Vuelvo, amigos de Steemit, con el prometido homenaje in memoriam para la maestra de la danza, poeta y amiga Sonia Sanoja (ver). Hablar de Alfredo Silva Estrada sin Sonia, ni de ella (“Sonín”, como la llamaba cariñosamente) sin él, es casi imposible. Estudiaron Filosofía en la UCV y vivieron en París, pero más allá de eso, compartieron sus vidas hasta la muerte que los separó.
Sonia Sanoja (1933-2017) fue una danzarina, coreógrafa y profesora de danza, precursora e impulsora del movimiento de la danza contemporánea en Venezuela, animada por el maestro Grishka Holguín. Fundó varios grupos y talleres (en esas iniciativas se formó nuestro querido danzarín, coreógrafo, profesor y promotor cultural, Rodolfo Varela, residenciado en Cumaná). Recibió el Premio Nacional de Danza en 1998. En su ejercicio de la reflexión y la poesía, logró publicar Duraciones visuales, A través de la danza y Bajo el signo de la danza.
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Foto: Miguel Gracia Fuente
Quisiera referirme, sucintamente, a mi relación con Alfredo y Sonia. Los conocí (ya había leído a Alfredo) cuando los invitamos a la Casa Ramos Sucre por el año 1984, quizás. Desde entonces se fue tejiendo una amistad afectiva y literaria que se alimentaba con sus visitas frecuentes a Cumaná, bien para eventos literarios o de danza, o mis visitas esporádicas a Caracas, que tenían una obligada estación en su modesto y acogedor apartamento de las Mercedes, para leer y conversar, acompañados de un buen trago. Debo a ellos parte de mi sensibilidad estética adulta y una inmensurable porción de mi educación sentimental. Contribuyeron, sin duda, en la decisión de componer mi segundo poemario (y a ellos se los dediqué), con ese impulso sostenido por leer y comentar lo que escribía (de su acompañamiento y estímulo pueden dar fe varios escritores anteriores o posteriores a mi generación).
Los tiempos se volvieron difíciles, y solo podía comunicarme con ellos telefónicamente. La última vez que pude visitarlos, con Nancy, fue esa vez que Alfredo, con su fino humor, hablando ahora no recuerdo de qué, dijo, sabiamente: “Toda mujer debe tener hoyuelos en sus nalgas”. Además de llamadas esporádicas de fin de semana, no faltaban las rituales de fin de año. Alfredo murió en octubre de 2009, y, dolorosamente, no pude viajar. Sonia me confesó que quería esparcir las cenizas de Alfredo en el mar de estas tierras que él tanto amaba; por diversas razones, eso nunca se pudo concretar. En un diciembre posterior la llamé pero no estaba, y ella me devolvió la llamada y me dejó un mensaje: “Querido José, Alfredo y yo te queremos mucho”. El 31 de diciembre de 2016 hice la llamada ritual, pero no hubo respuesta, e insistí luego de otros días. Pasado un cierto tiempo, escuché su mensaje en mi contestadora (que conservo) en el que renovaba su cariño y solicitaba mi comunicación. Pero no se dio la conversación. A unos pocos días, supe de su fallecimiento (el 23 de marzo de 2017). Es la primera vez que hablo de esto públicamente.
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Foto: Miguel Gracia Fuente
Les presento algunos de sus pensamientos, tan filosóficos y poéticos, de A través de la danza, libro editado por Monte Ávila, cuya dedicatoria dice: “A Alfredo Silva Estrada, quien con su poesía me ha enseñado a andar a través de la danza”.
Al danzar actualizamos las vidas, los mundos que transcurren en nosotros, durante nosotros. Cuando danzamos, una vida transcurre, y transcurre sin premeditación, sin argumentación previa, a través del cuerpo.
Acaso es por eso que danzo, porque en la danza deponemos nuestro propio yo para entrar en una zona al descampado donde el pensar fluye y allí nos movemos…
Acaso el problema de la danza sea el problema de la física, de cómo transformar la materia en luz.
Sobre una tierra sola, necesito inventar un sortilegio para salir de mí misma, para acercarme al mundo.
Danzar es construir, crear algo sólido desde donde contemplar y sondear el infinito.
La danza es visual porque se manifiesta ante los ojos, se da para los ojos, es en los ojos de los otros.
Hay insectos que viven sólo un día. Viven su vida sin prisa, cumplen su ciclo sin morir porque no perciben que el tiempo transcurre. Su vida es un instante imperceptible en la vida de una especie que se continúa. Los hombres pertenecemos a la especie de los que viven en el tiempo, de los que quieren agotar el tiempo. Uno quisiera vivir el momento anómalo, saltar y no caer, quedarse suspendido en el espacio, consciente de su tiempo libre, abierto.
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Foto: Miguel Gracia Fuente
Ahora, mi poema para ella, cuya primera versión es de abril de 2017.
VUELO
Sus ojos
puros ojos
siendo dones
y mundo
compartido
y extasiado
Su voz
sonando
temblorosa
con hondura de río
con la tersura
escanciadora del vino
Su cuerpo
firme
y aéreo
renovando
la eterna imagen
del salto
en el abismo
del vuelo
en el infinito
Suelta
ave esquiva
casi sin avisar
se ha ido
dejándonos solo su silencio
y una ausencia
alada
en la nostalgia
Agradecido de antemano por su lectura y comentarios. Saludos cordiales.
Sonia Sanoja (1933-2017) fue una danzarina, coreógrafa y profesora de danza, precursora e impulsora del movimiento de la danza contemporánea en Venezuela, animada por el maestro Grishka Holguín. Fundó varios grupos y talleres (en esas iniciativas se formó nuestro querido danzarín, coreógrafo, profesor y promotor cultural, Rodolfo Varela, residenciado en Cumaná). Recibió el Premio Nacional de Danza en 1998. En su ejercicio de la reflexión y la poesía, logró publicar Duraciones visuales, A través de la danza y Bajo el signo de la danza.
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Quisiera referirme, sucintamente, a mi relación con Alfredo y Sonia. Los conocí (ya había leído a Alfredo) cuando los invitamos a la Casa Ramos Sucre por el año 1984, quizás. Desde entonces se fue tejiendo una amistad afectiva y literaria que se alimentaba con sus visitas frecuentes a Cumaná, bien para eventos literarios o de danza, o mis visitas esporádicas a Caracas, que tenían una obligada estación en su modesto y acogedor apartamento de las Mercedes, para leer y conversar, acompañados de un buen trago. Debo a ellos parte de mi sensibilidad estética adulta y una inmensurable porción de mi educación sentimental. Contribuyeron, sin duda, en la decisión de componer mi segundo poemario (y a ellos se los dediqué), con ese impulso sostenido por leer y comentar lo que escribía (de su acompañamiento y estímulo pueden dar fe varios escritores anteriores o posteriores a mi generación).
Los tiempos se volvieron difíciles, y solo podía comunicarme con ellos telefónicamente. La última vez que pude visitarlos, con Nancy, fue esa vez que Alfredo, con su fino humor, hablando ahora no recuerdo de qué, dijo, sabiamente: “Toda mujer debe tener hoyuelos en sus nalgas”. Además de llamadas esporádicas de fin de semana, no faltaban las rituales de fin de año. Alfredo murió en octubre de 2009, y, dolorosamente, no pude viajar. Sonia me confesó que quería esparcir las cenizas de Alfredo en el mar de estas tierras que él tanto amaba; por diversas razones, eso nunca se pudo concretar. En un diciembre posterior la llamé pero no estaba, y ella me devolvió la llamada y me dejó un mensaje: “Querido José, Alfredo y yo te queremos mucho”. El 31 de diciembre de 2016 hice la llamada ritual, pero no hubo respuesta, e insistí luego de otros días. Pasado un cierto tiempo, escuché su mensaje en mi contestadora (que conservo) en el que renovaba su cariño y solicitaba mi comunicación. Pero no se dio la conversación. A unos pocos días, supe de su fallecimiento (el 23 de marzo de 2017). Es la primera vez que hablo de esto públicamente.
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Les presento algunos de sus pensamientos, tan filosóficos y poéticos, de A través de la danza, libro editado por Monte Ávila, cuya dedicatoria dice: “A Alfredo Silva Estrada, quien con su poesía me ha enseñado a andar a través de la danza”.
Al danzar actualizamos las vidas, los mundos que transcurren en nosotros, durante nosotros. Cuando danzamos, una vida transcurre, y transcurre sin premeditación, sin argumentación previa, a través del cuerpo.
Acaso es por eso que danzo, porque en la danza deponemos nuestro propio yo para entrar en una zona al descampado donde el pensar fluye y allí nos movemos…
Acaso el problema de la danza sea el problema de la física, de cómo transformar la materia en luz.
Sobre una tierra sola, necesito inventar un sortilegio para salir de mí misma, para acercarme al mundo.
Danzar es construir, crear algo sólido desde donde contemplar y sondear el infinito.
La danza es visual porque se manifiesta ante los ojos, se da para los ojos, es en los ojos de los otros.
Hay insectos que viven sólo un día. Viven su vida sin prisa, cumplen su ciclo sin morir porque no perciben que el tiempo transcurre. Su vida es un instante imperceptible en la vida de una especie que se continúa. Los hombres pertenecemos a la especie de los que viven en el tiempo, de los que quieren agotar el tiempo. Uno quisiera vivir el momento anómalo, saltar y no caer, quedarse suspendido en el espacio, consciente de su tiempo libre, abierto.
Ahora, mi poema para ella, cuya primera versión es de abril de 2017.
VUELO
Sus ojos
puros ojos
siendo dones
y mundo
compartido
y extasiado
Su voz
sonando
temblorosa
con hondura de río
con la tersura
escanciadora del vino
Su cuerpo
firme
y aéreo
renovando
la eterna imagen
del salto
en el abismo
del vuelo
en el infinito
Suelta
ave esquiva
casi sin avisar
se ha ido
dejándonos solo su silencio
y una ausencia
alada
en la nostalgia
Agradecido de antemano por su lectura y comentarios. Saludos cordiales.
Sus ojos
puros ojos
siendo dones
y mundo
compartido
y extasiado
Su voz
sonando
temblorosa
con hondura de río
con la tersura
escanciadora del vino
Su cuerpo
firme
y aéreo
renovando
la eterna imagen
del salto
en el abismo
del vuelo
en el infinito
Suelta
ave esquiva
casi sin avisar
se ha ido
dejándonos solo su silencio
y una ausencia
alada
en la nostalgia
Este es uno de esos post que me gustaría poder votar muchas veces, es precioso, escrito desde lo más profundo, con sentimiento. Se nota que forma parte de tus vivencias más preciadas. Gracias por compartir @josemalavem
Gracias por tu sensible apreciación, querida @evagavilan.
Recuerdo que cuando conocí a Sonia y a Alfredo era tanto el amor que transmitían, el afecto curado con los años, que aquella tarde se fue ligerita no sin la promesa de reencontrarnos pronto. Ese reencuentro jamás se dio. Seguramente, en alguna parte, sus almas han vuelto a entrelazarse, como pájaros entre danza y canto. Los reencuentros tampoco tienen que ser en la tierra, pienso yo ahora. Gracias por tan hermoso post. Un abrazo
Agradezco ese comentario tan querido, @nancybriti. A Alfredo y a Sonia siempre se llevarán en el alma. Mi abrazo para ti.
Sonia Sanoja fue una mujer de invaluable fortaleza. Por la forma como haces referencia ellos (ambos) forman parte de tu preciado tesoro, ahora en el recuerdo, de amigos.
Gracias por compartir, por primera vez, como lo indicas, estas palabras, pensamientos y sentimientos, @josemalavem.
Agradecido por tu lectura y apreciación, mi estimada @sandracabrera. Saludos.
Mucho sentimiento, admiración y amistad en estas palabras. El poema a Sonia Sanoja es una belleza, @josemalavem. La recuerdo en los pasillos de la escuela de danza en mis tiempos de adolescencia.
Gracias por tu visita y valoración, @aurodivys.
Wao realmente muy emotivo y hermoso, que gran honor y placer haber compartido con tan grandiosa artista, ahora baila que allí estará ella.
Agradezco tu apreciación, @lizbetcontreras. Mi vinculación con ella y Alfredo fue a través de la poesía, aunque fui espectador atento de sus trabajos dancísticos cada vez que se presentó en Cumaná.
Hermoso homenaje. Se siente la química entre la poesía, la danza, la amistad y el amor; ese que se hace intenso con el tiempo, con los detalles y con el respeto. Este post es una conjunción de todos esos sentimientos. Te abrazo, @josemalavem.
Gracias por tu comentario tan emotivo, querida @solperez. Un abrazo también para ti.
Tu artículo ha sido votado por Celf (@celfmagazine), somos un proyecto que tiene como objetivo promover, recompensar y apoyar el arte mediante Steem y aprender de artistas y creadores como tu. Te invitamos a nuestro servidor "Comunidad Artística Hispano Hablante": https://discord.gg/fbpR3Ef
¡Ah, qué buena noticia! Me honran con su reconocimiento. Agradecido. Saludos.
Cercano, fluído y cálido profe @josemalavem. Un texto para evocar la amistad y el abrazo en la distancia. Excelente. Creo que todos celebramos esa amistad.
Gracias por tu lectura y valoración, mi estimado @cantantecumanes. Era una deuda sentimental y espiritual pendiente que no sabía como saldar, y Steemit me ha dado ese medio. Saludos.
Lindo y sentido post,@josemalavem, lleno de afecto y remembranzas agradecidas.Gracias por compartir es bueno saber que la amistad perdura y sobrevive.
Agradezco tu visita y aprecio tu comentario, @ramonochoag.
Un post precioso, @josemalavem, narración, poesía y fotografía, todo de primera como se lo merece Sonia Sanoja, un ser especial que permanecerá en la memoria cultural de su país.
Aprecio tu valoración, @gracielaacevedo. ¡Que así sea! Saludos.
Todos los versos, todas las líneas de este post son hermosas y tristes y no tan tristes también porque recorren el vuelo de esta mujer pajarito de ojos grandes.
Gracias, @josemalavem, es un bello tributo.
Aprecio mucho tu valoración y comentario, querida @adncabrera.