Confundido, me detendré:
Queremos ser perfectos.
Había mujeres para mí, en el pecho.
Para la felicidad, necesitas tales pequeñeces...
Ordenaron el silencio.
Las lágrimas están por llegar.
Todo está listo para la pelota durante mucho tiempo,
Luchando contra el sable desde el hombro...
Pero cada caparazón no golpeó cuando se rompió.
Ella vuela a los cielos.
Porque? La pasas mal en tu casa?