¿Basta una mirada para expresar un sentimiento mutuo? ¿Puede tan solo una mirada expresar agradecimiento, cariño y amistad? Todos los días miramos a personas de diferentes razas, estatus social, tamaños y personalidad. Con tan solo una mirada podemos juzgar, amar, odiar o inclusive ambas cosas a la vez. Pero cuando miramos a alguien con cierto grado de compasión nuestro mundo es distinto, el corazón no solo siente tristeza quizás por la circunstancia de esa persona, sino que también siente alegría porque te has ganado el cariño de alguien que tiene su propia lucha.
En la enfermería una mirada compasiva puede lograr que un paciente recobre el ánimo, sonría y en su momento quiera seguir luchando. Con tan solo una mirada podemos infundir esa confianza que quizás han perdido en su convalecencia, y aunque halla quienes aun con cierta enfermedad aparentan estar fuertes, de vez en cuando les hace falta esa mirada que les manifieste cariño, amor y bondad.
En ocasiones miramos a un mismo paciente por varios días, semanas e incluso hasta meses, sin imaginar que gracias a una mirada nos estamos ganando una nueva amistad, que aunque solo es de unas cuantas horas, cuenta como las demás. Pero existe una mirada en nuestra profesión que nos quebranta el corazón, y es cuando el paciente con tan solo verte te dice ya no puedo mas o ya se acerca el momento de dejar de verte. Y cuando ese momento llega es que te das cuenta lo que tan solo una mirada puede lograr.
Dejemos de mirar a los paciente como una carga, un fastidio o simplemente alguien a quien solo debemos cuidar. Aprendamos a verlos como amigos, como personas que desean vivir en un mundo libre de enfermedad. Mirarlos con compasión no es sinónimo de debilidad, es ser abnegado con quien necesita de tu buena capacidad. En nuestro país poco a poco hemos dejado de valernos de tan solo una mirada para ayudar a los demás, el mismo estrés de no conseguir medicinas, alimento o de ver a la gente darse por vencida con cierta enfermedad, pero aun hay tiempo de recuperar esa mirada compasiva que logramos cultivar una vez que decidimos la enfermería ejecutar, aun estamos a tiempo de brindarle mejor calidad de vida a las personas que convalecientes desean luchar.
Recordemos que tan solo una mirada puede lograr que aceptemos a otros sin importar sus circunstancias, raza o estatus social, ejerzamos o no la enfermería u otro campo de la salud miremos siempre a las personas con bondad, eso dará gran felicidad.