Ya estoy tan acostumbrado a decir genial, que no sé qué otra cosa decir aparte de genial. Tu forma de ver el Tiempo es auténtica, hasta el punto de que leyendo tus comentarios, no dejo de preguntarme si Mircea Eliade se inspiró en alguien tan sorprendente y especial como tú para hacer su novela La noche de San Juan. Con respecto a la serpiente que asciende por la pierna izquierda del Crucificado...No me tientes.
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pues mira... estas dos son las que me iba a comer ahora:
Toma, una pa ti.
pd: El primer manzamiento... Come y VERÁS.
Ja, ja...vade retro, Manzanás... Se agradece la manzana. En solidaridad con Eva, ya voy sintiendo el calorcillo del pecado.
Si estuvieras en Teruel, pecarias a cada minuto, hace un frio!
Pero si estás en Madrid, cada 5 ya va bién.
pd: con lo de Manzanás... anda que no me he reído!!!!
Tendré en cuenta a Mircea Eliade, (ya sé que es un delito no haberlo leído), pero me ha picado la curiosidad. Muchas Gracias Juancar.
Uf, Teruel. Tengo una deuda de investigación con Teruel, que no te puedes imaginar. Si para los demás que piensan que no existe, Teruel para mí guarda tesorazos que en cuanto pueda me tengo que currar. Sobre todo porque allí, en Bordón, tenéis la Rosslyn templaria española. Mircea fue un gran hermeneuta que si lo acompañas con Jung y ese arte que tienes, romperías esquemas. Aunque, bien mirado, ahora me siento como la abuela de Mefistófeles tentando a Eva.
: ) Ahora estoy y soy de Barcelona, lo de Teruel venía, por que estuve hace poco y recuerdo ese friooooo!. Pero razón tienes, guarda los mejores secretos, de esta, nuestra España... pero qué decirte a ti, que bién lo sabrás... ¿hay algún lugar en España que no tenga tesorazos?
Un saludo y que te vaya bién con Eva.
Ja, ja...te fuíste desnudo del paraíso, como Adán y nada menos que a Teruel. Ya se siente el frío incluso a cien kilómetros, en Molina de Aragón, conque no te digo ná...En esta vieja y pelleja piel de toro hay tesorazos en cualquier lugar a donde vayas. Eso es lo que más me gusta y a la vez lo que más me disgusta. Tesoros nuestros, de todos, andan por ahí rulando que ni te imaginas. En Barcelona tengo muy buenos amigos y muy buenos recuerdos. Estuve hace tres años y disfruté como un enano: Gaudí, Montserrat, las catedrales, el Barrio Gótico, la calavera del puente de la calle Bisbe, el Cuatre Cats, la casa Ametller...cachis que la Pedrera me la tenía tapaíca por reforma. Pero ya te digo, salí mareadito, con una buena cantidad de gigas en fotografías y vídeos y un cuaderno de notas a rebosar. Cuídamelos bien, eh, que tengo que volver.