El orden es nuestra naturaleza

En varias ocasiones me he topado con situaciones que exigen que tengamos orden en lo que hacemos, y en la mayoría de estas ocasiones he podido observar algunas cosas que no parecen casualidad, pero tampoco que sean hechas con intencionalidad.

Me explico un poco mejor, cuando alguien en autoridad nos exige que pongamos algunas cosas en orden, enseguida la primera reacción de la mayoría es: "yo puedo hacer las cosas a mi manera", y no es mentira, podemos realmente hacer las cosas a nuestra manera, pero veamos el otro extremo, cuando nadie nos exige poner determinadas cosas en orden generalmente terminamos haciendo y poniendo las cosas en orden.

Esto es más notable cuando se trata de evaluaciones, cuando la pregunta nos exige un orden determinado parece que mucha gente se bloquea, pero cuando no es una exigencia, muchas personas son capaces de responder con largas enumeraciones en perfecto orden, parece ser que cuando se nos exige, las cosas se tornan en nuestra mente un poco desordenadas, esto a pesar de que el orden está en nuestra naturaleza.

¿Por qué digo que el orden es nuestra naturaleza si más bien, como incluso nos han enseñado, parece que todo tiende al caos?

Volvamos a los inicios de nuestra historia, cuando todo estaba desordenado, la Biblia nos habla que el mismo Dios no hizo nada hasta que puso orden, esto es importante porque muchas personas dicen algo como esto: "yo en mi desorden tengo orden, yo se donde tengo cada cosa", ¿acaso Dios no sabía donde estaban todas las cosas en el principio? Estoy seguro que sí, solo nos estaba dando un mensaje, para que las cosas realmente funcionen y permanezcan debe haber orden; por eso cuando nos creó hizo que dentro de nuestro organismo reinara el más estricto orden.

Y ya que hablamos del principio, hablemos también del orden con el que se dieron las cosas para que tú y yo tuviéramos vida, primero se creo un cuerpo y luego se sopló en nosotros el aliento de vida, podemos decir entonces que nuestro cuerpo, las cosas que vemos, lo que llamamos "nuestra vida" es importante, pero sin un aliento de Dios realmente no somos absolutamente nada.

Es importante entonces que pongamos las cosas como son, primero Dios sobre todas las cosas, luego es importante que establezcamos prioridades en la vida según sea lo que estamos desarrollando, establecernos metas, trabajar en ellas, ser determinado en una cosa; y el orden traerá miles de bendiciones a nuestra existencia.

Todo esto para terminar diciendo que si realmente quieres tener resultados duraderos, solo deja fluir lo que está en ti, porque fuimos creados ordenadamente por un Dios ordenado para poner orden en un mundo desordenado.

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