Luisa era una señora de unos 44 años, trabajadora, profesional, la verdad bastante simpática, tenía sus cabellos rubios y ojos claros, aún a sus 44 años y con las características descriptas, no había tenido suerte en el amor. No había hallado al amor de su vida, ella deseaba tener una familia: un esposo y 2 niños: una niña y un niño preferiblemente, pero el tiempo para eso se le estaba acabando y aún guardaba esperanza de cumplir su sueño.
Fernando un compañero de trabajo de Luisa, un señor 3 años menor que ella le confesó su amor por ella. Ella sin pensarlo dos veces le dijo que sí, que lo aceptaba como pareja, esta era la oportunidad de Luisa de cumplir sus sueños de casarse y tener una familia.
Al poco tiempo se casaron, y Luisa sin perder tiempo, salió embarazada, ella ya cumplía 45 años para ese entonces. Ella presentaba un problema de salud: era hipertensa.
La verdad se cuidaba muy poco, una amiga de Luisa, Marly, le daba muchos consejos para que se cuidara durante el embarazo, pero ella hacía caso omiso.
Pasaron los nueve meses, llegó el momento del parto, Luisa tuvo problemas con su embarazo, le hicieron cesárea por que tuvo serias complicaciones.
Nació el bebé era un varoncito, nació sano, con buen peso y estatura. Luisa a pesar de las complicaciones que tuvo, estaba estable y feliz con su bebé.
Un año después de haber dado a luz, luisa desea tener otro bebé, esta vez buscando la niña para tener el par. Su médico le recomendó que no era recomendable, por su edad y por su problema de salud.
Aconteció que salió embarazada de nuevo a pesar de las advertencias de su médico. Este segundo embarazo fue bastante complicado para ella, desde los cuatro meses Luisa mantenía su tensión alta, la medicaban y le sugerían reposo absoluto. Su embarazo fue calificado como un embarazo de alto riesgo.
Luisa tendría una niña, esa noticia le agradó, pues ella deseaba esa niña con todo el alma.
Mientras tanto, Fernando y Marly estaban muy preocupados por el estado de salud de Luisa, la regañaban si la veían comer algo indebido; Luisa se dejaba llevar por los antojos, si le provocaba comerse una hamburguesa, ella no escatimaba los gastos ni las consecuencias.
A los seis meses de embarazo, la tensión de Luisa empeoraba, la llevaron de emergencia, la medicaron y la mantuvo estable por unas horas, los médicos tenían que tomar una decisión rápida: Madurar los pulmones de la bebé para ver si podían salvarla.
Transcurrió que Luisa entró en crisis, le dio un paro cardiaco, sufrió lo que se conoce como ‘eclampsia’ y no hubo tiempo de madurar los pulmones de la criatura, así que la intervinieron de inmediato. Le hicieron una cesárea y extrajeron el cuerpecito de la niña sin vida. Ella entró en coma por varios días, los médicos no garantizaban su vida.
Así estuvo varios días, su esposo, su mejor amiga y su familia estaban consternados.
Pasados 7 días, Luisa volvió en sí, esta vez, se vio sin barriga, le dieron la mala noticia. ¿Destino? ¿Un hecho casual?
Debemos aprender de esta historia:
Si una mujer mayor desea salir embarazada, debe prepararse física y mentalmente para esto. Dejar de fumar, no beber licor, hacer ejercicio preferiblemente, dormir bien y sobre todo comer sano.
Moraleja
El destino lo creas tú con tus acciones, debemos hacernos responsables de nuestros actos y decisiones.
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Gracias, hasta pronto