¿Cómo podríamos descubrir que es arte si no nos tomamos el tiempo de conocerlo, de observar cada detalle de cada figura, de sentir las pinceladas, ya sean hechas por amor o por odio?
¿Por qué no todas las personas son capaces de ver el arte en las cosas? Son tan simples y medidos que no se dan cuenta que ciertas cosas, ciertos lugares, ciertas personas tienen su belleza y arte en sí. ¿Es que acaso la persona correcta es aquella que puede verlo todo? Todos somos capaces de ver una pintura, apreciarla o criticarla, pero sólo vemos eso; no hay más allá. Lo que hace una obra de arte, arte, no es el resultado sino las situaciones, los lugares, los sentimientos, las formas y la pasión. Alunas pinturas son más complejas que otras, pero hablamos de arte; no de números. La belleza detrás de cada una no será la misma. Los matices cambiarán. Lo que transmitan será diferente. No hay pinturas que puedan ser duplicadas o copiadas exactamente igual, ni siquiera hechas por el mismo artista.
¿Cómo podríamos descubrir que es arte si no nos tomamos el tiempo de conocerlo, de observar cada detalle de cada figura, de sentir las pinceladas, ya sean hechas por amor o por odio? No puedes decir que una pintura no te gusta sólo porque los demás consideran que es vacía. Tu pintura favorita puede que no sea igual que la de las demás personas y eso no está mal. Puedes también mirar más pinturas, unas más hermosas que otras, unas más llenas que otras, felices, tristes, coloridas o sobrias, pero al final del día sigues observando la misma pintura que observabas desde el principio; no la comprendes del todo, pero la suma de todas sus partes la hace una obra de arte que sólo tú puedes amar de la forma en que lo haces.
Algunas personas son buenas en algo, otras son buenas en muchas cosas, y hay personas que sólo se dedican a vivir sin preocupaciones, pero lo que es más importante es que cada quien es dueño de las pinturas que usa y los pinceles que moldean su propio cuadro, y sólo cada quien decide si otro artista es capaz de alterar su obra ya sea para bien o para mal. Únicamente el artista tiene el poder de crear un cuadro que lo identifique, pueden haber fallos en el proceso, y puede terminar con trazos que no estaban en mente, pero eso es parte de ser un artista; vive para diseñar vida, no para que la vida lo diseñe a él.