Unas cuantas macetas y una exhaustiva selección de plantas aromáticas es el primer paso para crear tu pequeño huerto. Una vez seleccionadas las plantas y los envases donde las sembraras, busca ese lugar donde puedan permanecer sin estorbar en el movimiento diario de tu cocina. Ese lugar podría ser el de la ventana o una repisa desocupada o quizás ese mesón que nunca ha tenido un centro decorativo.El siguiente paso es sembrarlas y ubicarlas en ese sitio al que le darán vida y cuídalas con un riego semanal o tan frecuente como ellas lo requieran (dependiendo de la cantidad de luz y sol que reciban ese tiempo puede variar).
Espera algunos días a que las plantitas se adapten a su nuevo hogar y comienza a disfrutar de los aromas que te ofrecerán y de los exquisitos sabores que aportarán a tus comidas con la frescura de sus ramas recién cortadas.
Un pequeño huerto en tu cocina no solo te brindará insumos para la preparación de tus comidas o para la preparación de refrescantes infusiones, sino que le dará un nuevo y refréscate aire a ese espacio de tu casa donde pasas buena parte de tu día.