Un muy querido amigo, Geoffrey, quien se dedicó por años a ser corredor de bolsa en N.Y. para posteriormente dedicarse, de manera muy exitosa, a los bienes raíces en Miami, inspirado por el despegue que ha tenido la criptomoneda que ha tenido hoy, que ha superado, con mucho, la barrera de los US$17,000 por unos momentos, mantuvo con algunos amigos una conversación sobre el tema.
Para decir lo que dice, se basó en su amplia experiencia en el mundo financiero para hacer las afirmaciones que hace. Como entusiasta de las criptomonedas no estoy muy de acuerdo con sus conclusiones, pero definitivamente, cuando alguien así habla, hay que escuchar.
Perdonen el estilo. No es un artículo. Al ser una conversación sobre el tema, y aunque le he corregido un poco, usa expresiones un poco fuertes y el hilo a veces no es muy coherente; pese a ello, he decidido dejar más o menos intactas sus palabras para que el mensaje sea tal y como él quería expresarse. Reproduzco lo escrito por él con su permiso.
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Existe una idea errónea muy importante sobre Bitcoin: la propiedad de Bitcoin no te otorga la propiedad de la tecnología.
Yo, sin tener un solo Bitcoin, poseo tanta tecnología de Bitcoin como alguien que posee un millón de Bitcoins; es decir, exactamente ninguno. Es como cuando tienes $1,000 en una tarjeta de débito Visa: esos $1,000 no te dan parte de la propiedad de la red de Visa a menos que realmente poseas algunas acciones de Visa.
Poseer Bitcoin te da derecho a… ¿qué, en realidad? ¿Bits digitales?
Puedo entender a los aficionados originales de Bitcoin. La economía global está viviendo más allá de sus posibilidades y financiando su estilo de vida mediante la emisión de una gran cantidad de deuda. Normalmente, este comportamiento causaría mayores tasas de interés e inflación, pero no cuando tienes Bancos Centrales, quienes simplemente compraron esta deuda recién emitida y redujeron las tasas de interés a niveles cercanos a cero.
Como el oro, Bitcoin es imposible de valorar. ¿Cuánto vale? No tiene flujos de efectivo. ¿Una moneda vale $2, $200 o $20,000?
Pero los estrategas de Wall Street ya han descubierto cómo modelar y valorar a esta criatura. Sus modelos se conforman de esta manera: Si solo ‘X’ por ciento de la población mundial compra ‘Y’ cantidad de Bitcoin, entonces, debido a su escasez, valdrá la pena ‘Z’. En la superficie, estos tipos de modelos aportan una aparente racionalidad y una valoración casi comercial a un activo que no tiene ningún valor inherente.
Puedes dejar volar tu imaginación con ‘X’ y ‘Y’, pero la simple verdad es esta: Bitcoin no es valioso.
En 1997, cuando el valor en bolsa de Coke (NYSE: KO) comenzó a rivalizar con algunas puntocom (antes del Crash del 2000), los alcistas usaron esta matemática: "El consumidor promedio de Coca-Cola en los mercados desarrollados bebe 296 onzas de Coca-Cola al año. Estos mercados representan solo el 20% de la población mundial".
Y luego el remate: "¿Pueden imaginarse las ventas de Coke si solo el X% del resto del mundo consume 296 onzas de Coke al año?" De alguna manera, el resto del mundo todavía no consume 296 onzas de Coke. Veinte años después, el precio de las acciones de Coke no está muy lejos de lo que era entonces, pero en el camino disminuyó un 60% y se mantuvo allí durante una década. Sin embargo, Coke era una compañía real con un producto real, ventas reales, una marca real y flujos de efectivo reales, tangibles y generadores de dividendos.
Si no puede valorar un activo, no puede ser racional.
Vamos a mentalmente (solo mentalmente) comprar Bitcoin hoy a US$11,000. Si sube un 5% por día como un reloj y llega a $110,000, no necesita racionalidad. Solo compra y regodéate. Pero, ¿qué haces si el precio baja a US$8,000?
Probablemente dirás: "No es gran cosa, creo en las criptomonedas". ¿Y si luego va a US$5,500? La mitad de tu dinero duramente ganado se ha ido. ¿Compras más? Confía en mí, en ese momento los artículos de celebración que estás leyendo hoy habrán desaparecido. Las increíbles historias de un fontanero convirtiéndose en un millonario de la noche a la mañana con la ayuda de Bitcoin no será el agrado a las redes sociales. Como no tienes idea de lo que vale esta criptografía, no hay un centro de gravedad que te guíe ni a ti ni a nadie más para tomar decisiones racionales. Con Coke u otro negocio real que genere flujos de efectivo reales, al menos podemos tener una conversación inteligente sobre lo que vale la compañía. No podemos tener uno con Bitcoin. La operación "X veces Y = Z" será reaplicada por Wall Street hasta que pasen a otra cosa con la cual jugar.
Las personas que compran Bitcoin hoy lo hacen por una simple razón: FOMO: miedo a perderse el boom (o “Fear of Missing Out”, por sus siglas en inglés). Este comportamiento es tan predominante en nuestra sociedad que incluso tenemos un acrónimo para él. Actualmente, Bitcoin tiene un precio de US$15,000 porque el tonto que lo compró por US$15,000 espera que haya otro tonto que pague US$16,000 por ello mañana.
Este juego de tontos más grandes no es nuevo: los holandeses lo jugaron con tulipanes en el 1600 y no terminó bien. Los estadounidenses llevaron el juego a un nuevo nivel con las puntocom a finales de la década de 1990 y sabemos eso terminó en lágrimas. Como también términaron mal los respectivos booms de las materias primas en los 70’s y 00’s. Y ni hablar del boom del crédito subprime, aún sentimos los efectos de esa crisis.
Otro tema: el anonimato de las criptomonedas las convierte en un paraíso para quienes evitan los impuestos con negocios turbios: a los gobiernos no les gusta eso. El Gobierno chino prohibió las criptomonedas en septiembre de 2017 y es más que probable que muchos gobiernos occidentales sigan (sin ir más lejos, en estos momentos se está pasando una ley en México, llamada "Fintech", que, entre muchas otras cosas, empieza a regular las criptomonedas). Si pensabas que prohibir un competidor sólo puede suceder en un régimen dictatorial como el de China, piénsalo de nuevo, porque de hecho ya tenemos antecedentes claros: con la Orden Ejecutiva 6102 en 1933, el presidente Franklin D. Roosevelt declaró ilegal que los ciudadanos de Estados Unidos "acumularan monedas de oro, oro en lingotes o certificados de oro".
Sin embargo, nada de lo que he escrito arriba importará hasta que lo que predigo suceda. Bitcoin puede subir hasta $110,000 a fines del 2018 antes de que se reduzca a... Nada. Así es como funcionan las burbujas. Solo porque lo llamé una burbuja no significa que saltará automáticamente.
Y es paradójico, vivimos en una era de crédito barato con el cual podemos comprar miles de activos que sí dan un buen flujo de ingresos. Podemos comprar activos de dinero fijo sin usar casi dinero.
Es aquí donde la experiencia de la vida vale todo el dinero del mundo.
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Crédito de imágenes 1 y 2: https://www.bitcoin.com
Crédito imagen 4: https://www.linkedin.com/pulse/15-years-later-nasdaq-beats-dot-com-crash-ricardo-goncalves
Esto es tan real, mejor no se pudo entender! por eso a jugar el juego sin depender de ello