No me pidas que no te quiera
por favor, no lo hagas,
yo solo lo haré.
Quizás...
Ese día en el que los colores pasen volando ante mi ventana y no los sienta.
Cuando los días se me vayan en trivialidades y no lo note.
Cuando mi mete vuelva a mi agotada de los cambios de la marea buscando tierra firme.
Cuando no sienta la necesidad de tocar tu naríz y darle credibilidad a lo que digo.
Cuando no intente cruzar la habitación mientras cuento tus pecas sin incomodarte.
Cuando te mire y no me importe observarte.
Y esa noche, en la que en realidad crea que no llegarás.
Cerraré la puerta trasera de la casa, para prender las luces en la noche fría
y sentarme a observarla.