Vi mis ilusiones tocarte y sentí que me llamas cuando en algún lugar me encuentro.
La música hace énfasis en mis oídos, hundiéndome en la mística poesía solo para verte volar entre nubes mientras mi corazón se aferra en tus alas.
Hoy, pude descubrir cuán importante te has vuelto para mí. Quise escribirte cartas interminables para expresarte todo lo que me haces sentir, pero me cohibí.
Comencé a jugar con tus manos entre sueños para despertar la musa de tus sentidos, descubriendo las palabras perfectas con la única intención de que te quedes siempre aquí.
No sé si amarte sea lo correcto, pero no puedo cambiar el camino que ha escogido mi corazón.
Fuente Imagen de Karina Cubillo de Pixabay
Los senderos de la vida son inciertos, tan inciertos como nuestro destino que está luchando por mantenerse vivo.
Perdóname si te falto, perdóname si te pierdo, pero, sobre todo, perdóname por amarte en silencio.
Solo espero que nunca olvides que mi corazón te recuerda tan insistentemente como su necesidad de mantenerse vivo.
Que recuerda tus manos cuando dibujan amaneceres en mi piel.
Que respira tú mismo aliento llevando cada letra de tu nombre hasta el último rincón de mi ser.
Que recuerda la capacidad que tiene tu mirada para derretirme como azúcar en el desespero de tu dulzura.
Que te habla entre latidos exhaustos de las palabras, gritando en el silencio con un hambre encarnada, diciéndote todo y sin decirte nada.