Hoy estoy convencido de que soy parte de la solución y no del problema.
Yo creo que nuestra Venezuela necesita mas sensibilidad humana, mas gente que de verdad la quiera.
Personas que se comprometan a trabajar por las personas, sin banderas políticas, de lo económico o de la influencia religiosa.
Hoy Venezuela carece no solo de “buenos políticos”, también carece de sensibilidad humana y de ganas reales de ayudar a crecer, no a depender de un tercero.
En mi país hace falta mucho para la construcción del país que soñamos, que muchos queremos, pero que pocos, día tras día buscan conseguir.