Es un domingo como cualquier otro, el Sol tiene un juego de futbol y la luna lo acompañara, como no acompañarlo si le encanta verlo correr; su día comenzó como todos los días en los que él juega, ella busca frutas para que él coma antes del partido, él organiza sus elementos; la camisa azul, sus medias y short blanco, esos tacos que a ella le fastidian tanto porque son de colores diferentes, él lo sabe así que la ve, le sonríe y dice: “son moda”. Y ella se queda allí derretida de amor.
Luna se prepara un desayuno fugaz, un sándwich con jugo de naranja, también necesita fuerzas, para poder animarlo durante 90 minutos, él la toma por la cintura desde la espalda, le besa el cuello, con suavidad comienza a quitarle la camisa, lentamente libera sus pechos, le besa la espalda, deja que la camisa caiga al piso y ella reaccionando como solo una mujer puede hacerlo, se voltea para besar su hermosa boca, él con mucha picardía se aleja un poco, pero ella al ver las reacciones que provocaba no estaba dispuesta a dejarlo ir.
Comenzó a besarle el pecho, bajo hacia sus muy trabajados abdominales y como dibujándolos de nuevo con la lengua los repaso cuadrito por cuadrito, él que realmente no podía resistirse a lo que ella hacía, tomo su cara y con suavidad la levanto, la beso en la frente, en la nariz y en sus labios antes de levantarla por el trasero y cargarla hasta el sofá más cercano. En el camino ella daba pequeños mordiscos en sus hombros y sus labios.
Él la dejo sobre el sofá de cuero negro que estaba en la sala y se detuvo a admirarla, ella que lo disfrutaba casi tanto o más que él, se terminó de quitar la ropa, con mucha sensualidad se desabotono el pantalón y se lo quito poco a poco, así quedo acostada solo con una braguita blanca que hacía notar más el color de sus tatuajes. Unos pasos más lejos el Sol contemplaba la escena maravillado, también se quitó la ropa dejando al descubierto toda su hermosa piel canela.
Después de un momento de miradas retadoras, este se abalanzo sobre el sofá, la Luna había escapado con la intención de ser ella la que tomara el mando de la situación, así que… cual jinete se acomodó sobre el ya muy excitado Sol, y comenzó a moverse lentamente arriba y abajo, besando y acariciando, dejándose besar y ser acariciada, fundiéndose de esa manera tan particular que hace notar al mundo que fueron hechos el uno para el otro. Si alguien entrara en la sala en ese momento, vería unos cuerpos perfectos que hasta en los tatuajes se unen, como si no hubiese manera de que estos seres hubiesen estado separados alguna vez.
Se acabó el momento de ternura, el encuentro segundo a segundo se volvía más salvaje, más pasional, pasaron del mueble a la mullida alfombra, él sobre ella, encajándose en su cuerpo con arremetidas más violentas, ella arañando su espalda, pidiendo más, él se bebía sus gemidos, ella explotando de a poco como si cada embestida produjera una reacción en cadena, él tomándola como si en el mundo no hubiese nada más que la fragancia de su cabello, ella dejándose correr en un grito ahogado se deshace, él aun dentro, ambos disfrutan de un muy agradable orgasmo que los termina de despertar.
Después de un rato en el que ninguno de los dos quiere separarse del otro, deciden ir a bañarse, disfrutar del agua caliente, prepararse para el gran juego, salen a vestirse y él le da una franela que traía colgada de los hombros.
La Luna al detallar la franela pensó Vaya que tonto es mi chico, la camisa tenía el número 9 por la parte trasera, ella estaría marcada, cual ganado, como la propiedad privada del capitán del equipo, cosa, que realmente le hacía mucha gracia, ya que es difícil entender estos rituales donde se le muestra al mundo que estas con alguien, si de todos modos cualquiera que vea su cara de idiota al estar con él, sabría que no hay espacio en su mundo para nadie más.
Listos los preparativos, salen de casa, la chica, juguetona le da una nalgada a su chico, que la mira con cara de… esta la vas a pagar, ella sonríe y camina al carro moviendo la cola en un acto de provocación. Pues sí sabía muy bien que la iba a pagar y era justo lo que deseaba.
En el juego él como siempre estuvo maravilloso, hizo dos goles que celebró, lanzándole besos a su amor y ella encantada del espectáculo, le devolvió miles de besos sintiéndose feliz por ser la chica más admirada del encuentro, aunque muy en el fondo solo ansiaba volver a su refugio de amor.
Ay amo tus historia de amor, sexo y pasión. 😍😙
gracias por seguirme, espero les sigan gustando mis historias.
Muy buena, espero leer otra pronto <3
seguro, ya estoy en eso.
ando por la calle, te escribo luego <3
¡Hola Care! 😝 coincido con @lamorrocoya en su comentario je je. Me gustó. Hubo una frase que usaste que es el nombre de un libro que leí hace tiempo "Reacción en cadena" creo que se llamaba 😘 puede que te guste... Es un libro juvenil pero uno se distrae.
Hola Grecia, buscaré el libro, quizás no ahorita porque ando en varias cosas, pero eventualmente lo leeré.
Una historia envuelta en erotismo , pasiòn y frenesi Que bueno es haberla leido. Muy sexy...
Saludos!!!
Saludos Diego, que bueno poder transmitir eso ;)