A través de ti
Sé muy bien que he cometido muchos errores, que, todo lo que he hecho a estado mal;
pero, realmente no puedo seguir viviendo así. (Ana, a los 20 años de edad, a punto de
suicidarse)
10 años atrás
- Corre, Ana, corre…
Y eso fue todo, solo silencio y tranquilidad; se podía percibir lo que venía, y yo lo sabía,
pero nunca preste atención a ello. El día había iniciado muy soleado, las aves andaban de
aquí para allá, niños corrían, excepto yo; siempre estaba posada en la sombra de un roble
muy alto, en el que me sentía en paz; pero en esa ocasión era distinto, uno de los niños
que correteaba me había llamado, lo ignore por completo, (prefería quedarme sentada
escribiendo, aunque para ellos no era normal en una chica de mi edad). - Vamos Ana, levántate, ven a jugar…
La verdad esas palabras fueron extrañas para mí, digamos que yo era una especie de
marginal, prefería estar sola; aunque si lo pienso mejor, hubiera sido preferible levantarme
cuando él me lo dijo. Pensé por unos minutos, y fui, pero, algo había sucedido, escuche
gritos, todos corrían, no entendía que pasaba, y no hice más que quedarme allí mirando a
todos correr desesperadamente; sentí una mano fría que me tomo y halo con mucha
fuerza, luego, BOOM.!! Una explosión, y perdí el conocimiento.
Recuerdo al despertar, estaba cubierta de sangre, miraba a mí alrededor, y todos
lloraban, gritaban y se lamentaban porque al parecer habían muerto sus familiares. - Dios, ¡mi madre!
A mi mente vino su imagen clara en la cocina de la casa, preparando las tartas que tanto
me gustan, esperando a que yo regresara para luego tratar de hablar conmigo, aunque
supiera que yo me quedaría callada; llore como nunca en mi vida, quería entender que
era lo que estaba ocurriendo, pero nadie respondía mis preguntas, solo caminaban de un
lado a otro tratando de ignorarme.
En ese momento me di cuenta de que si no salía de allí por mí misma, nadie me ayudaría
a descubrir que era lo que había pasado; y así lo decidí; espere a que anocheciera, y
cuando ya nadie estaba a la vista, tome una botella de agua, la guarde en mi falda, e
inicie el camino. Fue entonces cuando emprendía mis pasos en ese sendero nublado y
frio que empecé a pensar en mi madre, si estaría viva, o simplemente ya no existiría,
recordé a mi padre, al que nunca conocí, pero a pesar de eso, me hubiera gustado
conocer; BOOM.!!, Dios no, otra vez, no encontraba hacia donde correr, solo veía luces
en el cielo moviéndose rápidamente, se oían disparos, gritos sin parar, y allí estaba, venia
hacia mí una tropa de soldados, pensé – Ok, ellos de seguro me ayudaran- pero no,
cuando levante mis manos para pedir ayuda, uno de ellos me apunto con su rifle y disparo
(ese fragmento de segundo en el que vez pasar tu vida delante de tus ojos), nunca lo
olvidare; me eche al suelo lo más rápido que pude, pero la bala rozo mi mejilla, estaba sangrando, pero no podía detenerme tenía que continuar a pesar de todo. Había un rio a
la distancia, y salí corriendo hacia allí, me sumergí, y veía como las balas pasaban a mi
lado, yo solo imploraba porque ninguna lograra tocarme, y contuve la respiración lo más
que pude, hasta que las luces desaparecieron; saque mi cabeza lentamente del agua y
todo se veía desolado, pero aún podía observar a lo lejos personas dirigirse a un
campamento, no quise mirar atrás, y simplemente me oculte debajo de unas ramas, y allí
espere a que amaneciera...
el amor siendo el gran protagonista