La popular criptomoneda se ha convertido en una carnada para todos aquellos que les gusta el dinero fácil. Atrajo tanto a expertos en lo que se refiere a compra/venta de valores financieros de alta volatilidad (opciones, futuros y forex), como a curiosos que viendo la escalada furiosa no se querían perder el tren.
Muy lejos quedo el objetivo y anhelo de los precursores y su creador Satoshi Nakamoto, la filosofía de la libertad financiera sin intermediarios y des-centralizada.
Hoy en día este grupo se reduce a una minoría casi insignificante de los tenedores, ya que el grueso del dinero que ha entrado al mercado de las criptomonedas, es el que ingreso durante 2017 atraído por proyectos que utilizan la tecnología subyacente al Bitcoin, la Blockchain, para aplicarla a todo tipo de actividad. Desde casas de apuestas, corretaje de propiedades, vuelos aéreos y por supuesto intermediación financiera. Aun así, muchos de estos capitales, tampoco están interesados en dichos proyectos, sino más bien los ven como una oportunidad que los haga ricos de la noche a la mañana, si es que al momento de salir a cotizar al mercado son bien recibidos y logran multiplicar varias veces su precio.
Ahora bien, haciendo alusión al título de la publicación, para todo esto es necesario ingresar al mercado a través del Bitcoin, el padre de todos estos hijos bastardos, o en menor medida Ethereum que es la segunda plataforma seria en todo este asunto. Esto es porque en las ICO, el evento en el cual una nueva moneda sale al mercado, la manera de adquirirla es a través de los medios nombrados anteriormente. Por lo tanto, el flujo del dinero sería el siguiente: capital inicial en moneda fiduciaria, principalmente dólares estadounidenses, con él se adquiere BTC mediante cualquier plataforma (brokers o face to face), luego de ahí a la moneda en cuestión.
Según mi humilde análisis esto mantiene cautivo el capital en todas estas alts-coins de carácter especulativo. Por ende, como se vio en estos últimos días, ante el menor pánico sea cual sea el desencadenante (FUDs, cierre de exchanges, persecuciones gubernamentales) todo este capital tiene que salir por donde entro y nuestro querido BTC solo pasa a ser un pasa manos.
Para comprobarlo se puede ver claramente que cuando BTC sube contra USD (dólar), las alts-coins suben contra BTC y suben en mayor medida contra USD. Y por el contrario cuando BTC baja contra USD las alts-coins se derriten contra este último.
Se está viendo un escenario semejante al de la burbuja de las punto com de fines de los 90s. Nadie se queda fuera y todos lanzan su criptomoneda personalizada, de hecho, ya hay sitios que permiten hacerlo desde una web interactiva ad hoc. Haciendo una analogía, se puede predecir que solo van a sobrevivir aquellos emprendimientos que realmente tengan valor, sean innovadores, aporten a la sociedad y sobre todas las cosas sean rentables.
Así como hoy en día tenemos un puñado de redes sociales que lograron imponerse, cada una con su fuerte que las diferencia. En el mundo de las criptomonedas estimo que pasara algo semejante. Quedaran cuatro o cinco que nos permitan realizar todo tipo de actividad de manera eficiente.
Nuestro querido Bitcoin está luchando cuerpo a cuerpo contra sus falencias de escalabilidad, es aquí donde la comunidad debe exigir y proponer las mejores ideas para sacarlo adelante y si bien dudo que se imponga como un medio de transacciones masivo, al menos se lo utilice como refugio de valor.
Ojalá rápidamente se descarten todos los proyectos basura y estafas y nos encaminemos durante este 2018 a la consolidación definitiva de las criptomonedas.
Como consejo a todos aquellos que recién se inician y quieren entrar al mercado, hagan un análisis serio de lo que compran, diferencien entre proyectos en funcionamiento o promesas bien redactadas desde una linda página web. Si tienen la posibilidad asesórense técnicamente, lean los whitepapers y cerciórense de que sea viable implementarlos y en qué etapa del desarrollo están. A todos nos gustan ganar un 1000% en apenas semanas, pero tengamos en cuenta que esa es la excepción no la regla de todos los mercados.