Luciérnagas

Comerciantes nocturnas
con su paupérrima analogía de luna,
imitadoras de un foco que apenas
ilumina la sombría acera de a ratos.

Vuelan, transeúntes;
sin asarse unas a las otras con sus centellar propicio
y su desbocado afán de tejer minuciosamente un atrapasueños.

Una tras otra, con su comedido vuelo
descontrolado, desorientado, desequilibrado
revuelven lo diáfano con su centellar propicio.

Pululan,
dentro del mismo ámbito de faena,
con su propicio centellar, pululan.

Autor: Luis Bello.