No pude evitar evocar Los Hijos del Infinito, obra del gran venezolano Andrés Eloy Blanco, al leer esto. Sin duda esos niños somos todos. No hay tal cosa como aventajados en esta situación. Todos somos piedra de la misma roca, hielo del mismo iceberg. Y el dolor de ellos, debe ser el nuestro. Deferencia es lo que hace falta en nuestra nación. Muy lindo lo que transmites ;) Encantado siempre de leerte, Sophie <3
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan."
Gracias, Nefe. Eres un sol. No he leído ese libro, lo tomaré en cuenta.
¡Es un poema! Te lo adjunto acá. Saludos, Sophie ;)