Yo he dejado de dar clases porque ir a la universidad se me hizo demasiado complicado. Gracias al transporte llegaba muy tarde. Y si iba muy temprano a la parada, era demasiado probable sufrir de un robo. Eso aunado a los gastos y que la vía ha sufrido un incremento exponencial en los atracos. Los piratas de carretera ahora te roban la ropa que cargas puesta.
De verdad que es una lástima. Los cuentos de salones y aulas universitarias son los mismos que de pueblos fantasmas.