El Gobierno venezolano desea salvar su economía con ayuda de esa moneda digital pero, ¿cómo ha sido ese proceso?
Era una escena surrealista en un país cada vez más surrealista. Tres prominentes defensores de las criptomonedas aparecieron en un foro del Banco Central de Venezuela a fines de diciembre para ensalzar las virtudes de las monedas digitales como una forma en la que el país podía arreglar su rota economía.
Al lanzar la primera criptomoneda soberana del mundo, Venezuela podría superar sus problemas económicos, desde la creciente inflación hasta las sanciones de Estados Unidos que lo sacan del sistema financiero global.
Un par de semanas antes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo un sorpresivo anuncio en la televisión estatal: su gobierno pronto presentaría una moneda digital llamada Petro, que estaría respaldada por algunas de las enormes reservas de crudo del país.
El trío de defensores estaban sentados en el escenario para dar credibilidad a la idea. Así, evangelizadores de una tecnología antiautoridad, el blockchain, se mezclaron con los burócratas de uno de los gobiernos más represivos del mundo.
En el evento, el fundador de la plataforma de intercambio de criptomonedas Evercoin, Miko Matsumura; el abogado especialista en moneda digital, Carol Van Cleef, y el fundador del Bitcoin Center NYC, Nick Spanos, elogiaron la idea de una moneda abierta y un mercado transparente, según personas familiarizadas con el evento.
Durante su presentación, Spanos se refirió a Venezuela como "el próximo Dubái del Hemisferio Occidental". Sin embargo, después ninguno de los tres llegó a suscribir las especificaciones técnicas del gobierno para Petro, consagradas en un documento oficial que ha circulado entre los niveles superiores del gobierno de Maduro y, con el tiempo, se ha convertido cada vez más en un documento político infundido con doctrina socialista.
En una respuesta por correo electrónico unas semanas más tarde, Spanos no apoyó específicamente la idea de Petro, diciendo que "cualquier país que adopte las ideas del mercado libre verá un aumento de la riqueza". Matsumura y Van Cleef no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Venezuela presentó este martes el Petro con la esperanza de atraer miles de millones de dólares de inversionistas extranjeros. Pasarán semanas o meses antes de que sepamos cuán bien le va; sin embargo, es la culminación de meses de trabajo, en gran parte hecho en silencio por altos burócratas leales a Maduro.
Trabajando junto a ellos ha estado un empresario venezolano de la tecnología llamado Gabriel Jiménez, de 27 años.
"Esto es mucho más ambicioso que solo una criptomoneda. Es un proyecto en el que yo, junto con un equipo nacional e internacional, hemos trabajado arduamente para beneficiar a este país", dijo Jiménez. Añadió que no le pagaron por su trabajo y solo será compensado en Petros si la moneda tiene éxito.
Durante los últimos siete meses, Jiménez ha sido parte de un equipo gubernamental que trabaja en secreto en Caracas para estudiar cómo las criptomonedas podrían aliviar algunos de los problemas más profundos de Venezuela, incluida su reciente falta de billetes.
A pesar de importar miles de millones de billetes, la moneda sin valor de Venezuela ha tenido problemas para mantenerse al día con la inflación de cuádruple cifra que hace que el papel de mayor denominación (100 mil bolívares) valga sólo 50 centavos de dólar. Como resultado, los cajeros automáticos están vacíos en toda Caracas, y los bancos locales limitan a los clientes a retiros equivalentes a unos pocos centavos por día.
El verano pasado, el gobierno creó una Superintendencia de Criptomonedas y puso al frente a Carlos Vargas, miembro de la todopoderosa asamblea constituyente de Maduro.
Para su cuartel general, Vargas eligió un edificio en el centro de Caracas; en el interior, las imágenes del revolucionario 'Che' Guevara cuelgan en la pared y docenas de libros de mil 500 páginas con cubierta roja, colecciones de citas del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, reúnen polvo en una esquina debajo de las escaleras.
Menos de dos semanas después de su ascenso, Vargas y el ministro de Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, volaron a China, donde el Banco Popular de China realizó pruebas de su propio prototipo de criptomoneda.
Los comentarios espontáneos de Maduro sobre el Petro durante sus apariciones televisivas casi diarias han causado dolores de cabeza al equipo, que debió cambiar constantemente los parámetros de la moneda o acelerar el trabajo y ajustarse a las últimas ideas del presidente, según dos personas del proyecto.
Por ejemplo, en diciembre, cuando Maduro anunció que las casas de cambio virtuales se encontraban en una etapa de prueba realmente solo acababan de ser programadas, dijeron dos personas familiarizadas con el trabajo.
Durante un discurso a principios de enero, Maduro mencionó un precio de 60 dólares por Petro, aproximadamente el valor actual de un barril de petróleo.
Algunos en el equipo no estuvieron de acuerdo, dijeron que era demasiado alto y advirtieron que la volatilidad temprana en la moneda podría traer enormes pérdidas a los compradores iniciales.
Al final, se estableció una serie de descuentos decrecientes que significan que solo 24 millones de Petros (de un total de 100 millones) costarán el precio total. Bajo este sistema, los primeros compradores serán recompensados con un mejor precio.
Para impulsar la demanda, el Gobierno garantiza que aceptará a Petro como pago de impuestos y tarifas, y promoverá la moneda en el exterior. En una señal de la confusión sobre el plan, Maduro frecuentemente dice que Petro estará respaldado por las reservas de petróleo de Venezuela, así como también por sus almacenes de oro y diamantes. Sin embargo, no hay forma de cambiar la moneda digital por ningún activo fijo.
Una delegación venezolana dirigida por Vargas voló a Doha a mediados de enero, ofreciendo descuentos para atraer a Qatar como inversor inicial, de acuerdo con dos personas con conocimiento de las reuniones.
Dos semanas después, Maduro anunció que el 20 de febrero, 40 millones de Petros serían vendidos a través de negociaciones privadas, dando al gobierno espacio para ofrecer grandes descuentos a los compradores institucionales. Un mes después, la venta se abrirá al público.
"Encontramos la clave para un nuevo periodo monetario y financiero en Venezuela, y ese es Petro", dijo Maduro en la televisión estatal el 2 de febrero. "Tenemos planes para que Petro se use en fondos de pensiones para todos los trabajadores estatales, para nuestra juventud, nuestra clase media y todo el turismo nacional".
Maduro, quien buscará la reelección el 22 de abril, también dijo que está estudiando maneras de incorporar la moneda en la "tarjeta de la patria", la tarjeta de identificación que 15 millones de venezolanos usan para reclamar subsidios del gobierno y acceder a alimentos regulados. Si eso sucede, Maduro podría reforzar aún más su control sobre las personas más necesitadas del país.
En los meses desde que se anunció por primera vez, el Petro ha estado en todas partes en la televisión estatal y en las redes sociales administradas por el gobierno. Los noticieros y los programas de entrevistas promueven sus beneficios, al igual que una serie de anuncios que se transmiten contantemente. El hashtag en Twitter #PetroParaVencer es utilizado regularmente por los políticos y las cuentas gubernamentales.
Otros ven al Petro como una forma ilegal de recaudar fondos ahora que las sanciones emitidas por la administración Trump prohíben la compra en los mercados estadounidenses de nuevos valores emitidos por el gobierno de Maduro y prohíben las transacciones comerciales con el vicepresidente Tareck El Aissami, el ministro de Finanzas Simon Zerpa y otros altos funcionarios.
En un tuit, el veterano crítico de Maduro y profesor de Harvard, Ricardo Hausmann, dijo que cualquier moneda de ese tipo representaría deuda pública y no debería ser reconocida por gobiernos legítimos.
"Lo veo como una continuación del frenesí de las monedas criptográficas o digitales como una panacea para resolver todos sus problemas", señaló Martin Chorzempa, investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional. Si bien el valor fundamental de las criptomonedas como el Bitcoin es que pueden enviar y almacenar valor sin necesidad de un intermediario, el Petro no funcionará así.
"Aquí, debes confiar en un intermediario que es muy corrupto y ha llevado su economía a la tierra".
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muy buena información,en mi opinión soy un poco optimista con este tema,ya que a pesar de la gran pesadilla que estamos viviendo los venezolanos,respecto a la crisis económica, sigo estudiando aquí en mi país y tengo la esperanza que todo esto cambie,que Venezuela salga adelante con nuestro comportamiento,nuestro aporte como profesionales en cualquier ámbito,porque ello también influye en los problemas que vivimos a diario, por otra parte esta estrategia del gobierno es una arma de doble filo,sera su excusa para mantenerse mas tiempo donde ya no tienen ni el mas mínimo apoyo de nadie, pero ¿que sucederá? depende de nuestra actitud ante todo esto.como venezolanos queremos un mejor país no mas atrasos,no mas conflictos ni tampoco falsas politiquerías,nosotros mismos derrotaremos esta situación con trabajo,educación,valores y todo lo que pueda ser bueno para esta sociedad.saludos
muy acertado tu comentario, ciertamente en nosotros esta que el cambio se logre. Al igual que tu soy optimista en ello; y a pesar de la crisis abandonar mi pais no ha sido opción para mí porque soy de los que considera que los problemas son para afrontarlos e irme seria uir y escapar del conflicto
si viene de maduro es malo