Hola Steemit, cumpliendo lo ofrecido, es un placer presentarle la segunda y última parte de la entrevista que le realicé al escritor venezolano Francisco Suniaga, autor de libros como La Otra Isla, El Pasajero de Truman, Esta Gente, Margarita Infanta, Adiós Miss Venezuela, así como numerosos artículos en medios como El Nacional, El Universal, Economía Hoy, Prodavinci, entre otros. Espero que este trabajo sea de su agrado.
Fue un placer y un honor haber compartido con Suniaga. Foto: Candelario Andarcia
Francisco Suniaga reúne una buena cantidad de artículos sobre algunos de los más conocidos políticos venezolanos del siglo veinte, publicados en su mayoría en el portal web Prodavinci.
-En el que escribiste sobre Carlos Andrés Pérez, supiste mostrar una parte descarnada de ese personaje.
-Yo incursioné en la política también. Fui un militante activo de Acción Democrática, incluso llegué a ser diputado suplente por el estado Monagas en las elecciones del 88. Dejé la política en el 98, y sin embargo yo admiro a los políticos, los admiro mucho, el político es un ser que no es igual al hombre común. Son capaces de hacer cosas que el hombre común no es capaz. Capaz de perseverar cuando el hombre común no persevera. Por eso tú ves cuando la oposición hace grandes manifestaciones, hace grandes cosas, se embarca en procesos que tienen una dinámica que se va potenciando hasta que llega a un punto. No alcanzaste el triunfo total, la gente se desencanta, entonces si convocan a una manifestación no van, pero los políticos no se desencantan, van al otro día a trabajar en eso, insisten.
-Muchos de mis artículos en Prodavinci han estado orientados hacia la exaltación del político como una necesidad social. No podemos prescindir de los políticos, porque cuando prescindimos de los políticos caemos en manos de los aventureros como Chávez. No hablo mal de un líder de la oposición en público, jamás, y eso que hay algunos que me merecen, me motivan, pero de eso se encarga el chavismo.
-Lo que está pasando ahorita en Estados Unidos, esa es una cosa extraordinariamente peligrosa, que alguien que no tiene ninguna formación política, -porque la política no se estudia, pero se aprende con su ejercicio-, entonces entre una político profesional como Hillary Clinton y un aventurero como Donald Trump escogieron al aventurero.
-A los políticos, como a todas las demás cosas las tienes que controlar. No puedes prescindir de sectores sociales, ¿cómo vas a prescindir de los sindicalistas, de los empresarios? Eso es lo que ha pasado cuando tú agarras y expropias las empresas. Las empresas las dirigen los empresarios y la política la hacen los políticos y no todos pueden ser políticos, hay que tener capacidades y entrenamiento para serlo.
-Eres un defensor del Pacto de Punto Fijo.
-Absolutamente. Te tienes que ubicar en el momento histórico. 1958. ¿Cuántos años de ejercicio democrático tenía la sociedad venezolana en 1958?. Quizás ninguno. Quienes ese año se constituyen en los líderes del país, Betancourt, Jóvito Villalba, Rafael Caldera, incluso el propio Gustavo Machado, es gente que viene desde 1928, cuando eran adolescentes, tratando de cambiar la historia política de Venezuela. Y en 1958 la cambian, ¿Por qué? Porque si tú consideras 1945, en ese año se inicia un proceso democrático, la gente votó, se eligió una Asamblea Nacional Constituyente, pero realmente fue un proceso muy sesgado y el resultado, cuando el gobierno comienza a ejercerse, se ejerce con un gran sectarismo y por eso es débil y por eso los militares a los tres años lo derrocan. En cambio, en el 58 ¿qué hacen los adversarios políticos?, firman un pacto donde dice “aquí lo importante es la democracia”, como el que hicieron lo chilenos cuando salieron de Pinochet, como hicieron los españoles cuando salieron de Franco.
-Actualmente somos cortoplacistas.
-Hacemos grandes avances y la gente no percibe eso. Yo escribí un artículo en Facebook, donde yo decía: “¡ojo! la protesta tiene que ser pacífica, no podemos creer que con esta protesta de calle van a derrocar a Maduro. Hay que tener cuidado con esto. Hay que buscar las elecciones porque nosotros somos eso, demócratas”. Me cayeron encima. Mucha gente percibía que de verdad verdad era cuestión de días para que Maduro cayera. No va a caer con estas protestas. Colombia tuvo más de 50 años con un movimiento guerrillero poderosísimo, que era capaz de hacer cosas monstruosas, no cayó, tuvieron que negociar.
-Pero es necesario protestar.
-Por supuesto que es necesario, porque cuando la gente sale masivamente a la calle, que era lo que ya no estaba ocurriendo, ya quienes iban más eran los que pueden formar parte de la vanguardia, pero esas manifestaciones masivas no se dieron más porque la gente no va a las manifestaciones violentas, porque no vas a ir a enfrentarte con un guardia nacional. Cuando tú ves la foto de esa primera gran manifestación, de esos dos pisos, de esa avalancha humana, ¡ese es el hecho político!, la gente no entiende que el hecho político es salir a la calle a protestar. Estar ahí. Hacer una exposición de rechazo a lo que está ocurriendo.
-Dentro de ese contexto, de la larga protesta, el acto más importante fueron las elecciones que hicimos el 16 de julio. Le dieron la vuelta al mundo varias veces, le abrieron los ojos para que vieran el proceso venezolano, eso fue lo más importante. Eso causó un gran impacto.
Completamente convencido, Suniaga dice:
-Hemos avanzado muchísimo. Tienes al gobierno arrinconado, es una minoría reducida, ¿qué hay que seguir haciendo? lo mismo.
-Federico Vegas dice en uno de sus artículos: “Los escritores venezolanos solo estaremos utilizando a conciencia la literatura cuando el Sebin toque a nuestra puerta y nos encuentre en pijamas. ¿Crees que es la única forma de hacer literatura en esta época?
-Yo creo que lo ideal es hacerlo sin que el Sebin llegue a tu puerta-, dice entre risas.
-Yo creo que lo que Federico trata de decir ahí, es que si efectivamente tu escritura es relevante alguna reacción debe generar del gobierno, pero hay un hecho que yo creo que hay que considerar, si tú escribes un libro al gobierno no le importa mucho, porque un libro que se vende mucho en un año vende tres mil ejemplares; suponte que se lo prestas a diez personas, son treinta mil personas que leen una novela, pero si tú muestras una noticia en la televisión eso lo ven millones de personas. Entonces el gobierno sanciona la televisión, la restringe. Entonces, en ese sentido es poco lo que los escritores podemos hacer, salvo que nuestro mensaje se inscriba en una plataforma de difusión masiva, por ejemplo, las redes sociales. Yo creo que sí colaboramos con eso, quienes escribimos sobre este proceso.
-Entonces, ¿hay que hacer literatura, pero desde las redes sociales?
-No tiene que ser la literatura, basta con un artículo de opinión. La literatura venezolana perfectamente ha hecho un mural de lo que ha pasado desde que Chávez entró en el escenario político y creó esta devastación, Federico, Rodrigo Blanco, Camilo Pino, Héctor Bujanda, yo he escrito sobre eso, mi literatura está muy empapada de la realidad que estamos viviendo. La literatura ha hecho lo suyo, ha hecho su trabajo. En buena medida todo el mundo ha hecho su trabajo, lo que pasa es que estamos confrontando el imperio del mal.
-¿Te consideras una celebridad?
Para ti soy una celebridad porque eres lectora, trabajas para un medio de comunicación, porque te interesa la literatura, pero mira toda la gente que hay aquí y yo te aseguro que aquí más nadie sabe quién soy yo. Si aquí llegara Galarraga, todo el mundo sabe quién es él. Yo lo que soy es un escritor que tiene alguna lectoría. Soy conocido en el mundo de la gente que lee y no todos me quieren-, termina riendo.
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Gracias por leerme, apreciados Steemians. Me gustaría mucho recibir sus comentarios sobre este material que hice con una gran emoción, por tratarse de un importante artista, con el que comparto el orgullo de haber nacido en la Isla de Margarita.
¡Hasta pronto!