Podemos encontrar la lujuria de quien menos esperamos y en el lugar que menos imaginamos, Da igual en una carta de amor, una habitación de un hotel o unas escaleras de un 3er piso
Podemos encontrar la lujuria de quien menos esperamos y en el lugar que menos imaginamos, Da igual en una carta de amor, una habitación de un hotel o unas escaleras de un 3er piso