La perversión es inherente al hombre, es parte del espectro de sentimientos que lo constituye, debido a ello la lucha interna en cada de uno de nosotros tiene lugar a todo momento. Es inevitable no debatirse entre la razón y la locura. Lo ideal sería no ignorar la oscuridad que habita en nosotros y mantener cierto equilibrio, hacer de nuestros actos lo que más nos beneficie sin perjudicar a los demás, es lo más sensato.
Gracias por pasar. Saludos.