El Mito de Prometeo es un ejemplo precioso de la energía que representa el planeta Urano.
Prometeo en un acto de rebeldía robó el fuego a los Dioses del Olimpo para dárselo a los hombres y por ello fué castigado encadenado a una roca donde cada día una águila devoraba su hígado.
El fuego sagrado puede interpretarse como la luz que el conocimiento aporta a la consciencia. Pero al usurpar el conocimiento divino de las fuerzas inconscientes de la naturaleza el hombre no solo sufre una ampliación de la consciencia sinó también un castigo de los dioses. De forma análoga, el movimiento típicamente acuariano de ampliación de la consciencia mediante el conocimiento, lo eleva por encima del humano de su tiempo, pero también lo aleja por eso de la humanidad, debido a ese conocimiento ya no puede volver entre los hombres, lo cual provoca separación y soledad(aspecto saturnino del signo de Acuario), las cuales representan el castigo de los dioses.