...moral del hombre, la que le enseña a ser bueno para ser humano...Ojalá que este librito sea bien acogido por todos los maestros venezolanos. Lo merece en justicia. Es una simiente nueva para la tierra que lo reclama. (p. 6)
Ahora bien, cuando revisamos el contenido del “librito”, entramos en una atmósfera mental de un pasado no tan remoto y que para la gente de hoy, sobre todo las generaciones más recientes, podría ser cosa risible, al menos si revisan algunos de sus párrafos. En el Título II del Manual, leemos el consejo de fomentar prácticas tendientes al “autocontrol escolar”. Vemos esto:
El autocontrol escolar viene a ser la vigilancia e inspección de la disciplina y del orden en la escuela, hechas espontáneamente por los mismos alumnos. La práctica más eficiente del autocontrol escolar empieza por el buen ejemplo de la disciplina y orden que cada alumno debe dar a sus compañeros, dominando sus propios impulsos al relajamiento del orden, y de este modo tendrá la suficiente autoridad moral para exigir a sus compañeros el sometimiento a esa misma disciplina. (Montiel. 1939. p. 8)
Que el Manual de Instrucción Moral y Cívica haya tenido cuatro ediciones (no sabemos si hubo más), nos habla de cuán aceptable fue en la sociedad de entonces. Es un ejemplo de cómo funcionaba una moral deontológica orientada a la preservación del orden, condición esencial del sistema moderno que en los años en que se estudiaba el Manual todavía no hacía aguas. Aún a principios de siglo, cuando no se habían sentido los estragos de las grandes guerras, había fe de que el mundo iría en camino seguro al bienestar colectivo, al progreso como un estadio superior, con el apoyo de la ciencia, la religión y el Estado. Se creía, quizás ingenuamente, que el hombre podría ser mejor, como en su momento pensó también Sócrates: “No hay hombres malos sino ignorantes”; sería cuestión de formarlos, educar su espíritu, de sacar lo bueno dentro de los seres humanos. El desencanto vendría después para minar las bases del orden moderno y trastocar la moral.
La presencia de Kant en la educación venezolana
La ética, como otras ciencias, es dialéctica, cambia y tiene sus versiones. Hay corrientes o sistemas éticos que orientan hacia cómo alcanzar la felicidad o el placer (se les llama éticas teleológicas, porque tienen un fin y son las que crearon y difundieron los griegos antiguos y varios de los que les siguieron); o de qué debemos hacer en cumplimiento del deber que nos imponemos autónomamente, (a esta corriente pertenece la llamada ética deontológica, y su precursor es Inmanuel Kant). En esta última tendencia podemos ubicar el texto que venimos comentando. Leamos esto:
El valor moral es una fuerza de ánimo que nos mueve a ejercer sin miedo nuestros derechos y a cumplir nuestros deberes. (Montiel. Op. cit. p. 11)
Nos explica en su Crítica a la razón práctica Inmanuel Kant, a propósito de nuestra capacidad de darnos nuestras propias leyes -filosofía que inspiraba a los hombres del tiempo en que circulaba el Manual, pero que aun tiene vigencia-, lo siguiente:
El corazón llega a ser, pues, librado y aligerado de una carga que le oprime siempre en secreto, cuando, en las decisiones puras morales, [...] se descubre al hombre una facultad interior que él mismo, por lo demás, no conoce bien: la libertad interna de librarse de la impetuosa violencia de las inclinaciones, hasta tal punto que ninguna, ni aun la más placentera, tenga influencia sobre alguna resolución, en la cual ahora debemos servirnos de nuestra razón. En un caso en el que sólo yo sé que la sinrazón está de parte mía, y aun cuando la libre confesión de la misma y el ofrecimiento de satisfacción encuentran oposición en la vanidad, en el interés propio y hasta en un descontento por lo demás no ilegítimo contra aquel cuyo derecho ha sido arrollado por mí, si, sin embargo, puedo vencer todas estas dudas, entonces hay allí la conciencia de una independencia de las inclinaciones y de las circunstancias felices y de la posibilidad de bastarse a sí mismos, que me es siempre provechosa aun en otros aspectos.... (Kant. 1961. Pp. 877 y 878)
Los códigos morales mutan con el tiempo, es verdad, pero hay preceptos que se mantienen en aras de garantizar la convivencia, por ejemplo, valores como el orden y el respeto. Para ello, la disciplina es necesaria. Más de uno de los lectores coincidirá en la vigencia de este mandato del Manual de Instrucción Moral y Cívica:
La disciplina es necesaria a la vida moral del hombre porque aclara en él los conceptos de moralidad, distinguiendo lo bueno de lo malo; afirma en el espíritu el amor a la virtud y el desprecio al vicio, y contribuye al sostenimiento de la armonía entre los hombres viviendo en sociedad. La falta de disciplina es consecuencia de una mala educación escolar y doméstica, se opone a la moral y ocasiona los más graves perjuicios. (Montiel. Op. cit. p. 10)
Hasta hace algunos años estaba en la malla curricular del bachillerato venezolano, la asignatura “Formación social moral y cívica”, que arrancaba bostezos de los muchachos si el profesor no estaba preparado para tal reto, o, en el otro extremo, generaba interesantes discusiones entre los alumnos que hacían ejercicios de reflexión entre el ser y el deber ser a partir de ejemplos de su cotidianidad. También, los futuros bachilleres aprendían sobre cómo funcionaba el Estado y qué era la Nación. Al parecer, la creencia de que se trataba de una antigualla aburrida privó para que las autoridades la eliminaran como materia obligatoria en lugar de actualizar la formación ética de los estudiantes.
Ahora, como antes, la reflexión ética es necesaria, por no decir urgente. Por supuesto que hay que actualizarse en la discusión de estos temas, ya varios de los contenidos del Manual son materia prima para la historia.
Felizmente, sobre ética y moral se sigue escribiendo y mucho, y entre las generaciones recientes hay interés por buscar en estos textos respuestas a las angustias de nuestro tiempo.
Gracias, una vez más, por leerme.
Fuentes:
Inmanuel Kant. 1961. Obras selectas. Librería El Ateneo Editorial. Buenos Aires, Argentina
R. Montiel González. 1939. Manual de Instrucción Moral y Cívica. Hermanos Belloso Rosell. Maracaibo, Venezuela.
ética y moral dos temas de mucho abordar, gracias por tu información
A ti por leerme. Saludos.
Gracias, mis compañeros de Ruta.
Saludos
Interesante su aporte.
Yo siempre he pensado que ese tipo de asignatura o contenidos deben ser acompañado con la práctica. Mostrar en vivo el valor y la importancia de la ética y la moral, desde los primeros niveles de educación y reforzados en el hogar.
Justo, en mi Decanato se imparte el curso ética para los futuros ingenieros civiles, los chicos en su mayoría lo toman para cumplir una carga horaria sin considerar más allá su importancia.
Seguimos en contacto
saludos @delpilar, ha sido así desde hace mucho. Cuesta entender cuán importante es la ética como proyecto individual y social para nuestro tránsito en la vida.
Este post fue compartido en el canal hispano #la-colmena de la comunidad de curación Curation Collective y obtuvo upvote y resteem por la cuenta de la comunidad @c-squared después de su curación manual.
This post was shared in the #la-comena channel in the Curation Collective Discord community for curators, and upvoted and resteemed by the @c-squared community account after manual review.
Muy agradecido, amigos de #la-colmena. Con comunidades como ustedes crecemos en conjunto. A sus órdenes.
Amigo, total razón en lo que hablas de que nunca se actualizarón los contenidos de algunas materias de bachillerato y la solución más sencilla fue eliminarlas. Dejando así a los niños sin estos conocimientos, pero en nuestro deber esta en no dejar perder la historia, una cosa es que no quiera hablar de ella y otra que no exista.
Estimada @ginetteperez, muy cierto lo que dices. Es una de las bondades de esta plataforma. Gracias por leerme.
Saludos, interesante. Lo que recuerdo de la ética, es que estudia la moral. Y esta ultima son los acuerdos y costumbres de como nos interrelaciones entre humanos. Varia en el tiempo y en el espacio.
Amigo @soy-venezuelien, muchas gracias por tu comentario y qué bueno que te interesan estos temas. Es muy cierto lo que dices, la ética estudia la moral, reflexiona sobre ella y hace propuestas tanto para el bienestar común como el individual. Varía en el tiempo y el espacio y en sus maneras de abordar la moral.
Espero compartir contigo nuevamente sobre estos asuntos.
Saludos.
Excelente información, los libros antiguos son un tesoro y deben ser bien cuidados, yo también tengo mi colección por allí con temas muy interesantes
Saludos @evero, un placer tenerte por acá. Qué buena tu pasión por los libros. Decía el poeta Andrés Eloy Blanco que quien tiene un libro no se siente solo.
Gracias por tu comentario.
La ética y la moral deben formar parte de nuestras vivencias diarias, quizás el mayor de los errores de las familias, es pensar que deben ser aprendidas en la escuela, cuando en realidad es en el hogar donde se requieren las primeras lecciones. Felicitaciones @tresminotauros, siempre nos traes contenido de calidad.
Estimada amiga, es verdad lo que dices. Por algo seguimos hablando de estos asuntos, son inherentes a nuestra especie.
En la ética podemos hallar soluciones a muchos de nuestros males.
Gracias por leerme.
Excelente post. Amo. Su elocuencia. Saludos.
Gracias, una vez más @catalinamorales. Un abrazo.