon EOS Rebel t3i camera and edited with GIMP || Imágenes: Realizadas con mi teléfono Xiaomi Redmi Note 8 / cámara Canon EOS Rebel t3i y editadas con GIMP
Banner: Made by me in GIMP with my own images and free resources from the site pfpmaker.com || Banner: Hecho por mi en GIMP con imágenes propias y recursos gratuitos del sitio pfpmaker.com
Language: Post written in Spanish and then translated into English through DeepL || Idioma: Post redactado en español y luego traducido al inglés mediante DeepL
Posted Using InLeo Alpha
Siento mucho lo de tu gato, son como hijos para nosotros. En cuanto a lo que comentas de su comida, recuerdo que alguien me dijo que esas comidas procesadas no les hacia bien a los animales, ni a los gatos ni perros.
Danna por ejemplo solo estuvo comiendo perrarina y de "mejor calidad" solo por un par de meses, del resto su dieta es carnes rojas por su condición de anemia adquirida.
Un abrazo!
Gracias por tus palabras. Sí, Miñe comía más que todo pescado fresco, cocinado de forma adecuada. En un intento de variarle la dieta hice esa compra. Bueno, al menos cuatro gatos obtuvieron esa variación. Te deseo lo mejor a todos los de tu casa. Gracias por pasar por aquí. Saludos @roadstories
I am really sorry to hear that. It's really nice of you that you decided to give the food away and the other cats benefited greatly from it. I am sure your good deeds will be rewarded one day!😊
Yes, I was happy to bring food to each of these houses myself. I think that was already my reward, and also to rule out that I had not bought anything that would have harmed Miñe. Thank you for your words. Regards @macchiata