Cuando pensé me quedaban pocos días de vida

in #cervantes7 years ago (edited)
Tendría yo unos 14 años, cuando desperté aquella mañana en la habitación de mis padres, el ambiente oscuro y borroso, la ubicación de la cama diferente a la habitual, además del hecho de que no despertaba en mi propia habitación, me hizo saber rápidamente de lo que se trataba. No había ningún apuro en levantarme, sabía exactamente lo que ocurriría al hacerlo, sin embargo esto no estaba bajo mi control, mi cuerpo se deslizó suavemente fuera de la cama, mis piernas se dirigieron solas hasta la puerta. Un intenso dolor me quemaba por dentro, me pedía a gritos lo que no era posible: despertar de la peor de mis pesadillas. Mis manos temblorosas tomaron el pomo de la puerta, mi corazón palpitó acelerado, aunque ya sabía lo que me esperaba, tenía miedo a lo que estaba al otro lado.

Pero estaba vez no intentaría luchar contra un cuerpo que se mueve por sí solo, esta vez no rezaría y suplicaría a Dios un dulce despertar, estaba resignada, con terror pero resignada. Una vez afuera de la habitación pude constatar que no estaba equivocada, estaba reviviendo nuevamente una tragedia, una que solo ocurrió en mi mente. Camino con pasos tristes hacia afuera de la habitación y me encuentro rodeada de personas. Sabía que nadie me miraba, no podían percibirme.

Pude sentir una brisa cálida y fúnebre, me parecía que los sollozos formaban parte de una melodía. No presté mucha atención a los detalles, solo me detuve por unos segundos en el rostro rojo de mi madre. Mi cuerpo se movía por si solo hasta el centro de la habitación.
Una sala de estar que siempre fue demasiado grande y demasiado espaciosa, haciendo lucir los muebles como simples hormigas, ahora era del tamaño apropiado para recibir a todos los presentes, que entre murmullos se encontraban alrededor de un ataúd. Mi ataúd.

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¿De qué sirve la consciencia si no puedo controlar lo que ocurre?

Una vez frente al féretro, me observé detenidamente y pensé en lo poco que me miro al espejo, tanto así que es difícil recordar mi propio aspecto. Pero allí estaba… y estaba muerta, no podía decirme a mí misma lo que siempre dicen de los fallecidos “parece que duerme y está descansando”. Mi piel grisácea, mis labios mal pegados y el aspecto rígido de mi facciones no mostraban en lo absoluto rasgos de una persona que solo dormía.

Si tan solo…–Suspiré- si tan solo esto fuese la peor parte.

El miedo en forma de dolor físico alojado en el pecho me indicó que mi cuerpo se movería de nuevo. Iría hacia la entrada de mi casa, olvidaría que vi mi cuerpo yaciendo en un ataúd, y jugaría a pretender que estoy en la cuerda floja caminando en una hilera de bloques.

Y así fue, antes de que pudiera notarlo ya estaba encima de los bloques, comencé a desesperarme inútilmente y aunque pensaba que no lo haría empecé a rogarle a Dios que me despertara, adiós resignación.

Entre suplicas y suplicas todo se distorsionaba a mi alrededor, ya no eran bloques pegados al suelo, estaba en lo alto de un edificio, caminando en una viga, comencé a llorar sintiéndome impotente, sabía que no podía detener la caída, y también sabía que iba tener un pequeño lapso en el que estaría despierta, en el que me debía aferrar fuertemente a la realidad para no revivir todo de nuevo.

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Y allí sucedió, el dolor más intenso que he experimentado, mi cuerpo chocando contra el duro asfalto, sentir mi pecho mugir y despedazarse por dentro, un dolor indescriptible antes de morir, todo el cuerpo dolía pero definitivamente el dolor en el pecho era el peor, me levanté sobresaltada y dando un fuerte suspiro en mi propia cama, miré a mi hermana durmiendo en la suya, quería gritarle por ayuda, que de alguna forma me auxiliara en mantenerme despierta, pero el impacto en el pecho no me permitía hablar y sentí como si algo me jalara desde adentro: volví a caer dormida.

Estaba de nuevo en la habitación de mis padres, adolorida, y con pánico, sabía que lo reviviría todo de nuevo, una y otra vez experimentaría mi muerte y tendría el terrible dolor en el pecho en cada caída, hasta que Dios se compadeciera de mi y en una de mis caídas pudiera mantenerme despierta.

Cuando salí de la fuerte y repetida pesadilla, le comenté a mi hermano menor, que para ese tiempo tendría como 7 u 8 años, que había estado soñando algo horrible desde varios días, la misma pesadilla cada noche y repetida veces, una pesadilla que tenía cuando era muy pequeña y pensé que no volvería a tener, ahora está de nuevo atormentándome.

Él me dijo que también tuvo una pesadilla esa noche, que soñó con una caja de madera en el medio de la sala. Algo malo había sucedido. No sé porque al escucharlo sentí alivio, pensé era la indicación de que es un sueño normal que todo el mundo tiene, producto del miedo a la muerte, así que le pregunté más:

¿Y te asomaste en la caja?
Sí – me respondió con miedo.
¿Y te viste a ti mismo muerto? – Me interesé.
No, te mire a ti…muerta – Me expresó.

Y sus palabras retumbaron por dentro de mi cabeza, ¿por qué me soñó muerta? ¿Por qué yo me soñé muerta? ¿Por qué he estado soñando que muero una y otra vez? ¿Es un mensaje? y así fue cómo pensé me quedaban pocos días de vida.

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La muerte no es una tragedia: sólo es un acto atemporal donde la vida acaba siendo un esquema visceralmente vacío. ¿Cómo conjugar ese estado inmaterial donde uno mismo se ve muerto? Un total misterio.

Excelente historia, pero no la dejes inconclusa xD

Es real, realmente tuve esa pesadilla y mi hermano soñó lo mismo, no esta inclusa, estoy aquí todavía, no me morí jejeje, solo fue una horrible coincidencia y una horrible pesadilla.
Saludos. Gracias por leerme :)

Me refiero a que no diste a entender si continuas teniendo los sueños o dejaste de tenerlos.
Un saludo desde México. :)

Ah, bueno gracias a Dios, esa pesadilla se detuvo, menos mal por era muy fuerte, amanecía adolorida, no creo vuelva a tenerla y sí la tengo no tendré problemas, aprendí a volar en los sueños. Desde que aprendí a tener sueños lucidos mis pesadillas disminuyeron, raramente tengo una. :)

Tu historia me pone los nervios de punta. Qué manera de narrar. Debes creer que hasta el dolor que cuentas lo he sentido.

Si te pone los nervios de punto solo leerla, imagínate vivirlo, jeje ¡Que susto!

hola, muy buena la historia, y me hizo recordar lo que me pasa siempre en mis sueños o pesadillas, no se como llamarlas, y es que se repite una y otra vepero basicamente lo mismo en diferentes escenarios o con personas distintas.... a mi me persiguen siempre y es una sensacion horrible, jejej, pero pasa siempre pasa..

Gracias por leerme, ¡Qué curioso! Quien sabe el porque de los sueños, que esconderán, ¿por qué se repiten? A mi me gusta los sueños donde me persiguen, es algo loco, pero me encanta sobre todo la sensación de paz de saber que voy alejando y cada vez esto menos alcanzable. Claro, en mi caso no son horribles, escapo fácilmente,

Santo Cristo, crei que era un cuento, una historieta, uy no.

Ningún cuento, una horrible pesadilla y una curiosa coincidencia.

Historia de terror, muy bien narrada! espero que no vuelvas a tener ese sueño

Gracias, espero lo mismo, era horrible.

Hola. Ese relato me hizo recordar que cuando joven también se me repetía una pesadilla sobre todo cuando tenía fiebre. En ella estaba metido dentro de un chinchorro me dan vueltas y vueltas y no encontraba la forma de salirme. Ya se fueron.

He escuchado que con fiebre las pesadillas son más intensas. Gracias por leerme :)
Saludos.

Tu manera de narrar me hyace recordar a aquellas historias que leía en la universidad. De verdad que eran aterradoras, no por lo que decían en sí sino por los detalles y las sensaciones que hacían sentir al lector. Eso se consigue pocas veces en talentos humanos. En cuanto a tu tema, yo también he sentido cosas así. Que coincidencia que hace dos días mi madre me dijo que la muerte es algo natural que forma parte de la vida y que no debemos temerle. Con eso que me dijo me quedé más tranquila sin embargo este tema no deja de ser inquietante de vez en cuando. Saludos.