Glass y su circulo Rosa

“El muy señor vicepresidente”

Podría resultar algo complicado entender las primeras líneas de este artículo, si no ubicamos nuestra mirada en la imagen adjunta, que corresponde a una gran fiesta de cumpleaños de Capaya en el 2011, desarrollada en uno de los salones exclusivos del Swissotel en Quito. En esta “humilde fiesta”, Carlos Pareja Yannuzzelli y la cúpula del ex gobierno festejaron con serenata y whisky. Estuvieron casi todos los que tomaban las decisiones petroleras en la última década: Correa, Glas, Capaya, Rafael Poveda, José Icaza, Marco Calvopiña, Wilson Pastor.

Como podrán ver, Rafael Correa presiona la cara de Pareja sobre un pastel. Mientras, el “honesto y transparente” Glas parece no hacer nada de manera directa, más que un pequeñito cariño e impulso por las espaldas de su entonces buen amigo Capaya. Los actuales acontecimientos que vive el país respecto a la corrupción, en los que Glas dice no tener responsabilidad alguna, permiten señalar que así fueron todas sus actuaciones: siempre por las espaldas; siempre escondiendo sus manos y buscando decir ¡yo no fui! ¡Soy inocente! ¡Por mí corre la sangre de Cristo! En sus años de gestión, Glas asimiló bien su libreto de victimario, lo cual le ha permitido hasta hoy día seguir en sus andadas.

Aprendió a convertir las denuncias en oportunidades a su favor, a evadir las verdades y soportar los vendavales. La reacción con la detención de su tío Ricardo Rivera fue un ejemplo. ´Vidrio´, como le dice su tío en uno de los audios presentados con un representante de Odebrecht, fue Ministro de Coordinación de Sectores Estratégicos nombrado mediante Decreto Ejecutivo No. 311 de 5 de abril del 2010. Luego, mediante Decreto Ejecutivo en el 2013, como Vicepresidente de la República, electo en ese entonces junto a Rafael Correa asume las funciones de “coordinar la formulación y ejecución de políticas, proyectos y acciones de los sectores estratégicos, de industrias básicas; y, del área productiva; así como el liderazgo de las acciones, políticas, planes, programas y proyectos intersectoriales tendientes o relacionados con el cambio de la matriz productiva.” Así como “realizar el seguimiento, evaluación y control del cumplimiento de las políticas, de la gestión institucional de los ministerios coordinadores de estas áreas y de los proyectos y procesos de los mismos”. Los decretos que nombran a Glas demuestran su responsabilidad política sobre los sucesos de corrupción ocurridos en los proyectos hidroeléctricos y petroleros.

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En la actualidad, la reputación de Glas se ha venido descomponiendo por hechos evidentes, las y los ecuatorianos frente a la realidad han dejado de comer el cuento que los corruptos son los otros y él, es un “señor vicepresidente” que ha sido utilizado por su círculo de allegados.

Jorge Glas Espinel está relacionado con grandes procesos de contratación desde el 2010: fusión de las empresas telefónicas estatales, renovación de frecuencia de celulares, contratos petroleros, construcciones de hidroeléctricas, los cuales no han estado exentos de cuestionamientos por el secretismo en que fueron llevados y el procedimiento dudoso en la adjudicación. A continuación, presentamos apenas cuatro casos de corrupción que envuelven al ‘muy señor vicepresidente’ Jorge Glas.

Rincón del Vago

Según organismos internacionales, cuando se habla de corrupción en educación está primero el fraude académico y Glas es un ejemplo. Justo cuando se afirmaba un sistemático discurso que caracterizaba a la denominada “revolución ciudadana” sobre la meritocracia, el premio y reconocimiento a los mejores y la asignación de cargos públicos con base en concursos de méritos y oposición, salieron a la luz pública en el 2013 dos casos escandalosos que demostraban todo lo contrario: Pedro Delgado, primo de Rafael Correa, fue designado como presidente del Banco Central quien, arrinconado por pruebas que el gobierno no pudo ocultar, confesó haber utilizado un título falso de economista. A esto se sumó el plagio en la tesis de grado con la que Jorge Glas obtuvo su título de ingeniero eléctrico, en ese entonces él se encontraba como candidato a vicepresidente por Alianza PAIS.

José Manuel Huidobro, autor español de renombre que ha publicado varios de sus artículos en el sitio web monografías.com, confirmó que Glas copió textualmente parte de sus artículos. Incluso señalo las páginas. Pericias informáticas especializadas e independientes que se realizaron, adujeron que la tesis presentada por Jorge Glas contiene, por lo menos, 50 páginas plagiadas de un total de 162, las mismas que se ubican en el marco teórico y en las conclusiones y recomendaciones.

Caso Rivera

En las investigaciones realizadas por varios periodistas del país, se pudo establecer que Ricardo Rivera, tío de Jorge Glas, tiene cuentas en paraísos fiscales (Panamá y Hong Kong) en los cuales se depositaron recursos de varias empresas vinculadas con la intermediación petrolera y el negocio de venta de frecuencias de radio y televisión, como el caso TV Satelital. Cabe señalar que no sólo es el vínculo familiar lo que une a Glas, quien junto a Rivera aparece vinculado en las empresas de telecomunicaciones: Televisión Satelital Tesat, Trasmidatos, Raloin, Ingelectra. Rivera y Glas figuran también como socios en el canal Televisión Latina de Miami.

Caso Poveda Camacho

En el diseño y construcción de los megaproyectos Refinería del Pacífico, Coca Codo Sinclair, Sopladora, Refinería de Esmeraldas y Planta de Gas de Monteverde, aparecen Jorge Glas y Rafael Poveda. Tras ellos siempre está su sombra, Bayardo Poveda, primo de este último. Por ejemplo, en el proceso de remediación ambiental de la refinería de Esmeraldas aparece la empresa Veolia Environnement, cuyo apoderado especial es el abogado Bayardo Poveda Camacho del estudio jurídico Bustamante & Bustamante, empresa que se benefició de los primeros contratos millonarios en la Refinería Estatal Esmeraldas, de la mano generosa de Carlos Pareja Yannuzzelli (Capaya) y Alex Bravo Panchano.

Sobornos Odebrecht

El diario brasileño O Globo publicó en la noche del jueves 03 de agosto una información en la que indicaba que José Conceição Filho, exdirector de Odebrecht en Ecuador, pagó por lo menos 14,1 millones de dólares en sobornos entre 2012 y 2016 al vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas.

En su declaración, el exfuncionario de Odebrecht señala las transferencias que supuestamente hizo con Glas y con Ricardo Rivera (tío de Glas) y a quien identificó como su intermediario. Para mala suerte del ‘muy señor vicepresidente’, Conceição grabó las conversaciones con ambos, para producir una prueba que corroborara sus relatos.

O Globo indica que la asociación con Rivera y Glas rindió ganancias millonarias a Odebrecht, permitiendo, según Conceição, que la empresa se hiciera con la hidroeléctrica Manduriacu, el trasvase Daule - Vinces, el terraplén de la Refinería del Pacífico, la construcción del acueducto La Esperanza, y el Poliducto Pascuales-Cuenca. En otro material audiovisual que Conceição entregó como prueba, Glas aparece ya como protagonista en una cita del 29 de junio de 2016 en el gabinete de la Vicepresidencia.

¿Cómo afecta al país la corrupción del muy señor vicepresidente?

Luego de estas develaciones del diario brasileño O Globo y que desmontaron todo el libreto del ‘muy señor vicepresidente, Glas no puede negar que es el heredero y fiel representante del correísmo en su expresión más alta: corrupción y autoritarismo. Los principales escándalos de corrupción aparecen en los contratos de los sectores estratégicos, donde él tuvo responsabilidad directa.

Transparencia Internacional publicó su informe anual sobre percepción de la corrupción a nivel mundial con no muy buenos augurios. Más de dos tercios de los 176 países y territorios en el índice están por debajo del punto medio de la escala de 0 (muy corruptos) a 100 (muy transparente), siendo el puntaje global promedio de 43, lo que indica una corrupción endémica en el sector público a nivel mundial. Ecuador se ubicó en el puesto 31, siendo uno de los países más corruptos de Sudamérica, solo por encima de Paraguay (Editorial Arturo Moscoso, El Comercio).

Según las Naciones Unidas, en los países denominados en vías de desarrollo se calcula que debido a la corrupción se pierde una cantidad de dinero diez veces mayor a la dedicada a ayuda oficial al desarrollo. La corrupción hace aumentar hasta en un 40% los costos de construcción de infraestructura de abastecimiento de agua, lo que hace que anualmente sean necesarios hasta 12 000 millones de dólares más para ofrecer agua potable y saneamiento, según el PNUD. Mientras, el Foro Económico Mundial calcula que la corrupción aumenta el costo de hacer negocios hasta en un 10% de promedio.

Estas valoraciones y datos permiten señalar que la corrupción no solo tiene un peso moral sino un peso material, que de alguna forma se lo puede cuantificar económicamente. Tomemos como referencia los 14 millones de dólares que por conceptos de coimas habría cobrado Jorge Glas y su tío, según las denuncias del diario brasileño O Globo. Estamos hablando de las siguientes inversiones según el Presupuesto General del Estado consolidado por entidad gastos (usd dólares) ejercicio 2016:

Universidad Estatal de Bolívar 15,149,976.00; Universidad Estatal del Sur de Manabí 13,191,415.00; Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria - IEPS 11,263,282.60; Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional -SECAP 14,275,361.05. Es decir, la corrupción - sobornos de Odebrecht a Glas y su tío, equivale al presupuesto de una universidad pública (Universidad de Bolívar o Universidad del Sur de Manabí), del IEPS o SECAP.

No olvidemos que el “muy señor vicepresidente” cada vez que busca defenderse, habla de sus responsabilidades en la reconstrucción de Manabí y resulta que se llevó a sus bolsillos el presupuesto económico de un año (2016) de la Universidad Estatal del Sur de Manabí.

Vale preguntarnos: ¿cuántos cupos para bachilleres que buscan ingresar a la universidad se pudieron haber generado con 14 millones de dólares?

El país debe ser concsiente y sobre todo los organismos de justicia que hay cosas por demás claras y que no hace falta que el muy señor aparezca con firma y todo cobrando los cheques: lo hizo a través de su tío. Todos los movimientos de Rivera contaron con el aval de Glas, quien lo ubicó en puestos claves y le designó para gestiones “delicadas”: fue su tesorero.

“El muy señor”, días atrás, habló de golpe de Estado blando. Seguirá sosteniendo que “la oposición lo ha tomado como blanco, con el propósito de desestabilizar al Vicepresidente, buscando destituirlo”. Sin duda, desde su punto de vista él es la víctima. Una forma muy cínica de eludir sus responsabilidades y evadir a la justicia, ganando tiempo para esconder aún más sus fechorías.

No hay y no habrá ningún golpe blando, hay cuestionamiento y exigencia de poner fin a la corrupción de la que es abanderado, Jorge Glas tiene que rendir cuentas de sus actuaciones corruptas en los siete años que estuvo a cargo de los sectores estratégicos, debe ser juzgado penalmente como el responsable de anidar y proteger la corrupción en las altas esferas del Gobierno y condenado a devolver los miles de millones de dólares, que tanto él como sus familiares y compinches le robaron al país.

*Presidente Nacional FEUE