Desde el principio de los tiempos, desde que se usa la arquitectura con fines decorativos, se ha invertido mucho tiempo en hacer algo tan simple como las fuentes. En palacios, iglesias, calles, etc., nunca falta esta construcción, ya sea como uso evidente de poder beber agua, como elemento decorativo, este último que tiene auténticas maravillas repartidas por todo el mundo.
Aquí tenéis un ejemplo de esas fuentes que se han hecho para decorar, para dar ese ambiente fresco a un palacio construido alrededor de este elemento tan importante. El palacio de los Condes de Cervellón, un monumento con salas preciosas y jardines como el que os muestro, en medio del cual hay una fuente preciosa que le da vida al palacio.