El amor, la magia que muchos ansían en su día a día o solo esperan conservar por el resto de sus vidas, el castigo que otros reciben por su eterna espera y duda al enfrascarse en su creciente temor al fracaso o cualquier pensamiento negativo a cargo de cohibir cada vez más el intenso afecto en aumento, o simplemente ese sentimiento que buscas por internet, libros e historias pero que no consigues definir ni entender a tu comodidad pero que de igual manera deseas recibir, entregar y atesorar.
Amé, amé esos momentos en los que la vergüenza se apoderaba de mí al tenerte frente a mí sonriendo en completa calma mientras que mi mente, cuerpo y alma se hallaban tan turbados por tu simple compañía sintiendo tan injusta la situación al creer que mi persona era la única afectada por ese encuentro que suponíamos debía ser tan casual como lo era antes del primer beso, el primer abrazo y el primer Te quiero regalado.
Amo, amo cada lágrima que brota de mis irritados e hinchados ojos al leer cada palabra, recapitular cada mirada e intensificar cada gesto del momento en el que nuestro llamado romance se ve atacado por las flamas de la inseguridad al no creer en nuestras promesas, al dudar de nuestro amor que cada día luce más afectado por nuestro creciente descuido, y al creer en la opinión ajena a nuestra situación que no hacía más que dañar y arruinar nuestro hermoso cortejo, siendo lo peor de esto la manera en que ambos permitimos que cada uno de esos martirios acabase con todo.
Amaré, amaré las veces que nos encontremos por las calles en nuestras cotidianas actividades, cada vez que una noticia tuya llegue a mis oídos calmando mi corazón al saber que continuarás con tu vida así como yo intentaré continuar con la mía, las sonrisas y saludos ofrecidos en las fiestas, reuniones o paseos en los que nuestros caminos se vean nuevamente entrelazados sanando nuestros irritados e hinchados ojos de los cuales las lágrimas dejarán de brotar, calmando los estragos generados cuando los encuentros que debieron ser casuales se convertían en las hazañas más embarazosas y significativas para ambos, amaré cada vez que te vea otra vez recordando las preciosas sensaciones que experimente en mi tiempo junto a ti.
Amaré volver a recordar lo que fue cuando te amé, lo que es cuando te amo y lo ya será cuando te vuelva a amar.