En verdad no se que decir, tenemos muchas similitudes, cosas comunes obvias y de igual manera grandes diferencias...
Reconozco tu genialidad, honor, honestidad, buenas intenciones, grandes logros, ayuda y fuerte e incontrolable carácter, a veces muy cerrado que tiende a echar por tierra tus proyectos y éxitos...
La renuncia es un extremo similar a la muerte, y como extremo al fin no estoy de acuerdo (rechazo de plano toda forma extremista, porque es opuesta a la inteligencia, a la equidad, a la meritocracia y a la mejora continua)...
Creo que podrías usar tu genialidad para ejercer mayor autocontrol, reinventarte, mejorar, plantearte un poco más y mejor las cosas, en base a tu vida, tu salud y tu felicidad...
Insisto, no se qué decir, tan solo que debe usted reconsiderar la renuncia, más bien elévate a otro plano mayor, de más alta GERENCIA, del tipo CORPORATIVA; pero, sin dejar tu vida, tu salud ni tu feliicidad en ello...
Tiene usted un gran futuro, pero sea autocrítico en perspectiva que nadie es dueño de la verdad...
Venezuela y Latinoamérica te necesitan, pero vivo, sano y feliz...