Recuerdo aquel día que llegue de la universidad de prisa, entre al salón de clase de contabilidad me encontré con la mirada de una chica y sus ojos color ámbar, pues me hizo suspirar, me pregunté. ¿Quién sera esta chica tan bella? , que con su mirar me hechizo, mi profesora me llama la atención, escuche mi nombre, pase usted a su puesto por favor.
Fuente
¡qué color tan bello de ojos tienes! le dije. Ella con una sonrisa calidad me respondió si son de color ámbar, como la miel, así me los dio el creador con brillo aunque no pueda ver, pero percibo, tengo el oído bien afinado, es tanto así que te siento muy cerca de mi, puedo sentir tu aliento, Ella se fue y me quede impactado, pensando si la volvería a ver, para decirle que a través de sus ojos se puede ver su candidez.
Al salir de clases espere ser el último, para acercarme a ella, pero la observe un largo tiempo...por que ella se quedó sentada, ella sin mirarme... me preguntó mi nombre... me le coloque cerca de su fresco rostro y volví a encontrarme con sus ojos color ámbar.
¡qué color tan bello de ojos tienes! le dije. Ella con una sonrisa calidad me respondió si son de color ámbar, como la miel, así me los dio el creador con brillo aunque no pueda ver, pero percibo, tengo el oído bien afinado, es tanto así que te siento muy cerca de mi, puedo sentir tu aliento, Ella se fue y me quede impactado, pensando si la volvería a ver, para decirle que a través de sus ojos se puede ver su candidez.