Encuéntrame donde compiten las estaciones de tren.
Y la ternura de esa sonrisa sincera.
Ignora el tembloroso grito del alma.
Por la llave mágica de las puertas de los dos mundos.
Tú iluminaste mi alma con un rayo.
Nos convertimos en extraños
Y sin embargo, cerrando los ojos,
Cebra peatonal.
Pero en el idioma español hay reglas ortográficas que hay que cumplir.