¿Qué pensamos las chicas de la pregunta: por qué no tienes novio?

in #castellano7 years ago (edited)

Cuando le haces esa pregunta a una chica, sea tu amiga, tu hija, tu sobrina, tu compañera de trabajo, o una mujer que acabas de conocer, estás instándola a buscar dentro de sí, como si ella fuese la culpable, la respuesta a la pregunta sobre por qué no tiene novio. Me entristece ver a mis amigas, mujeres espectaculares, hacerse esa misma pregunta y terminar en un revolcón de autoestima que nos hace sentir vulnerables e inseguras tan solo porque nuestra vida personal se resume en la existencia de una relación, o no.

Lo cierto es que hay muchas respuestas a esa pregunta, pero te aseguro que ninguna de esas respuestas son discutibles con alguien que no sea de nuestra entera confianza (y aún con una persona de confianza dudamos en contar cosas tan íntimas), así que evita preguntar algo tan íntimo, y que de paso no es de tu menester. Además, las mujeres tendemos a echarnos la culpa de todo lo que sucede en nuestro alrededor. Tendemos a creer que provocamos las cosas, mucho más las negativas. Es muy fácil para una chica caer en la tentación de decir "si yo fuese _____, entonces seguramente él _____ ".

Sé que es una práctica que nos hace daño, pero qué le vamos a hacer... es una cuestión cultural. Desde pequeñas nos dicen cosas como: "¡el niño te faltó el respeto porque llevabas esa falda!" Y por allí empieza la cadena de culpabilidad que no para (a veces) nunca. Si creemos que es por nuestra culpa que no tenemos novio, será difícil decirlo, y ayudarás además a perpetuar el concepto de hay algo malo en mí y por eso estoy sola.

Por otro lado, las chicas que han salido de ese círculo vicioso de culpabilidad tienen otras varias razones por la cual están solas. Y esas tampoco son discutibles. Sin embargo, para saciar la curiosidad de muchos, quisiera decir que muchas mujeres en algún punto de nuestras vidas elegimos estar solas porque no nos conformamos. Lo cierto es que estamos solas porque no sólo buscamos amor, buscamos admiración, respeto e inspiración.

Así que para todos aquellos que insisten en preguntarnos por qué no tenemos novio, he aquí una lista concisa de las expectativas que NO estamos dispuestas a ceder sólo para que ustedes no nos digan que vamos a vestir santos, que se nos pasará la maternidad, o que seremos las tías solteronas.

-Las mujeres como yo queremos a un hombre que no nos regale flores, sino libros. Un hombre cuyo mayor premio en la vida no sea haber conquistado a una mujer como nosotras. Un hombre que en la primera cita no se sienta infantil hablando de sus sueños porque esté, en realidad, luchando por ellos. Un hombre con retos y ambición.

-Las mujeres como yo queremos a un hombre que admire cada una de las peleas en las que nosotras hemos estado desafiando la vida para poder ser más, para lograr la equidad. Un hombre que sepa que creemos que merecemos más, no por hacernos las difíciles, sino porque nos hemos superado a nosotras mismas lo suficiente como para querer un compañero de batalla a nuestro lado, no un aprendiz.

-Las mujeres como yo y mis amigas, queremos a un hombre a quien admirar pero, sobre todo, en quien reflejarnos sin sentir que estamos en un proceso de crianza, en vez de en una recíproca relación de crecimiento. Si quisiésemos ser imprescindibles para que alguien se levante a la hora que le corresponda, se vista presentable y salga de casa con su desayuno en la mano, pues tendríamos hijos.

-Queremos a un hombre que conozca y hable de Dios de tal manera que sea capaz de darnos esperanza espiritual cuando lo necesitemos. Un hombre que se sienta seguro de sí mismo la mayor parte del tiempo porque se necesita esa clase de orgullo para aceptar los “no” como respuesta, que ambos seguramente escucharemos.

-Queremos a un hombre que nos atraiga físicamente, sí, pero lo que más deseamos es alguien que nos cautive por dentro. Alguien que expanda sus experiencias tan a menudo que nos inspire. Alguien con quien la fiesta de la boda no sea la última cosa trascendental que hicimos juntos en la vida.

Por último, sin miedo a presumir porque nos lo merecemos, las mujeres como nosotras, a fin de cuentas, queremos hombres que también sean como nosotras y, si no estás dispuesto o dispuesta a escuchar una respuesta así la próxima vez que quieras saber porqué una mujer está sola.... mejor no preguntar, lo cual, de paso, siempre sería la opción más prudente.