No tengo la menor duda de que esa cabecita es totalmente auténtica. Y en ningún momento pretendí insinuar que no lo fuese. Aunque con tus múltiples talentos artísticos y artesanales otros pudiesen llegar a pensar lo contrario. Así que he de aclararlo! :)
Con ese arte que tienes hermano, apuesto a que cuando quemabas a los panas luego de frotar esas pepas de zamuro, seguro que quedaban todos más contentos que el carajo con ese tatuaje de $500 dólares que les regalabas.
Ah! siempre habremos de tener tiempo para volver a jugar con charcos y cagarnos todo de barro!!
Hermano!