“Aquí estoy, yo soy así. Soy mi dolor, mi humillación. Me manifiesto a través de mis heridas, de mis excrementos y sólo cuando tengo consciencia de que eso forma parte de mí, se revela mi verdadera identidad”
Cuando David estudiaba en Bellas Artes de Madrid a los 19 años, es recluido por primera vez en un psiquiátrico y diagnosticado con esquizofrenia paranoide crónica irreversible. Esto no impidió que se licenciara pero si le provocó una pérdida total de la consciencia.
Es un autodidacta dentro de la fotografía, trabaja muchas veces con luz natural y otras un flash portátil rebotando al techo, posee un dominio de la luz y claroscuro y los recursos más utilizados son las exposiciones largas y múltiple, así logra expresar su arte a través de las fotografías.
“No leo, no veo la televisión, no escucho música, no tengo ordenador, ni conexión a Internet. Paso la mayor parte de mi tiempo en la cama”.
Vive aislado en su apartamento en Madrid, no toma medicamento y decidió práctica la abstinencia sexual, es vegetariano y se somete a severos ayunos que le ayudan a mantener su apariencia casi esquelética.
Su trabajo es intermitente debido a su enfermedad que lo ha llevado vivir etapas que casi no recuerda y otras de una casi parálisis física y mental, de cada una de ellas tiene una serie fotográfica.
"Aquí estoy, yo soy así. Soy mi dolor, mi humillación. Me manifiesto a través de mis heridas, de mis excrementos y sólo cuando tengo consciencia de que eso forma parte de mí, se revela mi verdadera identidad".
Su trabajo gira en su persona, donde se puede ver reflejado el desprecio que siente sobre su enfermedad, cuando se provoca flagelaciones, quemaduras, cortes y diferentes torturas para castigar su cuerpo. Lo más impactante de su trabajo no es que se retracta con su excremento o el masoquismo que se puede observar, sino el ruido psicológico que crea en nosotros, donde nos damos cuenta que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.
En 2005 Judith Cahen realizó un film francés inspirado en Nebreda, titulado ADN.
Podemos conocer un poco más de David mediante la entrevista que le realizo Virginie Luc a Nebreda
¿Cómo nació su búsqueda artística?
Mi búsqueda personal es simple. Yo no he adquirido un sistema de normas mentales, sociales, etc., y desde muy joven he debido construirlas a partir de mi mismo. He pagado mi precio, pero estoy orgulloso de ello. He pasado por varios sistemas de recreación o desdoblamiento, y el menos malo me parece el autorretrato fotográfico y dibujado. Sobre todo el primero tiene unas características de verosimilitud, de plasticidad y de tiempo casi paralelas a un esquema mental convencional, y procuro aprender de ellas.
El carácter violento de su obra artística ¿es una respuesta a la violencia de nuestra sociedad? ¿De dónde viene?
La violencia no necesita ninguna explicación o justificación; es un argumento cultural e irrenunciable. La medida humana es un hecho insuficiente y violento, siempre insuficientemente violento; con un solo matiz, el silencio y la reducción a si mismo. Me parece que así se hace inteligente. La disciplina es inteligente, el pensamiento a partir del odio es una actividad madura, fértil y discreta; en una situación de aislamiento con resultado de lesiones o de muerte, la violencia solo es la trampa de un lenguaje olvidado. Desgraciadamente, he conocido diferentes formas de tranquilidad, y podríamos hablar de la extrema violencia de la tranquilidad. De todas formas, una cosa es el discurso sobre la violencia, otra cosa diferente es la sangre o el miedo humano, finalmente nuestra propia sangre y nuestro propio miedo. La violencia solo tiene un interlocutor y un alumno. Es una práctica, un discurso, inmediatamente, miserablemente próximo.
Cuando ud. se deja adelgazar y somete su cuerpo a mutilaciones, se sitúa físicamente en peligro de muerte... ¿No es este un paso extremo en la creación artística?
Desde el momento en que no podemos hablar desde la autoridad moral del límite muerte, ningún otros nos parece suficiente ni legitimo. Hay dos hechos de referencia, el nacimiento y la muerte, y entre ello procuramos definirnos por lo que no es, y unas de las cosas que "no es" es la conciencia de la muerte. Pero no sé muy bien que quieres decir ud. con "creación artística".
"Autorretratos" de un cuerpo en el límite con la muerte...¿Fotografiando esta "desaparición" no "sacraliza" ud. el material humano?
Tendríamos que discutir el termino"sacralizar", porque me parece que intenta ud. desposeerme de mi responsabilidad ante mí mismo. La inconsistencia del "material humano", como ud. le llama, le convierte en una cierta forma eterna de estar en el mundo, pero también en un tributo doloroso y humillante. Observe que Vd. identifica "sacralizaciòn" con "desaparición", más exactamente con "desaparición progresiva". Podríamos discutir cómo se adquiere la categoría de "sagrado".
¿Cómo se prepara ud. para estos "sacrificios artísticos"?
Imagino que se refiere ud. a las condiciones generales por las que puedo llegar a hacer una serie coherente de fotos. Hasta ahora, la condición común a sido el aislamiento y la concentración rigurosos y muy prolongados. Me parece importante esta aclaración, porque el sistema de referencias, la capacidad para hacer algunas cosas, el sometimiento inconsciente al prejuicio, varían completamente con o sin la presencia de un simple testigo, físico o mental. Una vez alcanzada la situación favorable, la revolución de una foto compleja, el dolor, etc...ya no son problema. Tendríamos que utilizar otro tipo de lenguaje.
La envoltura carnal es un material efímero. ¿Esta brevedad es importante para ud.?
De nuevo su prejuicio trascendentalita! Me parece que la brevedad de la envoltura carnal es más importante para ud. que para mí.
¿Qué es lo importante para ud.? ¿La "herida" en si misma o la representación fotográfica de la herida?.
Ni una ni otra. No soy un masoquista ni un fotógrafo de heridas.
La foto es un suporte reproducible: rompe ud. así con el carácter único de la obra pictórica...¿Es éste un aspecto importante a sus ojos?
En absoluto. Obra única y edición limitada son la misma cosa.
Usted mezcla sus propios elementos orgánicos, como la sangre, la carne o los excrementos con elementos litúrgicos (textos, tela-sudario, crucifijo). ¿Se puede leer una dimensión bíblica en todo ello?
Yo he pasado varios años encerrado en una casa pequeña. Todas mis fotos las he hecho en un espacio muy pequeño. Ese es nuestro limite sobrenatural. Yo no he utilizado telas-sudario, sino trapos. Tengo que pensar la forma, la constitución que puedo dar a mi herencia cultural, y para ello no puedo aceptar ningún mito de origen, llamase Dios o Naturaleza. La Biblia y todos sus personajes se escriben con minúscula. Nuestro nombre los convierte en nuestra propia biografía.
¿Se considera ud. el mártir de su propia obra? ¿Hay en ella una dimensión de redención?
No. Mártir o redención supone la estalación en una solidez moral que yo no poseo, y que por otra parte, tampoco puedo aceptar.
¿Qué lugar ocupa el rito?
Esta respuesta me interesa matizarla, perqué hay una confusión de lenguaje. En psiquiatría se define el rito, más o menos, como la realización o evitación compulsivas de un acto aparentemente irracional o inocente con vistas a la consecución de un fin, que es la huida de una angustia también irracional. En este sentido puramente clínico es en el que he utilizado esta palabra cuando he tenido que dar explicaciones sobre mi proceso mental y, por añadidura, fotográfico. Hay un método de diagnostico psiquiátrico que diferencia a la neurosis de la psicosis por el grado de culpa con que se realizan estos rituales. Cuanto menor es la idea de culpa o el esfuerzo de evitarlos, mas se deteriora la norma y se tiende hacia la psicosis.
Y así es. este tipo de comportamiento llena por completo la vida diaria del psicótico. Todos se llena de actos mágicos y milímetros que se repiten incesantemente con naturalidad, mientras que de forma paralela se instala lo que algunos pueden llamar el sistema delirante propiamente dicho. He escrito en otra parte que el ritual, el procedimiento, proporciona al esquizofrénico una ayuda inapreciable en los peores momentos. De esta forma también lo diferencio del sentido habitual que se da a esta palabra en el medio artístico como ceremonia consciente que emula los ritos religiosos, etc. Me parece que este ultimo sentido está más próximo al juego infantil, en que los participantes, de común acuerdo, tratan de representar un acto adulto, es decir, inofensivamente sagrado.
¿El arte que ud. practica es un grito en favor de la vida o un arte caído en una fascinación morbosa?
Es una pregunta tendenciosa. Se supone que debo dar una justificación, en cualquier caso, sobre mi carácter o bien de enemigo o bien de culpable. Su pregunta es moralista., didáctica. Me parece que lo que Vd. llama "mi arte" no tendrá nunca ningún mensaje. poco antes de la primera presentación pública de mis fotos, una persona recomendó, de forma sincera, destruirlas; después, otras dos personas han llorados antes ellas. Llorar antes una imagen, llorar en una exposición de fotografía. ¿me comprende Vd.? Yo odio el grito y la fascinación; tampoco se exactamente a que llama Vd. vida, muerte o violencia, porque yo solo oigo un mormullo. A todos nos parece que el discurso ya se han desplazado, que el limite moral se ha desplazado, y quizá conviene hablar un poco más bajo, como el ruido de fondo que casi todo oímos.
¿Cual es, según ud. la "función" de su obra? ¿Se siente ud. "investido" de alguna misión?
Discúlpeme, pero esta es una pregunta característica de una psiquiatra torpe, de cualquieras de ellos. Ya lo he oído varias veces, y, desde luego, un paranoico que me precie jamás le contestará. Como mucho, sonreirá.
¿Tiene ud. el sentimiento de pertenecer a la historia del arte?
Yo soy un hecho histórico, con o sin el consentimiento de la historia. Y la vergüenza será para ella si hay que cambiar la primera frase por la ultima, yo "es" un hecho histórico ante el enemigo universal, devenido por reducción uno mismo.
Su arte es hoy instrumento de cambio, valor mercantil. ¿Cómo vive ud. esta paradoja?
No es ninguna paradoja. Cuando una cosa se muestra adquiere la categoría de lenguaje, de hecho comunicativo que entra por sí mismo en un sistema de comunicación y de intercambio, incluido el económico. De todas formas, mis necesidades son reducidas, y me conformo con cubrirlas.
Fuentes:
Entrevista: http://ideadestroyingmuros.blogspot.com/2009/03/david-nebreda-autorretratos-de-un.html
Imagenes: David Nebreda
Google
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