Los seres humanos o inhumanos seguimos dividiendo primero dentro de nosotros mismos, en nuestro corazón, luego dentro de nuestra mente y emociones, mientras más dividimos creamos más conceptos y prejuicios. Y luego dividimos en la parte espiritual por diferentes credos y religiones.
Yo pienso que el peor muro que podemos levantar es aquel que nos evita demostrar quienes somos, para demostrar nuestros sentimientos de amor hacia nosotros mismos, y luego hacia todo aquel que nos rodea. Que difícil se nos hace un abrazo, un beso, una sonrisa en fin un gesto de solidaridad. Y entonces como podemos no entender que un alguien cualquiera, levante un muro de vergüenza, muro de división, donde se supone que los que quedan del lado más triste son los que más luchan por sobrevivir, donde hay casi nula oportunidad y grandes necesidades.
En los muros de la vergüenza levantados en distintos lugares del mundo, la vergüenza siempre quedará del lado de aquellos que toman la decisión de construir kilómetros y kilómetros de negación de todo, para aquellos que más necesitan.
Quizás hoy desde mi corazón puedo decir que necesitamos comprendernos nosotros mismos, en cada una de las necesidades de nuestra alma, y así entender, que una vez que estemos llenos de plenitud, entonces podremos entender la necesidad de los otros, y así lograr ayudar con un gran sentido de solidaridad y comprensión, y daremos el gran paso de comenzar por eliminar los muros que tenemos levantados dentro de nosotros.