A la dama del mar,
No sabía qué harían si mis ojos llegaran a verla, creo que moriría
No quería perderme, no quería perder mi fe…
No quería ni mirarla porque seguro la amaría. Tanto que mis pupilas flamearían humo rosa y
luz ultra violeta
Sombrerero loco que ha caído a tu lado, fumando un porro sentado en el caño,
Has de venir! De venir a mi lado, preciosa princesa de cabellos ondulados
Ondea mi alma y llévala al mar
A tu lado quiero estar y no mirar atrás…
Sigues siendo mi dama, ahí sentada mirando con calma,
Cada estrella que brilla en tu alma… princesa presiona y ansiosa de morar en mis alas
No quiero nada que no sea tus labios rosa o tus espinas dolorosas.
Nada en las olas de cariño que yo te doy como abrigo,
Para que ya nunca vengas a la orilla a mostrarme el camino,
Yo guiare tus sentidos y tú los míos, viajando a donde quiera en el infinito