Definir la inteligencia es bastante complejo, debido a que por un lado las definiciones tienden a causar polémica y por otro lado es complicado establecer o delimitar una definición estándar que abarque los matices necesarios como para unificar tal concepto, por lo tanto, seguirá siendo tema de discusión.
Ahora bien, es necesario traer a colación las distintas definiciones que sugirió Vernon (1960), en lo que respecta a la clasificación de los conceptos de inteligencia:
Sin embargo, la mayoría de estas definiciones tienen algunos elementos en común, los cuales a mi parecer son los siguientes:
1º Capacidad para resolver problemas.
2º Adaptabilidad.
3º Aptitudes.
Por la tanto, podemos definir la inteligencia “como la capacidad que tiene todo ser vivo, de acuerdo a sus aptitudes, para resolver problemas y adaptarse al entorno en el que vive”. Pero, ¿Realmente la inteligencia desde el punto de vista del cociente intelectual determina el éxito o algo tan subjetivo como es la felicidad en la vida de un individuó? desde mi punto de vista sí y no; sí porque, evidentemente la inteligencia te permite planificar, razonar, aprender nuevas aptitudes para llegar a un determinado punto y alcanzar un objeto de manera más eficiente, sin embargo la inteligencia (que no es más que una herramienta) no te garantiza del todo el éxito y la felicidad, pues existen otros factores que pueden determinar la consecución de los objetivos a alcanzar de manera eficaz (pues sí, la inteligencia te ayuda a hacer eficiente y es un punto a su favor), aunque el individuo no tenga un extraordinario intelecto, de hecho hoy en día es más común ver gente muy inteligente subordinada a gente intelectualmente “inferior” (aunque yo discrepo desde el punto de vista teleológico el alcance del concepto de inteligencia aplicada a la vida diaria, más adelante explicaré el porqué).
Desde que el cociente intelectual se empezó a medir, las pruebas versaban sobre la capacidad la lingüística, matemática y espacial del individuo, cuestión que empezó a generar polémica, ya que según muchos críticos del test, la medición se convertía en un instrumento de segregación hacía las personas que no tenían altas puntuaciones en dichas pruebas, que en su mayoría resultaban que eran hijos de campesinos, obreros, inclusive personas de color y de raza distinta a quienes aplican los test (ya que anteriormente al menos en Estado Unidos y Europa el racismo era común), etc.
Ahora bien, dicha prueba fue objeto de muchas críticas, ya que un niño con educación privilegiada, evidentemente tendrá un puntaje más alto, que los niños de obreros y campesinos que han tenido poca o nula formación académica, es decir que la prueba mide son aptitudes, más no a capacidades innatas, pues responde a un conocimiento anteriormente adquirido y no a la respuesta que un individuo da ante una situación que le permita aprender un conocimiento a los fines de resolver un determinado problema.
De acuerdo al postulado de Michael Tort, en su libro "El Cociente Intelectual" (que aunque sus planteamientos, tiene algunas tildes ideológicas, de las cuales difiero de él, no por eso dejan sus argumentos ser interesantes), afirma lo siguiente:
Michael Tort (1978), “En efecto, ese positivismo sabe utilizar de maravilla la división de la escuela capitalista en dos redes de escolarización: una (red secundaria-superior: SS), destinada a formar intelectuales; otra (red primaria-profesional: PP), destinada a formar trabajadores manuales. Del lado de la secundaria-superior está el investigador, el que trata con la Sorbona y estructura los tests: frente a los reiterados ataques de la ideología de izquierda utiliza una doble línea de defensa. En primer lugar, el pantanoso terreno de la modestia científica: <<Vosotros sois los que tenéis las ideas. ¡Bravo!. En tanto que yo me conformo con los hechos pacientemente recogidos.>> Para defender la inteligencia, el psicólogo SS se hace el tonto. Si se le acosa, esgrime las armas propias de su competencia: comparación, muestreo, contrastación”
Es decir, según el argumento del señor Tort, el sistema capitalista ha formado investigadores que adaptan las pruebas a lo que los niños ya conocen y están acostumbrados, es por ello, según él, que dichos niños con educación más “privilegiada” tienden a salir mejor en dichas pruebas, mientras que los psicólogos escolares no difieren del test en sí, sino que la aplican y en base a la puntación es que ellos clasifican al individuo.
Bueno, en mi opinión particular, la inteligencia es algo relativo que responde a muchos factores, sin embargo le daría poca importancia al factor hereditario, pues las aptitudes pueden ser aprendidas, aunque sí, es evidente que la inteligencia va a obedecer en primer lugar al entorno en el que todo individuo se desarrolle, no es lo mismo un niño que haya nacido en Suiza, que tenga un alto desempeño educativo, que tenga buena alimentación y se desenvuelva en un ambiente estable que le permita planificar y trabajar en torno a un objetivo, a un niño pobre (sin ir muy lejos) que haya nacido aquí en Venezuela, en donde tiene poca o nula formación académica, una mala alimentación, expuesto al maltrato o al abuso en la calle y que su mente se encuentra orientada a planificar su siguiente comida es decir a sobrevivir, tal y como sucede o sucedió a mayor magnitud en gran parte de los países africanos, por lo tanto estos niños en comparación con los niños Suizos o a los niños de otros países estables o medianamente estables, tendrán obviamente calificaciones más bajas en cualquier prueba psicométrica que pretenda medir el cociente intelectual.
Ahora bien, el hecho de que países pobres de Latinoamérica y África, en los cuales la educación, la salud, la alimentación, la seguridad y todos aquellos aspectos que determinan la calidad de vida son de ínfima calidad, no define que la raza sea un punto determinante en la inteligencia de un individuo, y tampoco pienso que una prueba psicométrica aplicada en países del “primer mundo” defina como “inteligente” a un individuo que haya tenido un puntaje más alto.
Pero, se preguntarán ¿Por qué yo discrepo desde el punto de vista teleológico del alcance al concepto de inteligencia aplicada a la vida diaria?, porque si partimos de la definición que hemos dado al inicio, en el que se entiende como inteligencia a “la capacidad que tiene todo ser vivo, de acuerdo a sus aptitudes, para resolver problemas y adaptarse al entorno en el que vive”, volviendo al ejemplo del niño Suizo rico y del niño Venezolano pobre, el primero que tiene todas sus necesidades básicas cubiertas, puede dedicarse a planificar y a razonar en otros conocimiento, y si éste como objetivo tiene por ejemplo crear un negocio, su educación se formará con las materias competentes (aunque muchos dirán que Bill Gates dejo Harvard, y que Henry Ford fue pobre, bueno sí está bien, pero son casos estadísticamente muy escasos y no creo que Estados Unidos en aquella época tuviera la hiperinflación y la corrupción que Venezuela tiene hoy en día) para realizar el negocios y su vida la adaptara a tal situación, es decir podrá ahorrar, podrá formarse con cursos, especialidades, congresos, contratar otros expertos y personal, etc., en cambio que el niño pobre de Venezuela, tiene es que planificar su día a día para sobrevivir (y créanme que la familia pobre que sobrevive aquí en Venezuela, tiene que ser bastante inteligente e imaginativa, porque aun no me explico como lo hacen), poco le importará a estos niños saber de física y de matemática cuando tiene en su mente otras necesidades.
Magnifico contenido literario y bien trabajado, espero ver el segundo te sigo Saludos y mis respetos mi apoyo con mi voto.
Buenas tardes !, muchas gracias, espero que disfrute del próximo contenido, Saludos y un fuerte abrazo.
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