El 4 de abril cumplí 19 años de aquel 1999 cuando me informaron que pasaba a ser personal fijo en el Movimiento de Educación Popular e Integral Fe y Alegría Venezuela.
Les confieso que de Fe y Alegría sólo conocía la rifa que vendíamos en mi colegio de primaria, que, a pesar de no ser católico, siempre apoyaba con la venta de la rifa.
Llegue al Instituto Radiofónico Fe y Alegría (uno de los 4 programas de Fe y Alegría) de la mano de mi primo Henry Oroño, quien laboraba como técnico de transmisiones de calle. Allí necesitaban un operador de avance (persona que sólo llamaban cuando faltaba otro operador o cuando alguno salía de vacaciones). Allí encontré gente buena, servicial y dispuesta a enseñarme lo mucho que habían aprendido en cuanto al manejo técnico se refiere. Al llegar aún se trabajaba con cajetines y platos para colocar la música y tip´s al aire y estaba en período de prueba una computadora con un software llamado Dinesys para automatizar todo aquel proceso que implicaba colocar una canción y ponerle los efectos y tip´s que hacen que escuchar radio sea una experiencia sensitiva única.
Por cuestiones de la vida, un operador renunció porque no podía con la computadora que recién se instalaba y que, para él, representaría un nuevo reto que no estaba dispuesto o preparado a asumir. Y allí se me brindó la oportunidad; yo venía saliendo de mis primeras clases de informática en la facultad de agronomía y tenía hambre de aprender, sobre todo porque en aquellos tiempos, tener un pc era más que un lujo.
Y así comenzó mi historia en Fe y Alegría. Trabajaba de 6 p.m. a 12 p.m. A esa hora salía al centro de la ciudad para regresar a casa en medio del peligro que para la época representaba salir a tan altas horas de la noche. Comencé como operador avance, después pasé a operador fijo, luego fui recibiendo capacitación y me ascendieron a asistente de producción.
Desde allí pude entender el IRFA: sus metas, objetivos y esa necesidad intrínseca de Fe y Alegría de investigar y estar siempre a la par de las demandas y el contexto, de estar con los más pobres y necesitados; de darle voz a los que no la tienen. Si, suena utópico, pero tienes que vivirlo con ellos para darte cuenta de que esa apuesta por ese estrato de la población se vive y se acompaña desde Fe y Alegría.
En esos tiempos también nacían varios proyectos radiofónicos: el de Paraguaipoa, la primera emisora indígena del país y el de Tukuko, emisora indígena multilingüe asentada en la Sierra de Perijá; emisora que después se convertiría en mi proyecto de vida.
Fue un 21 de noviembre cuando Gerardo Lombardi se acercó a mí, después de una sugerencia de mi amigo Rolian Bohorquez, para proponerme ser el cultivador de aquella siembra en la Sierra de Perijá; de acompañar y hacer crecer ese proyecto que contemplaba 3 cabinas de transmisión ubicadas en tres comunidades distintas (Tukuko con los Yukpa, Saimadoyi con los Barí y en Machiques con los watia o dabagdou como nos dicen los Yukpa y Barí a los criollos). Estaba en planes de matrimonio con una perijanera y esa propuesta me caía como anillo al dedo. Así que luego de consultarlo con mi futura esposa, di el paso al frente y acepté.
Debo confesar que, sin las orientaciones de Gerardo Lombardi, sin su paciencia y su confianza en tenderme la mano no hubiese podido llegar a hacer lo que hasta ahora hemos logrado y no hubiese podido ser la persona y profesional que hasta ahora soy.
Me tocó aprender desde cero, equivocarme, recibir rechazos, tocar muchas puertas y recibir portazos en la cara, sólo así pude entender que a los indígenas en mi país eran y continúan siendo denigrados y que defender un proyecto multilingüe en un municipio ganadero por excelencia como lo es Machiques era más que un reto, una utopía. Pero Dios siempre pone ángeles en el camino y ¡vaya que me encontré con muchos!
Pudiera extenderse mucho este post si les contara cada situación, cada anécdota y cada aprendizaje adquirido en estos 19 años, pero lo que si no puedo dejar de decirles es que tuve la dicha y la satisfacción de encontrarme y compartir con los mejores periodistas y operadores y gerentes del país y me atrevo a decir de américa latina: Rogelio Suarez, Javier Barrios, Alexander Hernández, Mónica Marchesi, Gustavo Pérez, Mario Pérez, Ramiro Ochoa, Rolian Bohórquez y Gerardo Lombardi.
También compartirles que Fe y Alegría, como su eslogan de este año refiere, es más que una Escuela, es un proyecto de vida que te enamora, que te forma y te sensibiliza ante el contexto y la adversidad que se vive en cada uno de los rincones del país donde existe esta hermosa obra del Padre Velaz.
No suelo ser el mejor escritor del mundo para poner en letras lo que siento, pero déjenme decirles que una vez dentro de este hermoso proyecto de Fe y Alegría es imposible no enamorarse y enguayabarse de él.
** Fotos 1 y 2 propias. Foto 3 extraida de la web http://casauslarpietri.org/noticias/jose-maria-velaz-fundador-de-fe-y-alegria-1910-1985/**
La constancia y los sueños por creer en lo que se hace es lo que nos da la certeza que estamos vivo y en la lucha!
Asi es amiga @lamorrocoya. Eso es lo que nos mantiene vivos y de pie en nuestro país!
¡Qué palabras tan bellas de agradecimiento a una institución en la que has compartido casi dos décadas! Eres el fundador entonces de Radio Fe y Alegría Paraguaipoa... una historia para contar.
Me encantaría leer esas anécdotas de los comienzos de esa emisora, sus altas y bajas.
Y cito tu última frase: "una vez dentro de este hermoso proyecto de Fe y Alegría es imposible no enamorarse y enguayabarse de él". ¡Es así!
Gracias Lenys! Voy a publicarlas de a poco.
tenemos historia, tenemos futuro...
Gracias Mario, vos sois parte también de esta historia!
Hermano, un texto largo pero sentido, que me hace emocionarme al conocer mucho más de Fe y Alegría :)
Gracias @jeanfreddy, eso es Fe y alegría: pasión y compromiso!
Fe y Alegría es Fe y Alegría por el compromiso de su gente. Te felicito por estos 19 años hermano.
felicidades mi hermano, adelante con su misión.
Que buena historia hermano. Todos llegamos a Fe y Alegría por alguna razón. Agradecerte todo tu esfuerzo y dedicación. Seguimos adelante..