Cuentos de Mariq: El Monje

in #art7 years ago

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I

Presurosa me dirijo a la puerta que he de atravesar para buscar "eso", pero mis pasos son detenidos por una figura alta que me flanquea la entrada impidiendo que lo tome. Su cabeza levemente inclinada parece mirar algo, o quizás esté durmiendo. Su hábito raído denota que es un monje de edad indefinida, un monje venido de la edad media. Sostiene una hoz con la mano derecha huesuda y grande, es un monje que labra la tierra y está descansando un rato de la dura faena, y no encontró mejor lugar que esta puerta que he de atravesar para buscar "eso". Miro a mi alrededor y todo está cubierto por la soledad de un paisaje gris y mortecino, frío y marchito, donde la neblina cae lentamente cubriendo los campos, separándome de un mundo que sin saber he abandonado.

II
El monje luce exhausto, cansado, es tal su debilidad que se recostó a un lado de la puerta y yace como si estuviera muerto. Quiero hablarle pero sin un cuerpo físico me es imposible, entonces uso mi mente y descubro sorprendida los pensamientos del monje que me dice cuáles son mis intenciones, y que me olvide de ello. No permitiré nunca que tomes control de "eso", me dice, si eso ocurre mi poder disminuirá, seré una representación burlesca de autoridad, apenas un guiñapo, aunque…y aquí se detiene como sopesando sus palabras.

III
Palabras que salen arrastrando cada silaba, cada acento, cada coma. En la balanza las pesa, las mide, las huele, las saborea, para a la final decirme que tengo el poder, pero no sé como utilizarlo y esa es una ventaja que le permite doblegarme. Me pregunta qué impresión le causé la primera vez que lo vi. A mi memoria viene el hombre de la guadaña, el hombre que representa la muerte. El ríe, es lógico, murmura. “Creerás en lo que nosotros queramos” dicen los manipuladores de pensamientos. Se apoyan en tus temores más profundos como el abandono, la soledad y el castigo.
Con gran esfuerzo se levanta y al notar su debilidad se estremece. Yo no soy la muerte, dice exhausto por el esfuerzo, yo soy el MIEDO.

IV
Han pasado los días, han pasado las noches, y pasan las horas y pasan los sueños. El monje luce muy cansado, sentado al lado de la puerta que guarda "eso", realmente luce muy mal, es tal su debilidad que no creo que ponga mucha resistencia si lo tomo. Lo cuida con tanto afán que uno podría pensar que es la clave, la llave que abre todo. Mi pensamiento me lleva ante el portón y es detenido por una fuerza que no me deja avanzar y tomarlo, es tan fácil pensarlo pero difícil ponerlo en práctica. Él como adivinando mis pensamientos, estira la mano y señalando el vacío me dice que si quiero obtener “eso”, primero tendré que pasar la prueba.

Este cuento es de mi autoría: @mariqyes #CuentosdeMariQ

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Me gusta tu trabajo y la secuencia de tus cuentos...

Gracias. también los tuyos son muy buenos. Saludos

Me encanto! Buena pluma!

Gracias muy amable

Muy creativa, buena redacción, esperamos por el siguiente👍😁

Excelente @mariqyes
Propio de quien ama la literatura y se complace obsequiando entregas de calidad.
Éxitos.

Excelente comentario. Gracias