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Vivir tras la riqueza nos haría ser un tipo de persona con la cual no soñábamos ser a futuro, aparte seremos esclavos de esa meta. Lo más importante es vivir lo más feliz posible y realizar los proyectos que realmente estén a nuestro alcance sin que signifique invertir la vida entera en eso. Hay que hacer lo que nos guste hacer hoy, hay que ser felices hoy. Alcanzar solo lo material podría impulsarte a una espiral sin fin en donde nunca se estará satisfecho y siempre se querra aspirar a más, al final podría quedar siempre insatisfecho. Estoy a favor de trabajar para mejorar los ingresos y calidad de vida, pero no con dejar todo de lado por una meta material ya que el tiempo no se recupera, muchas felicidades se podrían no vivir y perder.

No podria haberlo dicho mejor amigo @soportetecnico. Excelente comentario. Y pensar que hay tantas personas que solo buscan alcanzar la riqueza material y mas nada. Saludos

Pienso que nada merece ser sacrificado para almacenar fortuna material. Lo grande es vivir administrando cada poco de privilegio que nos ofrece el vivir plena y dignamente, porque al final es lo que cuenta.

Muy acertado tu comentario. Debemos enfocarnos en lo que realmente vale, en aquello que realmente significará algo al final de nuestras vidas... De lo contrario, habríamos vivido solo para el dinero.

En eso tienes razòn, uno siempre debe buscar vivir una vida equilibrada. Todo se puede lograr, si tan solo nos administramos correctamente. Saludos @guaica99

Muy controversial tu post, @chrismartinez. Justamente pensaba en la idea del equilibrio en nuestro día a día. Si bien es cierto que muchos o todos queremos ser millonarios, el costo es bastante alto. Seríamos algo así como un ser aislado, sin amigos y sin familia. Entonces con quién compartiríamos esa riqueza cuando llegue? Hay una famosa canción de Joaquín Sabina que dice lo que debes hacer si quieres vivir 100 años, y al final nos damos cuenta que para vivir 100 años, debemos DEJAR DE VIVIR. Ah, me emocioné al ver el símbolo de la Casa más alta del Oriente, mi siempre querida UDO.