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Durante años he pensado en cosas motivacionales. Tengo que admitir que soy una persona bastante negativa, y en algunas oportunidades, un absoluto dolor de cabeza cuando de ganas de hacer algo se trata. Pero más allá de esto, me he enfocado en encontrar alternativas para mantener esta mala actitud bajo control, e ir removiendo estos pensamientos de mi tren de vida de forma paulatina.
Por esta razón cuando encontré en Linkedin una frase como “Motivar no es dar ánimos, es dar motivos” algo hizo clic dentro de mi. Fue el momento en el que todas esas experiencias acumuladas y esas sensaciones de incomodidad cobraron sentido para mi. Por esta razón, me puse a pensar en ella, y a hablar un poco sobre lo que puede estar haciendo estragos en el sentimiento de validación. Y sobretodo, en porque necesitamos aprender la realidad de la motivación.
¿Qué es lo que conocemos como motivación?
Si te pido que pienses en la palabra motivación, es probable que lo primero que viene a tu mente no sea lo correcto. Nos han hecho creer durante muchos años que la motivación es algo muy diferente a lo que debe ser. Y esto nos hiere, como líderes, como empleados, como personas y sobretodo, como entes que tienen necesidades.
En la actualidad existe la firme creencia de que motivar a las personas se trata de darles ánimos, de decirles siempre palabras glucosadas, llenas de azúcar para mantenerlos en la ruta a su meta. Pero esto es muy lejano a la realidad de la motivación. La realidad es que debe ser algo completamente diferente, y mucho más profundo de lo que conocemos.
Sin importar lo bien que se sienta decirlo (estás ayudando a un amigo/compañero/conocido después de todo), la realidad es que tomar esta actitud al buscar motivar a alguien es contraproducente. Al final del día no estamos haciendo ningún cambio en su percepción, y les damos un sentido falso de seguridad. Si no afrontamos con la realidad las cosas, no lograremos que las personas salgan de los ‘huecos personales’ que se crean al momento de dudar de sus capacidades.
Por esta razón debemos considerar reevaluar cómo damos la motivación a otros, y sobretodo, como nos damos la motivación correcta a nosotros mismos. Es por eso que debemos recurrir a reencontrarnos con la realidad de la motivación: ¿Estamos haciendo lo correcto para motivarnos?
¿Cuáles son los errores en nuestra noción de motivación?
Evaluemos por un instante lo que decimos a las personas que queremos cuando buscamos motivarlos. Y aquí tienen que ser 100% honestos con ustedes mismos: ¿Qué es lo que hacen como sistema de motivación? ¿Les dicen que son excelentes? ¿Validan sus percepciones pero les dicen que pueden superar sus dificultades? ¿Dicen que todo estará bien?
Si contestas “Si” a dos de estas, estás entre el gran porcentaje de personas que quieren motivar, pero lo hacen de la forma incorrecta. ¡Y es más comun de lo que piensas! La verdad es que durante mucho tiempo se nos ha enseñado que la motivación consiste solo en animar a las personas. Esta noción no podría estar más alejada de la realidad.
Ahora, veamos lo que conocemos como motivación de forma objetiva. Para hacerlo sin embargo, debemos aprender lo que no es primero. Esto para evitar cometer este tipo de errores en el futuro.
Motivar NO ES:
- Decir cosas como “¡Tu puedes!” sin dar bases de cómo lograrlo.
- Decir lo que pueden lograr las personas al alcanzar tus metas.
- Buscar que sientan gratitud por las oportunidades si la persona está asustada de asumirlas.
- Insistir en que deben lograr lo que se proponen.
- Evitar validar la ansiedad que otros puedan sentir ante los retos que se presentan en sus vidas.
No es dar ánimos, es dar motivos
Es momento de afrontar las cosas directamente. Vamos a hablar de lo que es motivar en realidad y de cómo podemos hacerlo de forma efectiva. Lo primero que debemos reconocer es que es probable que estemos incurriendo en los errores de la motivación. Es decir, estamos dando ánimos en lugar de dar motivos.
Según las definiciones más básicas de la motivación, esta palabra viene de los vocablos motus o ‘movido’, y motius o movimiento. Esto sienta las bases para definir de forma concreta lo que es en realidad esta misteriosa palabra. Es descubrir las razones por las cuales se quiere o debe hacer algo, e impulsar para que la persona sienta que debe dar los pasos necesarios para cumplirlos.
¿Parece bastante simple, cierto? En realidad no siempre es el caso. Tenemos la creencia arraigada de que mientras más porras demos, más estamos motivando. Y es un error. En muchos casos, estamos “motivando” a las personas para hacer algo que en realidad no quieren. O que lo hagan por las razones incorrectas. Veamos como podemos dar de forma correcta este empuje para que nuestras tácticas motivacionales sean las mejores.
Ahora, estas son algunas cosas que debes comprender para poder dar motivación de forma correcta:
- Averigua que los impulsa: conocer lo que realmente quieren las personas es importante para dar motivación. Si lo haces sin saber, es probable que por mera presión social se sientan obligados a hacer algo que no necesariamente quieren.
- Piensa en necesidades: ¿Consideraste lo que otros necesitan? Cuando motivas, debes tener esto en cuenta. No toda la motivaciń es igual. En muchos casos, a veces basta con ayudarlos a encontrar el foco, otras veces, tienes que recordarles el foco. Por esto es importante que pienses individualmente al momento de motivar.
- No des ánimos excesivos: si, se siente bien insistir en que alguien puede hacer algo. Y quizá para nosotros funcione de maravilla en algunos casos. Pero debemos ponernos siempre en lugar del otro y nuevamente considerar si eso es lo que realmente necesitan. A veces un "¡Tu puedes!" bien intencionado puede ser un dolor de cabeza.
- Valida los miedos ajenos: una de las razones por las cuales muchas veces la motivación falla es porque no validamos la razón por la cual otros necesitan ser motivados. Comprender esto es la base para un dialogo que impulse a la otra persona a cambiar su percepción a una mucho más positiva.
¿Y si quiero hacerlo, pero no se como hacerlo?
¡Demos motivos al momento de hablar con otros! Incluso si no conocemos los pormenores, algunas preguntas certeras pueden ayudar a que otros comprendan realmente lo que los motiva. Son una buena forma de demostrar interés en el otro, sin dejar de lado el hecho de que no conocemos al 100% la percepcion de otros con respecto a su situación. De esta manera, podemos usar preguntas para lograr comunicarnos de forma efectiva y obtener la data que necesitamos para motivar.
¿Cuáles son estas preguntas? Estas son algunas de las opciones que puedes adaptar, y que puedes usar de modelo para que la persona a quien quieres ayudar te diga lo que los impulsa, o que encuentre por su cuenta su motivación.
- ¿Qué quieres hacer?
- ¿Es realmente lo que quieres?
- ¿Dónde te ves en un futuro?
- ¿Qué estás haciendo para lograrlo?
- ¿Por qué quieres lograr esta meta?
- ¿Qué crees que cambiará una vez lo hagas?
- ¿Por qué quieres hacer esto?
- ¿Qué piensas cambiar?
Es importante que sepas una cosa: estas preguntas no necesariamente serán bien recibidas. Por el mismo hecho de que conocemos la motivación como ánimos, muchos sencillamente no sentirán apoyados. Y es un sentimiento válido, pero para ayudar a veces hace falta tomar un rol más pragmático y convertirnos en una persona incisiva. En muchos casos, podemos lograr sacar a las personas del 'hueco personal' en el que muchas veces terminan.
Hablamos de lo personal ¿Cómo hacemos con el aspecto laboral?
Simple: nos enfocamos en los motivos que tenemos para hacer las cosas. Para muchos, el trabajo es solo una forma de obtener dinero. Y aunque no lo juzgo, pienso que tener esta noción dentro de una actividad en la que pasas muchas horas es algo necio. Deberiamos ser capaces de encontrar un sentido de motivación que nos permita ser mucho más felices con nuestro rol laboral, sea cual sea.
Más allá de pensar en el trabajo solo como una fuente de dinero, podemos pensarlo como algo que puede llevarnos de forma paulatina a nuevos roles dentro de nuestro campo. Cada paso que demos se puede convertir en una forma de acercanos a nuestras metas, cada acción que tomemos una oportunidad de aprender. No se trata de decir "Haré esto porque debo hacerlo" sino unir esta premisa con un "Lo haré porque debo hacerlo, y porque aprenderé algo de ello".
Te aseguro que una vez que tomes esa actitud, las cosas se sentirán menos pesadas. Es especialmente importante que sepas esto si tienes personal a tu cargo: si es así, entonces tu rol como lider implica motivar a otras personas a cumplir con el trabajo. Debes ser muy sutil al momento de hacerlo, buscando la eficacia en tu accionar. Encuentra formas en las cuales las metas de tu trabajo se alineen con las metas de tus colaboradores.
¿Qué piensas tu de la motivación?
Cuentame si crees que cometias el error de dar ánimos pensando que motivabas, y como tomarás las medidas para corregirlo. ¡Te animo a ser parte del cambio que llevará a muchos a convertirse en héroes de su propia historia! Motiva correctamente, y se parte del cambio que quieres ver.
-A.
¡Este tema que has escogido es grandioso! Me sentí identificada porque he estado en ambos lados. Me ha pasado que voy con la mejor de las intenciones a querer dar motivos a una persona, cuando termino es dándole ánimos o incluso desanimando aún más sin querer.
También me ha pasado que consigo personas que me dan ánimos, cuando yo lo que busco son motivos. Creo que especialmente en Venezuela es muy común olvidar los motivos. Ese norte suele tornarse algo borroso cada vez que algo que nos produce ansiedad viene a dar de lleno en nuestro rostro.
Es un excelente material y lo guardaré como referencia para leer de nuevo en un futuro.
Muy buen post que me llevó a reflexionar sobre cómo y en qué forma me motivo y motivo a otras personas, es un escrito que leeré varias veces para aprehenderlo. Gracias por compartir.