La orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar de Venezuela iba a presentarse en el auditorio nacional de Madrid, lo supe un día antes por mi amigo Armando, quien me dijo además que ya las entradas se habían agotado seis meses antes, pero que podía ir e intentar entrar al ensayo, me dio algunas recomendaciones de lo que él ya había hecho años anteriores.
No sabía dónde quedaba el auditorio nacional, pero con internet y un ticket de metro eso nunca es un problema, me fui con mi prima Adriana en la mañana a hacer el intento de entrar a los ensayos, al llegar al sitio nos ubicamos en una plaza que queda en una de las salidas laterales del recinto, estuvimos ahí algún tiempo montando guardia sin saber que esperar, cuando de repente llego un bus y comenzaron a bajar los músicos, que alegría ver a esos venezolanos que estaban ahí para representar lo mejor y más bonito de mi país: La juventud con talento.
Algunos de los chicos salieron a caminar por los alrededores del teatro, nosotras no sabíamos que hacer, ahí paradas como unas estatuas y el resto del mundo en movimiento, pero al ver que si no poníamos manos a la obra se nos iba a pasar la oportunidad de por lo menos hacer algo para entrar. Así, que me le acerque al joven grupo de músicos y les dije que al igual que ellos éramos venezolanas, (en realidad no había que explicar mucho, nuestras facciones nos delatan) no teníamos entradas, y si era posible entrar a los ensayos con algo de ayuda.
Uno de ellos dijo que nos ayudaría y que nos haría pasar como familiares, así que sin más conseguí la ayuda, seguimos las instrucciones dadas por mi nuevo sobrino y nos acercamos a la entrada lateral por donde daban ingreso a los invitados a los ensayos y ahí estaba mi nombre, mi sobrino había cumplido. Estábamos tan felices de haber logrado entrar y estar caminando entre los músicos que no lo podíamos creer.
Ahí estábamos con la bandera
Estuvimos hipnotizadas de amor viendo a Gustavo Dudamel darles instrucciones a sus músicos, éramos pocos en el auditorio entre periodistas y quizá algunos familiares de verdad, estábamos privilegiadas de presenciar aquello. Al terminar el ensayo salimos del teatro y la calle estaba repleta de gente haciendo fila para entrar a la función, con trajes de gala.
Nuestra sorpresa fue grande al saber que tanta gala era porque iban la reina Doña Sofía y el (en aquel entonces) príncipe Felipe de Borbón,
ósea por favor!! Felipe de Borbón
Alla va Felipe
Nos quedamos a ver la llegada de la monarquía, aquel día no podía ser mejor, pero estaba errada aun las sorpresas no terminaban..
Acto seguido nos conseguimos con mi amigo Armando que fue quien me dijo lo de la función de ese día, venia llegando a ver si pescaba una entrada, en ese instante se nos acercó un hombre y dijo: tengo dos entradas que no voy a usar ¿las quieren?
Se las arrancamos de la mano, ahora el tema era quienes iban a entrar, eran solo dos y nosotros éramos tres, mi prima Adriana y yo decidimos que entrara nuestro amigo y nosotras sortearíamos la otra, pero Armando declino y nos dijo que pasáramos que ya la función iba a comenzar, que el resolvería de alguna manera.
Entramos otra vez, no estábamos trajeadas de gala, no habíamos comido en todo el día, pero sin duda estábamos viviendo un día mágico viendo ahora sin ensayos y con trajes de gala a la orquesta sinfónica juvenil Simón Bolívar. Nuestros asientos estaban en uno de los balcones, de donde podíamos ver a Felipe de Borbón.
Y ahi estaba otra vez
Talento Venezolano
Al salir al intermedio nos conseguimos con nuestro amigo Armando que después de todo logro entrar a la función,
Con mi amigo Armando
Amando y mi prima Adriana
Ademas nos conseguimos con Carlos Baute, ademas
Para cerrar ese día con un grupo de venezolanos que habían ido nos fuimos nos a comer y luego a celebrar a la negra Tomasa un bar cubano muy famoso que queda por el centro de Madrid y por allá andaba mi nuevo sobrino y otros de los chicos de la orquesta disfrutando un poco la ciudad, compartimos con ellos un rato.
Como nos gusta una fiesta
Les presento a mi sobrino
Con los muchachos de la orquesta
Fue una velada estupenda e inolvidable digna de contar en mis escritos de embuste.
me gusto mucho tu post, aqui tienes otro sobrino, saludos desde Venezuela
Hola, gracias. Asi somos los Venezolanos.
Por compartir esta experiencia, me inspira