Isvelys Bracho
Fotos: Cortesía
Lo que a mí me pasa le pasa hoy a todo el mundo en Venezuela, solo que cuando las cuento no se creen porque parecen insólitas. La verdad es que ya nada es extraño en este país divino, por eso este articulo lo titulo “Casos y cosas de casa” como la serie de 1995, protagonizada por Jorge Félix y que en realidad era un remake de la serie original de los 60´s que narraba cosas comunes y no tan comunes que le ocurrían a la gente en su casa.
Si vemos el país y nuestro entorno como nuestra casa, descubrimos que las cosas raras que nos pasan ya no son extrañas y allí está lo curioso o lo malo. Les cuento.
En estos días fui a comprar un “combo” que es una bolsa de comida surtida que incluye alimentos regulados que solo se venden acompañados de otros productos. De allí el nombre “combo” porque te los llevas así o no los llevas.
La cosa ocurrió en el supermercado Centro 99 de Maracaibo, ubicado en la avenida Delicias, en el Centro Comercial Delicias Norte donde luego de una cola de al menos hora y media, los agentes de seguridad pretendían impedir nuestro paso so ´pretexto de que tales alimentos eran para los familiares de los empleados de la tienda.
Esperé paciente junto a otras cien personas y al momento de entrar el funcionario pretendió obstruir el paso a todos para que entraran “los familiares” que en verdad eran “bachaqueros”, personas que compran comida para revenderla a altos precios.
La cosa iba casi normal hasta que el funcionario nos agredió a las tres primeras señoras que impedimos el paso a los bachaqueros que querían colarse. Hasta esta parte de la historia todo va común. Pero lean lo que pasó después.
De la cola de cien personas solo tres nos defendimos, obstruimos el paso de los compradores colados, y exigimos nuestro derecho a comprar hasta que llegó el señor de camisa negra con letras amarillas de PCP y nos golpeó. Acto seguido perdimos la paciencia y le devolvimos la agresión no sin antes ser avergonzadas por el resto de las personas de la cola quienes nos recriminaron así: ¡señoras es que ustedes se pasaron, ¿cómo? van a golpear al señor si él es la autoridad! ¿Insólito o no?
Pues no, aquí los ciudadanos hemos aceptado como norma que la autoridad puede agredir y poner orden a su modo y así vamos por la vida calladitos y risueños pa´la foto. En esta casa llamada país ya todo nos parece normal y los anormales somos los que aún estamos cuerdos porque vemos todo como debe ser. Pensamos en poner la denuncia en la Fiscalía por violencia de género pero luego declinamos porque con certeza nos dirán que fuimos nosotras las que agredimos a la autoridad. Esperen una segunda entrega de la serie…
Señora de buen ojo cotidiano es “invitada” a desalojar la tienda para remarcar los precios ¡nivel Dios!
Admiro tu sinceridad, tu franqueza para contar lo que te sucedió. Eso mismo nos ha ocurrido a muchos en las cientos de colas a las que ahora estamos sometidos si queremos llevar alimentos al hogar. Estamos llegando al punto que en Venezuela "expresarse", "defenderse" , "exigir" es un delito. La libertad plena dejo practicarse hace 19 años en nuestro país. Nos robaron la Venezuela que conocimos de niñas, que no fue perfecta, es cierto, pero al menos en aquellos años recibimos muy buena educación en colegios públicos; los anaqueles de los mercados mostraban hasta 4 y 5 marcas de un mismo producto; los medicamentos abundaban en las farmacias; no habían tantos atracos, asesinatos, secuestros o extorsión; se invertían recursos en la construcción de viviendas populares a las que todos por igual teníamos acceso; podíamos viajar dentro y fuera del país; de los campos se obtenían varios rubros alimenticios; que hubo corrupción y mal manejo de fondos...Sí, no lo niego pero esta hecatombe llamada Socialismo del siglo XXI que enfrentamos en estos últimos años ha originado una crisis humanitaria sin paragón donde a diario se vulneran nuestros derechos humanos elementales.