Cierto los recuerdos son llamativos y se encuentran envueltos en una dulce caja de melancolía, pero a veces son tan adictivos que no te sueltan. Que suerte tuvo Juliana de que Ophelia la auxiliase.
Cierto los recuerdos son llamativos y se encuentran envueltos en una dulce caja de melancolía, pero a veces son tan adictivos que no te sueltan. Que suerte tuvo Juliana de que Ophelia la auxiliase.
no es difícil pero tampoco imposible, las melancolías no son del todo malas, malo es que tus sonrisas se acaben por culpa de ellas.